Reinaba la noche en la capital de los humanos, Ventormenta, donde sus habitantes se encontraban tranquilamente cenando o descansando para seguir con la rutina que les esperaba al día siguiente; sin embargo, en el castillo de la ciudad, específicamente en los aposentos del pequeño príncipe de nombre Anduin, se encontraba moviéndose en su cama de forma inquieta y sudaba, estaba sumido en una "pesadilla".
El niño de 8 años observó a su alrededor percatándose de que estaba en un bosque desconocido para él, se giró un poco al escuchar unos leves sollozos detrás de unos arbustos, se asomó de forma cautelosa y pudo ver a una pequeña elfa llorando sobre la hierba verde del bosque, llamado por la curiosidad empezó a avanzar en dirección a la niña pisando una rama en el proceso y que por el ruido la niña levantara un poco su cabeza en su dirección; quedó cautivado por los delicados rasgos de la elfa, su cabello rubio platinado y sus ojos celestes con restos de lágrimas.
-¿Asier?- pregunta la niña incorporándose un poco sobre sus manos.
Anduin quiso responder, pero una sensación de frío le recorrió el cuerpo de la misma forma que a la niña, quien se había incorporado por completo dándole la espalda al príncipe al no escuchar respuesta; estaba consternado viendo la escena frente a sus ojos, unos muertos vivientes se acercaban a la niña y la empezaban a rodear, la niña adquirió una posición de ataque pero eran varios contra ella y él no podía ayudarla, una bruma morada/celeste lo retenía cómo un espectador y era la misma magia que empezaba a emanar de las manos y ojos de la niña; pudo apreciar cómo estos seres soltaban gruñidos a la vez que se acercaban más a ella y la empezaban a sostener entre sus huesudas y sangrientas manos a la vez que empezaba a hacer fuerza contraria para intentar soltarse.
Anduin se empezaba a desesperar y a intentar gritar, pero lo que pudo apreciar fue algo que no esperaba; un grito ensordecedor y de dolor puro salió de lo más profundo de la pequeña elfa a la vez que empezaba a levitar un poco sobre el suelo y que con su magia consumía a los no-muertos que la atacaban, sin embargo, él vió un cambio en el aspecto de la niña, por un breve instante se convirtió en un alma en pena, pero de la nada cerró los ojos y su cuerpo volvió a la normalidad, desplomándose en el suelo de forma abrupta.
-Interesante- escuchó decir a una voz masculina un poco distorsionada frente a él.
De entre medio de la espesa arboleda, un humano de cabello rubio platinado con armadura de metal oscuro con detalles de calaveras con bruma celeste, púas y piel de algún animal, portaba un yelmo que cubría la mayor parte de su rostro y en la parte de sus ojos se podía ver una bruma celeste; empezó a caminar hasta detenerse frente al cuerpo de la pequeña elfa inconsciente empuñando una espada con runas, Anduin pensaba que la asesinaría pero vió como enfundaba la espada entre su larga capa oscura y se arrodillaba apoyando una de sus rodillas en el suelo para apartarle un poco de cabello del rostro de la niña, para luego tomarla en brazos y alejarse del lugar, desapareciendo de la vista del príncipe. Él empezó a negar, queriendo ir tras ellos pero despertó.
-¡NOOO!- gritó abriendo los ojos e incorporándose de la cama.
Los guardias que se encontraban de turno en la vigilancia nocturna de las puertas del niño, se alertaron al escuchar el grito de su príncipe, por lo que acudieron de inmediato a sus aposentos, encontrando a Anduin sudado y con su rostro atemorizado, preocupando a los guardias.
-Mi príncipe- le habla preocupada una de las guardias acercándose a su lado- ¿se siente mal? ¿qué pasa?
El niño no le responde, solamente se queda mirando a la nada preocupando aún más a los guardias, por lo que manda a su compañero de vigilancia ir en busca del Rey Varian con urgencia; el guardia acude con rapidez al despacho donde suele estar el rey a esas horas de la noche, ahí se lo encuentra viendo el mapa del mundo con puntos estratégicos de vigilancia y donde tienen aliados, el guardia entra de forma apresurada, provocando que Varian despegara la vista del mapa para ver al soldado.
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La Hija de la Plaga
RandomNahiara Menethil Brisaveloz... Su vida no ha sido fácil... Ha tenido que aprender a vivir con los fantasmas del pasado... Sus padres son conocidos por las atrocidades que han cometido... Pero ella demostrará que no es igual a ellos, se ganará el a...