Capítulo 13: Balas de Odio

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*Oslo, Noruega*

El tiempo volvió a pasar en un abrir y cerrar de ojos, trayendo consigo algunas novedades, siendo las más notorias el creciente éxito de la banda de Ragnar, el debut de Malai como pintora y el comienzo del entrenamiento de William, quién al igual que su padre había entrado a la CIA, pero esto no es todo pues, la boda de Ragnar y Malai estaba cada vez más cerca, ya que habían fijado la fecha para que coincidiera con la llegada del verano en las frías tierras de Noruega.

-¡Es sorprendente lo rápido que pasó el tiempo!... Su boda está a la vuelta de la esquina- dice Britta observando a Malai quién se hallaba ayudando a su hermana Lawan con su tarea.

-Es verdad, faltan apenas unas semanas, y hemos estado bastante ocupados con la universidad, el trabajo y ahora la boda, pero de alguna manera lo hemos hecho bien- dice Malai volviendo su mirada hacia su suegra.

-Sí, han Sido días muy ajetreados- responde la danesa a los comentarios de la joven quien con suspiro de alivio continúa ayudando a Lawan, que tras escuchar la conversación no puede evitar dar un pequeño comentario.

-Yo creo que mientras puedan estar juntos, esas complicaciones son lo de menos... al fin y al cabo se nota lo mucho que ustedes dos se aman- exclamó la pequeña Lawan con una sonrisa.

-Tienes razón Lawan, esos dos siempre demuestran lo mucho que se aman- exclamó Britta entre risas afirmando el comentario de Lawan.

*Al mismo tiempo. Volgogrado, Rusia*

-¿Entonces Katya se va este fin de semana?- pregunta Svetlana mientras se pone su maquillaje.

-Sí, eso fue lo que me dijo, que ayudará a su hermano y a su prometida con los detalles que faltan para la boda- responde Søren a la vez que acomoda su corbata -Obviamente, nosotros también iremos para el día de la boda- agrega.

-¿Aún cuando tu hijo probablemente no te quiera ahí?- pregunta la rusa observando a su esposo desde el espejo.

-Aún con eso, además será un buen cambio de aires para nosotros, llevamos mucho tiempo sin salir juntos a algo que no sea de trabajo- responde el sueco con mucha seguridad a lo que su esposa lo mira y le sonríe de forma coqueta.

En ese mismo momento Katya se hallaba de compras junto a su amiga Ekaterina, con se conocía desde que era pequeña pues, era la hija de una de las amigas de su madre, lo que había llevado a que ambas se hicieran muy buenas amigas.

-¿Entonces te vas este fin de semana?- pregunta Ekaterina con curiosidad.

-Sí, aprovecharé que ya casi comienzan las vacaciones de verano e iré para ayudarles a mi hermano y a mi cuñada con los preparativos finales de su boda- responde Katya mientras recorre una de las tiendas del centro comercial con su amiga.

-Parece que ahora te llevas muy bien con tu hermano, recuerdo que cuando recién lo conociste parecía no agradarte en lo absoluto- exclamó Ekaterina entre risas.

-Eso es cosa del pasado, Ragnar y yo nos llevamos muy bien- afirmó Katya sonrojada.

-¿Le tomaste cariño verdad?- pregunta la chica de cabello oscuro en todo jocoso y con una leve risa.

-Tú también lo harías sí lo conocieras- aseguró la rubia con una mirada sarcástica y dejando salir una pequeña risita.

-Pues tendré que conocerlo entonces- exclamó Ekaterina con risas.

Así pues, el día de la boda llegó, las sonrisas eran el común denominador en aquella capilla, la boda transcurrió sin más dilación y para este punto, todo parecía ir bastante bien, sin embargo nadie contaba con lo que podría suceder en el momento en el que Søren y Svetlana se acercaron a Ragnar y Malai.

-Ragnar y... Malai... ¿Verdad? ¡Muchas felicidades!- dice Søren observando a los recién casados.

-Muchas gracias señor...- responde Malai confundida.

-Søren, soy el padre de Ragnar y Katya, y ella es Svetlana, mi esposa y la madre de Katya- responde ante la notoria confusión de la chica.

-Te has convertido en todo un hombre- exclamó el sueco observando a su hijo.

-No gracias a ti, de eso estoy seguro- responde Ragnar con un notorio desagrado -Y aunque sabía que era posible que te aparecieran por aquí, no recuerdo haberte invitado- agrega.

-Comprendo que para ti yo no sea bienvenido... y sí... no me invitaste pero, no quería perderme la boda de mi primer hijo- afirmó el sueco con una sonrisa.

-Perdiste el derecho a llamarme "tu hijo" hace mucho tiempo- declaró el noruego con una sonrisa sarcástica.

-Si tú lo dices... pero... no vas a echarnos... ¿O sí?- exclamó Søren con cierto descaro.

-¡Haz lo que quieras!... No pienso amargarme este día viendo tu estúpido rostro, pero por respeto a mí hermana no los voy echar, además como podrás notar, hoy estoy de muy buen humor, así que... sólo no seas una puta molestia ¿Capisci?- espetó el joven noruego viendo a Søren directo a los ojos.

-Capisco- responde Søren con un tono cínico.

Mientras tanto, Katya y Britta se percataron de lo que sucedía y de inmediato se acercaron a Rgnar y Malai para retirarse hacia la recepción de la boda, mientras estos se retiraban Katya observaba a su padre con cierta molestia mientras que Britta ni siquiera le dirigía la mirada.

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