Jonah había ahorrado dinero por seis meses para poder estar con Daniel en el cumpleaños del alfa, había subido al avión hace un par de horas, le faltaban minutos para aterrizar. No era su primera vez haciendo eso, era la segunda, pero Daniel cambiaba al paso de los días. Tratando de descubrirse.
Cuando Jonah llegó al aeropuerto de Estrasburgo, salió del lugar con su maleta en mano y tomó un autobús hacia el lugar donde vivía Daniel. Este aún tenía un par de clases ese día, para suerte de Jonah su curso de repostería había acabado dos días antes.
Había llegado al edificio, sacó la llave de su abrigo, abrió la puerta del edificio, entró al lugar, subió los tres pisos por las escarelas en forma de espiral con su maleta en mano. Introdujo la llave en la puerta del departamento de Daniel y al entrar el olor del alfa llenó sus pulmones. También pudo notar un olor jengibre.
Trató de ignorar ese detalle, llevó su maleta al cuarto de Daniel donde su aroma era más intenso. Salió de ahí y fue hacia la cocina, abrió el refrigerador y vio algo de queso, tocino, huevos y condimentos. Abrió los gabinetes encontrando galletas, cereal y una hogaza de pan. Sonrió sin creerlo.
Decidió poner a cargar su teléfono y sentarse en el sofá a esperar a que Daniel llegara. Cuando esto pasó Jonah volteó pada ver a Daniel y solamente lo vio cerrar la puerta, dejar caer su mochila al piso y correr hacia él, para dejarse caer encima de Jonah que ahora estaba acostado en la cama. Jonah rió, sus brazos viajando de inmediato para rodear a su alfa.
- Feliz cumpleaños- dijo antes de que Daniel lo besara. Después se sentó sobre Jonah, su sonrisa amenazaba con partir su rostro a la mitad.
- Te has convertido en el mejor regalo que puedo tener- Jonah rió sus mejillas volviéndose rosadas, como extrañaba esto.
- Te amo- susurró jalando el collar que el alfa usaba para besarlo una vez más. Pasando su mano por el cabello de Daniel que el alza por fin había empezado a dejarlo crecer.
Después de unos minutos, decidieron terminar su sesión de besos, ambos se sentaron y esta vez Jonah se acurrucó contra Daniel. Ambos estaban felices, eran dos veces al año donde podían verse en persona. El cumpleaños de Daniel y las fiestas.
Lo cual significaba que se veían al final y principio del año, después de casi siete meses se veían en el cumpleaños de Daniel cuando Jonah viajaba a Francia. No se veían en el cumpleaños de Jonah ya que era en noviembre, pero no había vacaciones en esa época y ambos habían decidido que era mejor no faltar a clases.
Habían pedido comida a domicilio, Jonah ayudó a Daniel a ordenar y hacer una lista de víveres que el alfa necesitaría comprar cada dos meses para comer bien. Algo que solo hizo a Daniel rodar los ojos. Pero Jonah debía asegurarse que su alfa estuviera bien.
- ¿Para qué quiero pasta?-
- Para comer-
- Yo como en el trabajo y en la universidad, no necesito todo esto aquí, casi no estoy aquí- Jonah lo vio seriamente- Te juro que estoy comiendo bien y si quieres confirmarlo puedes preguntarle a André, Audrey y a Ethan-
Jonah dejó la hoja donde escribía y el lápiz en el piso y levantó su cabeza para ver a Daniel, el alfa se había quedando viendo la letra de Jonah en la lista.
- ¿Quién es André?-
- Te he hablado de él, es un alfa y es mi compañero de la universidad- Jonah asintió, Daniel tomó la lista y el lápiz, escribió jugo de manzana, levantó la cabeza- ¿Por?-
- Beta, me habías dicho que era un beta-
- Omega, beta, alfa, es lo mismo- regresó su atención a la lista y pasó su dedo sobre la pequeña nube que Jonah había dibujado en la punta de la hoja- ¿Crees que es mejor idea comprar fresas ó moras?-