°.•*¨♡ Un Omega entre Alfas ♡¨*•.° YoonMin

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Yoongi se sentía tan cansado.

Los entrenamientos con el equipo de básquetbol lo estaban agotando, cada vez se volvían más intensos debido a que el campeonato entre colegios se acercaba.

Aun así, a él le encantaba el equipo, había encajado de una manera tan perfecta con sus compañeros, ellos no se burlaban por su timidez, todo lo contrario, siempre trataban de incluirlo y hacerlo sentir bien.

No existía envidia por parte de los jugadores, pues él se estaba desempeñando tan bien que a pesar de su corta edad, casi siempre recibía elogios del entrenador y ánimo de todos esos chicos.

Y claro, no podía faltar la cerecita de su vida: Jimin.

Por todos los cielos, ese pequeño omega que últimamente rondaba por el gimnasio y las canchas de entrenamiento.

No se perdía ninguna práctica y entre partidos lo escuchaba vociferar su nombre con tanto entusiasmo que tenía miedo de que se lastimase sus cuerdas vocales; y cuando los partidos finalizaban corría hacia su persona con una enorme botella de agua para hidratarlo.

Luego solo murmuraba "Yoongi lo hizo muy bien, se merece un besito" dejándolo hecho un lío de emociones, pero con sus energía recargadas para anotar unas cuantas canasta más.

—¡Ey Yoongi! —lo llama Jackson, su compañero de equipo—. Jimin dice que te apures.

Yoongi asiente y toma sus cosas, las guarda en su bolso deportivo y abandona el vestidor. Busca al omega y lo encuentra enfunfurruñado en las gradas, incluso así logra mirarse tan tierno.

—¿Qué pasa, Minie? —preguntó acercándose.

—No estoy enojado, no contigo bebé.

—No entiendo.

—Estoy enojado conmigo.

—¿Puedo hacer algo para que te sientas feliz?

—Sí —afirma Jimin—. Un besito, aquí —pide apuntando hacia su mejilla.

Las mejillas de Yoongi se convierten en dos tomatitos, Jimin obviamente abandonó su mal humor y ambos sonrieron por ese gesto que se estaba volviendo tan normal, pero eso no significaba que sus corazones latieran con menos entusiasmo.