Capítulo 8

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Finalmente nadie llego por ellos. Ya eran las 5:30 pm.

Sus esperanzas de ser hallados se vinieron cuesta abajo de un segundo a otro.

Todos eran unos jodidos imbéciles de mierda. Unos irresponsables.

Mientras tanto por las mejillas del pequeño Zhan no dejaban de deslizarse grandes cantidades de lágrimas cuán cascadas.

Y aunque Yibo odiase admitirlo el también se sentía impotente con inmensas ganas de llorar.

Pero no lo haría.

El se mantendría fuerte.

Por los dos.

- Y-Yibo - Zhan se sobaba la nariz mientras trataba de sostener su llanto - tengo mucha hambre y tengo mucho miedo.

Yibo suspiro pesadamente - yo también tengo hambre Zhan. Pero antes de que caiga la noche tenemos que encontrar un lugar más seguro para dormir y tenemos que comenzar ya nomás. Tenemos que hacer un refugio, uno dónde podamos mantenernos a salvo por las noches, no sabemos cuándo van a rescatarnos de éste lugar, aunque ni siquiera sabemos si algún día lo van a hacer.

Zhan no dejaba de hipar. El trataba de ser más fuerte y aportar en algo pero el hambre que sentía en esos momentos era tan inmenso que ni siquiera lo dejaba pensar con claridad, se sentía débil, un inútil.

- Tenemos que comenzar a movernos ahora - afirmo el pelinegro comenzando a moverse.

Iban caminando apresuradamente, debían encontrar un lugar "acampable" por así decirlo.

- Yibo?

- Qué.

- Vos pensas que ha de haber alguna otra arena movediza por acá cerca? - pregunto con temor.

- Esperemos que no, estaremos muertos si es que nos quedamos atrapados los dos y más si es en la oscuridad. Es por eso que tenés que prestar atención y usar ese palo que te dí por cualquier cosa, si me pasa algo a mí al estar yo delante, me vas a salvar vos.

- O al menos eso es lo que pensas -murmuró Zhan con burla.

- Zhan - Yibo le dedico una mirada amenazante al castaño - tanto te gusta joderme verdad?

- Y la verdad que sí, me siento aburrido aca, aparte sos un amargado como siempre - Zhan hizo un pequeño puchero.

Yibo volteo su mirada rápidamente.

No quería ver a Zhan haciendo aquel gesto.

Ambos caminaron unos doscientos metros, hasta que encontraron un lugar seco y al abrigo del viento, lejos de aguas estancadas dónde podían utilizar un árbol como columna para comenzar a armar su refugio.

- Encontramos el lugar correcto Yibo.

- Así es, y ahora se viene lo divertido.

- A qué te referís?

- Tenemos exactamente una hora y diez minutos, para armar un refugio resistente y hacer una fogata para espantar a cualquier tipo de animal que pueda rondar por éstos lugares al caer la noche. Ahora ya sabés, manos a la obra.

- Me puedo ir contigo Yibo? Es que yo te puedo ayudar en cualquier cosa que necesitas, no creo que puedas sólo.

Dos segundos pasaron cuando Yibo suelta una sonora carcajada.

- Pero por qué no admitís nomás que te vas a cagar de miedo si te quedas sólo? - el más alto no dejaba de reír.

- Seguí riéndote Yibo...Seguí nomás vos - la mirada de Zhan lanzaba rayos lácer. En cualquier momento iba a saltar encima suyo a arañarle esa horripilante cara.

- Uyy no sé por qué tú voz suena tan ¿Amenazante? - pregunto sonriendo con superioridad - no sé qué tanto vas a poder hacerme si sos como un gatito indefenso que no sabe ni defenderse a sí mismo. Pero sabés qué? Ahora no tenemos tiempo para hablar ni mucho menos pelear, tenemos que construir nuestro jodido refugio y vos sólo me haces perder el tiempo.

- Si te molesto tanto andate vos sólo.

- Tenés que ayudarme Zhan, no seas inconsciente. Estamos en peligro acá, y no podés quedarte sólo, te puede pasar algo.

- Te estás preocupando por mí?

- No - mencionó Yibo comenzando a caminar con un enojado y sonrojado Zhan detrás suyo.

Perdidos en el pantanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora