Capítulo editado!
Los inviernos en Paradis eran bastantes sombríos, aquellos rayos de sol se veían opacados por las constantes nubes de lluvia y como todas las temporadas, esta noche no se libraba de ello. El viento chocaba contra las ventanas del sexto piso, haciéndolas retumbar y generar un sonido, alterando de vez en cuando tu corazón. Mirabas tu cuerpo con atención en el espejo, observando como cada parte de el se veía favorecido por lo que llevabas puesto. La melodía de PURE de Cigarettes After Sex, invadía tus oídos de una manera linda, tarareando la canción para acercarte al tocador y tomar el delineador en liquido.
—¿Te falta mucho? —preguntó tu novia detrás tuyo
Su alta y delgada figura se reflejaba en el espejo. Podrías observar todo lo que llevaba puesto; su camisa blanca y holgada dejando algunos botones abiertos, aquel sostén negro de encaje que sobresalía. Yelena era todo un espectáculo a tu gusto. Tenía leves marcas que le habías hecho la noche anterior en su cuello, las cuales no se molestaba en ocultar, quizás le gustaba presumir. Soltaste una risa nasal cuando te diste que te habías pasado un poco.
Siempre lucía arreglada y limpia, todos los meses cortaba su cabello para que tuviera una forma tan perfecta que la caracterizaba, su perfume invadiendo toda la habitación cuando se lo colocó.
—Solo maquillarme —le respondiste dándote la vuelta y regalándole una tímida sonrisa.
Lena y vos habían estado conviviendo desde hace meses, fue una salvación a decir verdad, la situación en tu hogar era un caos constante, el cual te llevaba a entrar en crisis repetidas veces. Vivías prácticamente de la beca que te ofrecía la universidad, para al menos darle una pequeña ayuda a tu novia quién estudiaba abogacía y trabajaba. Siempre creíste que tener contactos y padres que puedan darte un lugar dentro del mundo laboral facilitaba mucho las cosas. Aún así el suelo era excelente, pagaba la mayoría de la renta y vivías bajo su techo.
Las beneficiaba a ambas de decir verdad, te tenía cerca y tenías un lugar donde refugiarte.
No te comparabas a su lado, luego de tu renuncia en aquel restaurante de comida rápida, no volviste a conseguir empleo, era bastante complicado la idea de estudiar y trabajar al mismo tiempo. Tu rendimiento había bajado por esa misma razón y no querías atrasarte con las materias más de lo que ya lo estabas.
Suspiraste ante lo mencionado con anterioridad, esa idea aveces hacia mucho ruido en tu cabeza.
—Jean me dijo que invitará a Hange —acotó para abrir el armario y tomar una campera de cuero, pasando sus brazos por las mangas. Una corriente eléctrica recorrió tu cuerpo al escuchar ese nombre salir de sus delgados labios, sabía a la perfección tu situación con ella. Levantaste la vista e hiciste contacto visual, sus ojos grises eran imposibles de evitar y no tardaste mucho tiempo en apartarla —, hace mucho no se ven, ¿No?
Tres años.
—Mhm —fingiste desinterés mientras trazabas una línea sobre tu parpado, tenías experiencia en esto, lo habías hecho tantas veces que era algo automático —¿Qué se supone que tenga que hacer?
Tomaste el rimer para ponerlo en tus pestañas, eso siempre hacia relucir tus ojos.
—Eso me pregunto yo —murmuró por lo bajo, el sentir aquel tono supiste a la perfección lo que se avecinaba, aquella parte que más odiabas de Lena. Pero que por alguna razón, a la que ya estabas acostumbrada.
Fue increíble el ver como no dijo nada después de eso, tu cuerpo y garganta se estaba preparando para las múltiples escenas que te brindada con cotidianidad. Soltaste un suspiro de relajación para apreciar el silencio, de esta manera terminaste tu maquillaje. Hecho esto te paraste y tomaste el primer abrigo que viste, una campera de jeans oversize que llegaba a cubrir tus puños. Aquella sensación te gustaba, te sentías abrazada por la tela en tu cuerpo.
ESTÁS LEYENDO
CASSETTE | hange zoë
Fanficカセット (+18) Donde el amar a hange zoe resulta ser más difícil cada fin de semana y en donde su guitarra, te guiará hasta el final. Generando maravillosas melodías. AU moderno, actualidad. (el fanfic incluye tanto a Yelena y Hange, sin embargo, es...