Capítulo 4

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Yibo abruptamente dejó de hacer cualquier tipo de movimiento.

Aquella cobra estaba lista para atacar.

Sin pensar ni medio segundo Wang comenzo a retroceder sigilosamente. Tratando de no enfurecer y llamar aún más la atención de aquella venenosa serpiente.

Sin lugar a duda no sabía a dónde dirigirse, sólo le quedó ir hacia el lado contrario dónde se encontraba aquel reptil.

Jamás en su vida había visto uno así de cerca. Sin lugar a dudas éste viaje estaba siendo toda una caja de sorpresas.

Su ritmo cardíaco estaba alocado.

La adrenalina que sintió en ese instante fue algo jodidamente loco.

Al estar lo suficientemente lejos finalmente se había dado cuenta de algo.

No tenía ni puta idea de dónde estaba.

Tenía que encontrar rápido el camino nuevamente. Uno dónde no deba toparse con esa serpiente, puede que la segunda vez no corra con la misma suerte.

Así que se sujeto las bolas luego elevó sus brazos y comenzo a correr como Naruto.

Iba corriendo como si estuviera en una competencia. No debía perder tiempo.

Estaba tan sumergido en su mundo de Otaku que cuándo escucho aquel estruendoso grito por poco y se mea encima.

Por un momento flasheó que ya oscureció y que aquél grito era de la llorona quién buscaba desesperada a sus hijos.

Pero no, Yibo estaba equivocado. En sí el grito sonaba bastante frágil y rota pero no era confundible.

Era la voz de un hombre.

- AUXILIOOOOOO.

- POR FAVOR QUÉ ALGUIEN ME AYUDE.

- TODAVÍA SOY MUY JOVEN PARA MORIR.

- POR FAVOR VENGAN A AYUDARME.

- D-DIRECTOR.

Yibo se queda en shock.

No lo podía creer. El creía conocer aquella maldita voz.

Solo podía ser de una persona.

De aquella persona a quién menos quiere ver en ésta vida.

Wang seguía escuchando aquel desgarrador llanto y cada vez se escuchaba más claramente.

No sabía por qué mierda...Pero por más que odiaba a aquel chico no podía ser tan inhumano para no ofrecerle su ayuda.

Tal vez sea algo de vida o muerte, pensó.

Finalmente cuándo estuvo frente a ése sujeto lo afirmó.

Era él.

- Zhan.

- Yibo.

- Pero qué hacés ahí boludo - pregunto Wang al ver la mitad del cuerpo del chico sumergido bajo el lodo.

- NO VES PELOTUDO DE MIERDA QUE ÉSTE ME PARECIÓ UN EXCELENTE LUGAR PARA JUGAR FÚTBOL...QUÉ NO VES CÓMO YA LE METÍ SIETE GOLES A MI ADVERSARIO INVISIBLE.

Zhan gritó no podía creer lo imbécil que era Yibo.

No había cambiado nada.

Una vez ya tranquilo luego de inhalar y exhalar once veces abrio nuevamente la boca.

- Yibobito si no te das cuenta boludito ésto es arena movediza.

- Carajo - susurro Yibo.

- Por favor te lo pido. Ayudame~

Yibo comenzaba a sentir la desesperación de Zhan en menos de 5 minutos iba a ser chupado por esa cosa.

Y no tuvo de otra que salir corriendo del lugar.

- YIBOOOO.

Zhan rompió en llanto al ver al estúpido malditamente imbécil de Wang alejarse.

- ME VOY A BUSCAR UNA RAMA PARA SALVARTE DEJÁ DE LLORAR POR UN SEGUNDO~

Gritando éso desapareció del campo de vista de Zhan.

Solo esperaba que Wang llegue a tiempo.

Unos minutos más tarde ya se encontraba hasta debajo del pecho en la arena y Wang no aparecía.

Zhan tenía por hecho que el odio de Yibo era tanto que se atrevió a dejarle sólo...

Para que pueda morir.

- Cuándo muera lo primero que voy a hacer es estirarle todas las noches el dedo chiquito del pie para que jamás...

- LLEGUÉ.

Cuando vió a Wang llegar con una rama lo suficientemente largo su alma regresó a su cuerpo.

- Mira Zhan atajate fuerte de ésta rama. Tan fuerte como puedas, voy a arrastrarte con ésto.

- Yibo, tengo miedo.

- Tranquilo, no te va a pasar nada si estás conmigo.

- Pero qué creído que sos.

- No soy creído, maldito malagradecido. Solo te estoy diciendo la verdad - dijo Yibo frunciendo el ceño pero a la vez extendiendo la rama para que Zhan lo tomara.

Xiao sujeto la rama como si su vida dependiera de ello.

Aunque la verdad es que esa era la realidad.

- Voy a contar hasta tres y luego te voy a estirar con ésto. Agarrá fuerte.

- O-ok.

- UNO...DOS...TR...

Ni siquiera contó todo cuándo arrastró a Zhan fuera de la arena movediza. Logrando qué parte de la misma quede impregnada en su piel como si fuese una máscara.

- Zhan con esa cosa en la cara pareces un payaso...Sólo que en vez de maquillaje, llevas lodo en la cara.

- Sos una plaga.

- Pero ésta plaga te salvó la vida...Sos un malagradecido de mierda, no te soporto.

Yibo tenía razón.

- Gracias Yibo sos un imbécil y todo, pero gracias por salvarme la vida...

- Si si - le restó importancia - ahora tenemos que encontrar el maldito camino antes que sean las 4 - mencionó Wang antes de comenzar a caminar por dónde el destino le lleve.

- Toma Zhan - le extendió la rama con la que anteriormente lo había salvado - no vaya a ser que te caigas otra vez en una arena movediza. Estate atento, con lo malditamente despistado que sos te creo capaz.

- Gracias conchudo.

- Tu puta madre.

Perdidos en el pantanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora