Capítulo 9

1K 193 7
                                    

- Mira Zhan, podemos llevar ésta piedra. Nos va a ser de gran utilidad. Podés llevarla?

Zhan lo miraba sigilosamente. Wang quería verle la cara de imbécil.

El no llevaría ninguna piedra. Para qué lo haría? Para que el pelinegro se burle de él?

- Yo no voy a llevar esa cosa pesada Yibo sos un tarado si pensás que me vas a ver la cara de imbécil.

Yibo suspiro pesadamente.

- Mira enano hijo de tu madre. Vas a agarrar esa jodida piedra y la vas a llevar con nosotros, al menos que vos quieras llevar ésta cantidad de bambú.

Sí, como lo han escuchado. Gracias a todas las deidades celestiales encontraron bambú en aquel lugar al parecer no todo era tan malo después de todo.

- Te das cuenta de la forma de ésta piedra? - pregunto Yibo pacientemente. Lo último que quería en esos momentos era golpear a Zhan.

- Qué tiene de grandioso una simple piedra alargada.

- Por qué no pensas un poco y captas que ésta "simple" piedra - Wang hizo comillas con sus dedos - podría servirnos como cuchillo?

- Eh?

- No lo pensaste verdad? Me lo imagine. Podemos moldear y afilar la piedra y usarlo como cuchillo. Solo necesitamos una piedra un poco más dura para romper y afilar.

Y por obra del destino camino al lugar donde habían elegido para comenzar su refugio encontraron una piedra que tal vez les podía servir.

Wang venía cargando sobre sus hombros cuatro bambúes. Con eso bastaría para armar una casita resistente. El podría hacer de los mismos bambúes una especie de soga para atar cada parte de lo que sería su refugio, ésto lograría cortando la parte de la piel por así decirlo en muchas cantidades. Pero tendría que hacerlo muy fino.

Toda una máquina Yibo.

Pero no todo era color rosa. Ellos estaban contrareloj. No podían atrasarse ni un minuto.

- Yibo.

- Qué.

- Yo puedo encargarme de la fogata, mientras vos ves para hacer el cuchillo y lo demás. Te parece?

- Me parece bien. Te podés ir, de venida creo que he visto unos palos secos que tal vez nos pueda servir, también encargate de encontrar muchas hierbas secas para que puedas prender más rápido. No tenemos mucho tiempo.

- Si jefe - murmuró Zhan un poco divertido y comenzo con su búsqueda.

Estuvo caminando unos cinco minutos nada más cuando finalmente encontró todo lo que necesitaba. Silenciosamente agradecería aquello.

Y en menos de lo que canta un gallo estaba camino al refugio nuevamente.

Yibo lo miro curioso.

- Conseguí muchísimas ramas secas que podríamos usar para mantener el fuego y lo mejor de todo es que están acá cerca - mencionó Zhan dejando dos enormes y largas ramas cerca del pelinegro mientras el volvía por más.

En la segunda ronda trajo algunas hierbas secas en su bolsillo y otras ramas para la fogata.

Eso serviría por el momento.

- Mira enano - menciono Yibo.

Zhan volteó listo para putear pero al ver la sonrisa de Yibo y un cuchillo de piedra perfectamente creado se quedo completamente anonadado.

- Wow~ - Zhan formaba un perfecto "O" con sus labios.

- Atendé los mosquitos - se burló.

- Cómo aprendiste éso?

- Viendo Discovery. - Respondió sin más comenzando nuevamente sus labores.

Tenía que construir el refugio en menos de cuarenta y cinco minutos. A la par suya, Zhan también comenzo con una nueva experiencia.

Hacer fuego solo frotando dos palos junto con hierbas secas.

Sería todo un desafío. Pero lo lograría.

Por el rabillo del ojo podía ver cómo Wang cortaba lo bambúes, como gotas de sudor se deslizaban por su frente, como ataba cada pieza y como lentamente aquel lugar estaba comenzando a cobrar forma.

Solo le faltaba algo.

El techo.

Luego de 30 minutos frotando entre si los palos finalmente una pequeña chispa salió de ella. Rápidamente tomó las hierbas para que comiencen a quemarse y soplaba para que no se apague.

Lo había hecho. Se sentía orgulloso de sí mismo.

El lo hizo sólo.

Rápidamente hizo un círculo con la leña, dónde comenzaría a prender su preciado fuego.

Y justo en ese momento la mirada de Wang y Xiao se conectaron.

Justo en el momento en que coloco la última pieza que sería su techo.

Unas ramas con varias hojas cortadas que cubrían perfectamente la parte de arriba, del sol de la lluvia, de lo que sea.

El refugio quedó bastante lindo a decir verdad. Y aunque a Zhan le costase admitirlo, tenía que hacerlo.

- El refugio te quedó genial Yibo. Te felicito - Zhan se trago absolutamente todo su orgullo.

- Vos también lograste hacer el fuego antes que oscurezca. Felicidades también - dijo tímidamente Yibo.

- Ésto es un logro en equipo Yibo. No pudimos haberlo hecho mejor. Ahora tenemos un lugar seguro dónde dormir y una fogata para mantenernos calientes en las noches frías.

Perdidos en el pantanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora