Capítulo 22

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Ambos iban caminando tomados de las manos, sabían perfectamente hacia donde dirigirse. Era cuestión de que la noche no los tome por sorpresa ya que estarían peligrando sus vidas. Podrían estar escapando del lugar pero eso no significaba que el lugar no siga siendo sumamente peligroso.

Durante su trayecto ya se cruzaron con varias serpientes, corales, cascabeles, hasta con algunas menos venenosas. Ambos mantenían los ojos bien abiertos en caso de que necesiten huir a toda velocidad de algún otro animal. Sólo esperaban no encontrarse con ninguno, ya tenían suficiente con aquellos reptiles que aparecían en sus campos de visión con cada pestañeo.

- Entonces Zhannie...para que va una caja al gimnasio?

Zhan lo miró curioso negando.

- No lo se A-Yi.

- Para ser caja fuerte.

No paso ni dos segundos cuando el pelinegro comenzo a reírse sin parar, aplaudiendo como siempre lo hacía cada vez que reía por cualquier tontería.

- Dios A-Yi sos malísimo contando chistes - instintivamente Zhan comenzo a reír, no porque el chiste haya estado muy bueno, sino porque la risa de Yibo era mucho más graciosa que el propio chiste.

- Es que no entendiste Zhannie - Yibo no paraba de carcajearse - Para que va una caja al gimnasio? Para hacerse CAJA - FUERTE ¿Entendiste? Caja fuerte...no puede ser.

Y otra vez comenzaba a reír.

Zhan no tuvo de otra que seguirle. Amaba tanto verle a Yibo sonriendo, podría estar todo el tiempo viendo su hermosa sonrisa sin cansarse.

- Vení cariño - Yibo atrajo de la cintura a Zhan para dejarle un sonoro beso en los labios.

- Porqué paramos acá A-Yi?

- En unas horas va a caer la noche corazón. Y tenemos que hacer un mini refugio para poder pasar la noche, recuerda que hay muchísimos mosquitos. Y también por nada del mundo te voy a exponer a la noche en este pantano, vos sabes lo peligroso que es. No quiero que te coma ningún yakaré.

- Antes que vos? No creo - susurro Zhan.

- Qué dijiste? pude oír algo.

- Emm dije que empecemos que ya término el recreo.

- Ok Zhannie, manos a la obra.

Zhan encontraba pelando dos bananas una se la dió a Yibo y otro se lo comió el.

- Zhan te cuento un secreto?

- Claro A-Yi, con confianza. Qué pasa?

- Vos sos mi ángel Zhannie. Tipo, contigo me siento protegido, no sé por qué. Ésta sensación es algo raro pero lo siento desde el fondo de mi corazón. Espero no haberte incomodado con esto.

Mientras el más alto iba improvisando un refugio con las ramas que encontraba y las hojas. Iba confesando a Zhan eso que hacía que su corazón se sintiese inquieto.

- Mirá, yo sé que la mayoría del tiempo nos tratamos como el orto. Nos "odiabamos" - hizo comillas - pero nunca pude sentir ni el más mínimo odio por vos. Siempre tuviste ese algo que hacía que las personas no puedan odiarte.

- En el colegio me odiaban - susurro cabizbajo.

- Ellos no te odiaban Zhan, te juro. Ellos te tenían envidia. Nadie puede resistirse a vos, fuera de joda, vos me decís rana y yo salto cuatro veces para cumplir todo lo que quieras. Vos me pisas en la cara y yo te voy a agradecer - Yibo sonrió.

- ¡Yibo dios mío! Pero si sos el más exagerado del universo - Zhan no pudo evitar soltar una carcajada.

En medio de la nada se podía escuchar el eco de su risa.

- Mirá, el refugio ya está listo. No te digo que vamos a pasar la mejor noche porque te mentiría descaradamente. Vamos a tener que acomodarnos puesto que este refugio es muy chiquito. Vamos a tener que dormir apretaditos - Yibo hizo una cara pervertida que el más bajo pudo verlo a la perfección.

- Uy esa idea me interesa - soltó Zhan.

- Zhan acercate un poquito más - Yibo lo llamo, Zhan obedeció.

- mmmh?

- Lo que te dije hace minutos es cierto. Sos mi ángel, por favor nunca me dejes.

Zhan sintió un nudo en la garganta. Por primera vez se sentía una persona sumamente importante. Sus ojitos comenzaron a aguarse.

- No llores Zhannie - Yibo seco las lágrimas que comenzaban a deslizarse por sus mejillas - nunca es tarde para comenzar a hacer las cosas bien. Hoy hemos caminado mucho, me imagino que para mañana a la tarde ya podremos salir de éste pantano. Cuando todo vuelva a la normalidad le voy a mostrar al mundo entero lo afortunado que soy por estar contigo. Porqué lo recuerdas verdad?

- Recordar qué A-Yi? - su voz sonaba un poco entrecortada debido a la emoción que le invadía en esos momentos.

- Qué cuando salgamos de acá te voy a pedir para que seas mi novio. Voy a hablar con mis papás y voy a mandarles oficialmente a la mierda.

- Vas a hacer eso solo por mi Yibo? No es necesario, no lo valgo.

- No voy a permitir que te hagas menos. Vos lo vales todo entendés, en esta vida no hay dos Zhan. No hay persona que te iguale en ningún sentido, no creo que haya otra persona que me pueda enamorar tanto como lo hiciste vos.

- Gracias A-Yi.

- No agradezcas Zhannie. Sólo hago lo que tuve que hacer hace años y no me anime por imbécil.

- Ya hablamos de eso A-Yi. Dale vamos, entremos en el refugio que tengo sueño y me dan ganas que me abraces durante toda la noche.

- Vamos vamos.

Ambos entraron en el pequeño lugar y la cerraron con una puertita que lograron hacer.

- Espero que con todo esto los mosquitos no sean un problema - dijo Yibo cubriendo el cuerpo de Zhan con sus brazos.

- Justo acá es mi lugar. Entre tus brazos.

- Como siempre debió ser - mencionó dejado un besito en el cuello del más bajo - Zhannie, gracias por perdonar mis errores.

Perdidos en el pantanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora