Ubicación: Oribos, Tierra de las sombras.
El Sigilo de la Árbitra es absorbido por Zooval de la misma manera que con los Sigilos, mientras que Anduin tiene bajo el control de la dominación a Jaina, Thrall y a Bolvar; Sylvanas llega con arco en mano junto a ellos, quien sonríe satisfecha al ver cómo el plan del Carcelero se cumplía.
Sin embargo, detrás de un pilar, se encontraba Nahiara con los ojos llenos de lágrimas observando, a través de los de su madre, cómo su esposo Anduin sometía a sus amigos, tal cómo lo hizo su padre con gran parte de Azeroth bajo el dominio del yelmo de dominación y la Agonía de Escarcha; pero sabe que el Anduin que está viendo no es más que un recipiente a las órdenes del Carcelero, no es el hombre del que se enamoró.
- Al fin, la última llave- dice Zooval recibiendo en su pecho el Sigilo faltante- es una vez más mía.
El rostro de Sylvanas se endurece al ver cómo Zooval viste una armadura similar a la del Rey Exánime y el portal que se abrió detrás de él.
- Ahora...- dice Zooval, estirando su mano al trío de dominados por la espada de Anduin- arrodíllense.
Anduin baja la espada al ver cómo los tres eran encadenados por el Carcelero mientras caen de rodillas ante ellos.
- ¡El camino está abierto Zooval, tenemos lo que necesitábamos!- exclama Sylvanas.
- He soportado demasiado tiempo el defectuoso diseño de los Creadores, forjaré una nueva realidad- dice Zooval, mientras era escuchado por Sylvanas, ella deja de verle para dirigir sus iris rojas a su yerno, Anduin, a quien no le dejó opción más que ser dominado por el Carcelero- donde todos servirán.
Al escuchar esas palabras, Nahiara sabía el peso que estas causaban en su madre; Sylvanas cerró los ojos al escuchar en su mente la voz del padre de su hija, Arthas, decir que le servirá. Ésta toma su arco apuntando a Zooval mientras creaba una flecha para luego disparar, pero antes de que llegara al Carcelero, la flecha es detenida por él mientras ve a la Reina Alma en Pena.
- Yo nunca serviré- dice Sylvanas.
- Lástima- dice el Carcelero, tomando por suyas las acciones de Anduin, quien pone su espada en el cuello de Sylvanas- todavía encadenada a la mortalidad- éste abre un portal por el cual mete su mano y saca una piedra azul- me ayudaste a restaurar algo que me robaron, permíteme devolverlo con la misma moneda.
Nahiara, por medio de los ojos de su madre, pudo ver cómo Zooval le regresaba la parte del alma que su padre le arrancó siendo ella General Forestal a las afueras de Lunargenta; Sylvanas cae de rodillas por el impacto de lo que le devolvieron y Anduin baja la espada mientras la observa.
- Te dejo a merced de ellos- dice Zooval mientras saca de sus dominios a Jaina, Thrall y a Bolvar- ven- invita a Anduin, a quien se le cae un objeto de la armadura- se el primero en presenciar el fin de la realidad- para luego cerrar el portal.
El trío de héroes se acerca amenazadoramente a Sylvanas, quien seguía apoyada en el suelo, ella gira su rostro para verlos con los ojos azules que tuvo en vida.
- No debe alcanzar... - alcanza a decir Sylvanas antes de desmayarse.
Nahiara al saber las intenciones de los héroes salió de su escondite sacando su arco, para luego dar una vuelta en el aire desde la plataforma en la que se encontraba, aterrizar de pie delante del cuerpo de su madre creando una flecha y apuntarles con la misma a ellos con un rostro serio.
- Aléjense- les dice Nahiara- si dan un paso más no dudaré en disparar.
- Nahiara baja el arco- dice Thrall- estás actuando con la cabeza caliente.
- No cambiaré de opinión- le responde impasible.
- Sylvanas tiene que pagar por todo lo que ha provocado- dice Bolvar.
- Lo sé- le responde suavizando levemente sus facciones luego de unos minutos en silencio- pero no es momento de hacerlo- baja de a poco el arco, estando atenta a sus movimientos- cuando recobre la conciencia le pediré respuestas.
- Está bien- responde Jaina, sabiendo el dolor que siente la Reina de Ventormenta por todo lo que ha pasado.
Nahiara se aleja un poco para recoger el objeto que se le cayó a Anduin antes de cruzar el portal; lo reconoció al instante, era la brújula que le perteneció al padre de su esposo, Varian, siempre la llevaba con él. Pasó su dedo por la foto de Anduin de la tapa de la brújula soltando lágrimas y sollozos.
Te encontraré Anduin- susurra para ella entre lágrimas viendo la fotografía- lo prometo...
*Uffa chiquillos, esta escena es parte del parch 9.1 "Cadenas de Dominación", del final; la intención de esta parte es importante al igual que las otras que iré subiendo (puede que lo haya escrito para comerles un poquito la cabeza, jeje), así que eso pss. Espero que les haya gustado, voten y comenten para que esta historia vaya llegando a más personas y disfruten de ésta. CUÍDENSE, nos seguimos leyendo*

ESTÁS LEYENDO
La Hija de la Plaga
AcakNahiara Menethil Brisaveloz... Su vida no ha sido fácil... Ha tenido que aprender a vivir con los fantasmas del pasado... Sus padres son conocidos por las atrocidades que han cometido... Pero ella demostrará que no es igual a ellos, se ganará el a...