❝Jimin es un omega que tiene que convivir con seis jodidos alfas en su casa, aunque no puede negar que ama la atención que le dan y más cuando se trata de un pequeño alfita un tanto tímido y reservado❞.
🌸 100% Soft.
🌸 Omegaverse.
🌸 Capítulos cort...
Daehyun y sus tres hijos alfas estaban sentados en la sala observando a través de la ventana como Jimin regresaba a la casa acompañado de una joven, también alfa.
Sus instintos protectores se activaron enseguida.
Ese día, Yoongi llegó dos horas antes porque un profesor había faltado, el alfita se ofreció a irlo a recoger, pero en vista de que Jimin estaba acompañado de una desconocida, suponían que se quedó dormido.
Yoongi era un joven demasiado perezoso y dormilón.
—Jimin es tan precioso —suspiró Namjoon admirando la belleza de su hermano.
—Debiste hacerlo feo —reprochó Taehyung a su padre—. Aunque sea un poquito para no tener que asustar a sus pretendientes.
—Vamos, sabemos que con el carácter de Minie hará sufrir a cualquier alfa que intente cortejarlo —ahora fue el otro mellizo quien habló, Jungkook.
—Quedamos en que solo permitiríamos que Yoongi sea su novio —recordó Daehyun y como si lo hubieran invocado, el pequeño alfita pasó cerca de ellos corriendo para llegar a la puerta y abrirla.
Por todas las mandarinas del mundo.
La alarma no sonó y olvidó regresar al colegio por Jimin, sabía que el omega no le reclamaría nada, pero de verdad le agradaba caminar hasta la heladería, comprar sus helados favoritos y pasar el mayor tiempo posible juntos.
Con sus mejillas totalmente rojas, se detuvo abruptamente en el jardín, Jimin caminaba junto a la presidenta del club de danza, y él quería gruñir.
Aún no se acostumbraba a esa nueva faceta suya que despertaba siempre que veía al omega junto a algún alfa que no sea de la familia, cuando habló con su padre este le dijo que era normal, pero por ningún motivo debía dejar que su animal lo controlase hasta tal punto de hacer sentir mal a Minie.
Lo que menos quería era eso.
Respirando tranquilo, quiso dar media vuelta y volver a su cómoda cama, dormir otra vez hasta que su padre haya llegado con el almuerzo.
—¡Bebé! —gritó Jimin, caminando la distancia que los separaba—. No fuiste por mí, bebé.
Yoongi alzó la vista y se topó con la mirada acusadora del omega, la chica alfa estaba cruzando la calle, y su lobito ya no se sentía amenazado.
—¿Qué pasa, bebé? —preguntó Jimin acariciándole las mejillas. Yoongi estaba más atontando de lo normal y le preocupaba un poquito.
—No pasa nada, Minie.
—¿Por qué no fuiste por mí?
—Me quedó dormido —respondió apenado.
—Oh bebé... Lo supuse —dijo tomándolo de la mano para empezar a caminar—. Mina se ofreció a acompañarme, así que no hay problema.
El alfita guardó silencio, limitándose a caminar con la mirada gacha y con su semblante un poco decaído, cuando el cuerpo a lado suyo se detuvo y sintió unos pequeños brazos rodearlo, se sorprendió, pero aun así una pequeña sonrisa nació en sus labios.
—No sé que te haya pasado, bebé, pero sabes que puedes contarme lo que sea, ¿sí? —ante la pregunta del omega, Yoongi asintió—. Vamos adentro, te voy a consentir toda la tarde.
Caminando rápidamente, entraron a la casa, saludaron a los mayores y se retiraron a la sala de juegos.
—¿Vieron eso? —musitó estupefacto Jungkook—. Yoongi tiene dominado a nuestro omega feroz.
—¡Papá! ¿Los viste? —Taehyung reprochó, él era el hermano más celoso.
—Los vi —afirmó Daehyun—. Hasta tomé fotos y videos para mandárselos a Dongyul.
Claro que sí.
Daehyun era fan de esa tierna relación que terminaría en un futuro casamiento.
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