Ya habían pasado muchas lunas desde el día que Nahiara se encontró y conoció a Sylvanas en aquel lago desconocido que se volvió un lugar especial para ambas, desde entonces les hacía creer a los centinelas que no quitaban su vista de su espalda que pasaba en su habitación, por lo que ni Tyrande o Shandris sospechan de sus escapadas al bosque, en dirección a sus encuentros con quien, en algún momento, fue General Forestal y en esos instantes le estaba prestando mucha atención a lo que le estaba explicando la mayor.
- Todo cazador tiene habilidades diferentes- le dice Sylvanas sentada sobre la hierba frente a la niña- algunos se complementan con la ayuda de bestias, otros se guían por su instinto de supervivencia, pero también hay quienes se camuflan en su entorno y estudian a sus oponentes antes de atacar- sonríe brevemente- y por lo que he visto has adquirido parte de las tres habilidades desde que nos cruzamos hace tiempo.
- Y por lo que he notado- le dice sonriendo la niña- tu observas y creas una estrategia para luego hacerte notar entre las sombras- se sienta sobre sus rodillas y distingue detrás de Sylvanas unos ojos celestes flameantes y su sonrisa es aún mayor- te quiero presentar a alguien.
Sylvanas ve a la pequeña ponerse de pie y correr detrás de ella en dirección a unos arbustos florales, de donde se asomaba de a poco un sable blanco con ojos peculiares; escucha a Nahiara decirle algo a la criatura y acariciarle el cuello, para luego volver con Sylvanas siendo seguida cautelosamente por el felino.
- Te presento a un viejo amigo- dice sentándose frente a la mayor- disculpa, nunca pregunté tu nombre, ¿y tu familia?- le pregunta al felino cuando se acuesta a su lado.
- Soy Asier, me separé de mi manada para buscarla, princesa- escucha decir al sable, mientras que Sylvanas solo escuchaba gruñidos bajos- ¿quién es ella?
- Ella es Sylvanas, una amiga- le responde acariciando detrás de la oreja del felino- Sylvanas, él es Asier.
- Hola pequeño- la mayor acercó su mano para que el sable la olfateara y se dejara acariciar por ella- me sorprende la forma que te comunicas con ellos; cuando era General Forestal nuestros compañeros de batalla eran dracohalcones, pero se volvieron un poco hostiles.
- Espero algún día conocerlos- responde con sonriendo- desde que tengo memoria he hablado con ellos- dice apoyando su cabeza sobre sus brazos, que estaban sobre el lomo de la criatura mientras que le acariciaba- ellos me llaman princesa, no sé por qué.
- A lo mejor- le responde estirando su mano para acariciar la mejilla de la niña- es porque sienten y ven algo especial en tí, un aura pura cómo la de ellos- le retira un mechón de cabello del rostro- quien sabe y terminas siendo su Reina algún día.
La niña suspira incorporándose sobre sus rodillas repasando en su mente lo último dicho por Sylvanas; amaba estar rodeada de la naturaleza y todo lo que la conforma, sobre todo los animales y sentía curiosidad por conocer nuevas criaturas u otros lugares más allá del Gran Árbol, pero ¿cómo va a conocer el exterior si Tyrande no le deja salir?, realmente no comprende aún por qué no quería que conociera a Sylvanas, si le quisiera hacer daño ya lo hubiera hecho, sin embargo fue todo lo contrario; desde que la conoció ha recibido de su parte mucho cariño y seguridad, aparte de el hecho de que se parecieran físicamente se ha empezado a volver a formular en su mente la pregunta de si realmente es hija de Tyrande y Malfurion, y si ese es el caso ¿por qué no están con ella? ¿estarían vivos siquiera?
- Hey- saca de sus pensamientos a la niña acariciando sus cabellos platino, al ver que sus ojos se cristalizaban un poco- ¿qué pasa linda?
Asier al escuchar a la mayor se incorpora sobre sus patas para acercarse un poco más a Nahiara y frotar su cabeza contra la mejilla de la niña soltando un pequeño gruñido, la pequeña elfa abraza al sable sin decir palabra alguna, pero lo que preocupa aún más a Sylvanas es escucharla sollozar en el cuello del felino, porque de todas las veces que se han visto nunca la había visto actuar de esa manera y su única reacción fue abrazar a la niña y acariciar al sable que se veía de igual forma preocupado; la niña al sentir el pecho de Sylvanas en su espalda se gira para poder abrazarla con fuerza enterrando su mejilla en su pecho, el cual a pesar de ser frío por la condición de no-muerte de la mayor sentía calidez.
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La Hija de la Plaga
RandomNahiara Menethil Brisaveloz... Su vida no ha sido fácil... Ha tenido que aprender a vivir con los fantasmas del pasado... Sus padres son conocidos por las atrocidades que han cometido... Pero ella demostrará que no es igual a ellos, se ganará el a...