Capítulo 11

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Aquella noche estrellada era extremadamente diferente.

Hacía frío.

Demasiado.

Ambos se encontraban temblando al lado de la fogata, pero no era suficiente.

Ellos necesitaban de abrigos. Ellos tenían que mantenerse saludable y aquella fría noche no aportaría nada bueno. Podrían sufrir de hipotermia.

- H-hace demasiado frío Yibo - la voz del pequeño Zhan se escuchaba temblorosa debido al frío que le calaba la piel.

- Enserio? Si no me decías no me iba a dar cuenta - un fastidiado Wang contesto sobándose los brazos tratando de crear calor en su cuerpo.

- Sos imposible. Puede que éste sea nuestra última noche vivos acá y vos continúas siendo un jodido hijo de puta - lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

Lágrimas frías.

Ambos se sentían impotentes. Ambos no querían estar sufriendo ahí. Era como una horrible pesadilla de la cuál no podían despertar.

- Sabés qué - Wang se seco las lágrimas que sin darse cuenta también recorrían sus mejillas - todo ésto es tu maldita culpa Zhan - Yibo se levantó de su lugar y señalaba con el dedo índice amenazante a Zhan - si no hubieses sido un jodido inútil para no poder salir solo de esa arena movediza no me habrías metido a mí en tu mierda.

Zhan se quedó perplejo. El sabía que todo era su culpa, pero el hecho de que Wang lo eche en cara solo aumentaba más su dolor, la sensación de culpabilidad que le agobiaba día trás día, le dolía el pecho, quería arrancar su corazón y dejar de sentir de una vez por todas.

Sus labios temblaban debido al frío y a la vez por el nerviosismo.

Dos segundos pasaron cuando Yibo recibió una dolorosa cachetada, Zhan le había pegado.

Y se lo merecía.

Zhan corrió una vez más, no le importó el oscuro pantano, no le importo los jodidos animales que podrían rondar por la zona, no le importo el puto frío.

Corrió por su estabilidad emocional. Si se quedaba con Yibo se auto destrozaría sintiendo esa maldita culpabilidad y aún después de todo lo que Yibo le dijo.

Yibo tenía razón. Ellos estaban ahí por su culpa.

- ¡Zhan!

- ¡No me persigas! Qué querés detrás de éste inútil - Zhan seguía corriendo tanto como sus piernitas se lo permitían.

- Quedate no te vayas~ ¡es peligroso!

- A vos qué te importa lo que me pase imbécil!!!

- Me importa, quedate - Yibo una vez más atrapó a Zhan.

No había punto de comparación con la velocidad de ambos.

Yibo era demasiado rápido, y Zhan tenía una piernas tan cortitas que no podía correr tan rápido cómo quisiera.

Todo parecía como un deja vú.

- A vos no te importa nada más que no sea vos mismo - susurro Xiao hipando.

- Disculpame Zhan. Me excedí - Yibo tenía a Zhan abrazado por la espalda, impidiendo que vuelva a correr. Pero en un movimiento Zhan volteo quedando cara a cara con Wang.

Y en ese momento Yibo lo supo.

Nunca más querría hacer llorar a Xiao Zhan.

Su mejilla estaba roja, sus ojos hinchados, tanto que apenas lo podía abrir.

- Sos un imbécil hijo de puta, pelotudo de mierda - Zhan daba golpes en el pecho de Wang - vos no sabés una mierda de cómo me siento yo y me salís con éstas porquerías, yo sé que vas a estar más feliz si no existo... Nunca me soportaste ni yo tampoco, pero eso no te da el jodido derecho a decirme que soy un inútil - Zhan se estaba desahogando con aquellos golpes y Wang lo tenía más que claro, así que solo lo dejó ahí, lo dejó golpeando su pecho.

Si eso lo haría sentir mejor.

Porque sí, Yibo la había cagado. Pero ya fue tarde cuando se dió cuenta de ello.

Y lo que dijo fue una total mentira producto del frío que había congelado su cerebro dejándolo incapaz de pensar algo claro.

Lo que soltó no fue exactamente lo que pensaba, fue un total error.

Y ahora se sentía como la mierda.

- Ya es tarde Zhan - Yibo suspiro - tenemos que tratar de dormir, mañana va a ser un largo día.

- Yo no pienso dormir a tu lado Yibo.

- Tenés razón, no vas a dormir a mi lado, tenemos que dormir abrazados o no amanecemos vivos mañana. Andando.

- Pero~

- Abrazados dije.

Perdidos en el pantanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora