Ubicación: Darnassus, Teldrassil.
Siete años después...
Una pequeña elfa noble de cabello casi blanco vestida con un vestido con tonalidades violetas y turquesas, se encontraba riendo a la vez que corría sobre sus descalzos pies entre la espesa arboleda mientras era seguida por un sable de hielo, pero el felino se puso delante de la niña adaptando una posición de defensa y con actitud de atacar si era necesario viendo un punto fijo detrás de unos arbustos, paró de reír para acercarse al sable.
-¿Qué pasa Ash'alah?- le pregunta al sable de hielo de su madre acariciando su lomo, quién gruñe en respuesta.
-Hay alguien más aquí- escucha un susurro en su cabeza junto al gruñido del felino.
-Ya sé que hay alguién ahí- dice mirando a los arbustos- no tengas miedo, no te haremos nada- y entremedio de estos vió unos ojos rojos, los cuales se le hacían conocidos de alguna parte.
Pasaron unos cuantos minutos hasta que los recuerda, cada noche soñaba con una silueta femenina que murmuraba una canción mientras mecía en brazos un pequeño bulto y lo que resaltaba de ella, eran sus ojos. Se iba acercando despacio a los arbustos, hasta estar a punto de tocar las hojas, pero tuvo que girar el rostro al escuchar que la llamaban y al voltear la vista a los arbustos, los ojos rojos ya no estaban.
-Nahiara- la llaman más de cerca- te he buscado por todas partes- dice Shandris aliviada- te alejaste mucho esta vez.
-Estaba paseando con Ash'alah- dice acariciando al sable en el cuello- me aburría encerrada en casa.
-Lo sé- le responde Shandris- pero sabes qué mamá solo te está protegiendo- dice tomándola en brazos- sobre todo ahora que hay intrusos talando la arboleda.
-No lo haré de nuevo- le dice abrazando el cuello de su hermana.
-Más te vale pequeña escurridiza- le dice sonriendo y haciendo cosquillas en su cuello- mamá te andaba buscando- la baja de sus brazos, para montarla sobre el sable y subirse detrás de ella- llegaron visitantes y te quiere con ella.
-Andando Ash'alah- le dice la pequeña al sable acariciando sus orejas- llévanos con mamá.
-Afírmese princesa- escucha en su cabeza la voz del sable, mientras este lanzaba un rugido.
Montadas sobre el sable, llegaron al Templo de la Luna, donde las esperaba Tyrande, quien estaba conversando con dos personas desconocidas para ella. Shandris se bajó del lomo del felino, para que le siguiera con Nahiara encima; al llegar al lado de su madre, sintió algo extraño en el humano con la cicatriz que estaba al lado de un elfo nocturno.
-Mami, ¿me buscabas?- dijo interrumpiendo y observándola con una sonrisa.
-Sí hija- le responde- ellos nos ayudaron contra algunos de los invasores, Broll y Lo'Gosh- los presenta- ella es mi hija, Nahiara.
-Hola- les saluda con un movimiento de mano, bajando del sable, estos le responden el saludo algo sorprendidos al verla, por la obvia diferencia entre ambas- mami- le susurra agarrando su mano- siento algo extraño en la mente del humano, ¿puedo hacerlo?- le pregunta mirando su pequeña mano, esta asiente un poco indecisa.
Nahiara se acerca al hombre un poco tímida, este al ver sus intenciones apoya su rodilla en el suelo observándola.
-¿Qué pasa pequeña?- le pregunta, sintiendo tranquilidad al verla a los ojos.
-Su mente- le responde, acercando sus manos, con unos destellos celestes en sus pequeños dedos, a las sienes de su contrario- ¿puedo?
Al ver que tenía su consentimiento, los destellos de sus dedos penetraron una barrera de magia extraña y de sus ojos empezó a salir unas llamas de fuego celeste. Vió una coronación y una boda, vió al mayor abrazando a una mujer rubia, quien tenía un niño en brazos, la imagen cambió y contempló cómo lloraba aferrado al cuerpo de la rubia, volvió a cambiar y le vió despidiéndose del niño con un abrazo, por último le vió luchando en alguna parte de Kalimdor. Separó despacio sus dedos de sus sienes, mientras sus ojos volvían a la normalidad y le mira. Él la observa sorprendido, gracias a ella parte de sus recuerdos volvieron.
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La Hija de la Plaga
DiversosNahiara Menethil Brisaveloz... Su vida no ha sido fácil... Ha tenido que aprender a vivir con los fantasmas del pasado... Sus padres son conocidos por las atrocidades que han cometido... Pero ella demostrará que no es igual a ellos, se ganará el a...