ocho

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tw: ataques de ansiedad, autolesiones (no es detallado)

—¿Por qué mierda estás hablando con Hange?

Realmente sería mejor que le hubieses dicho la verdad desde un principio. Su rostro estaba serio, pero mantenía aquel semblante sereno que te intimidaba muchísimo más.

—¿Por qué revisas mi celular? —te acercaste e intentaste sacárselo de las manos, pero claro, Yelena medía básicamente dos metros. Luego de múltiples intentos ella accedió a dártelo—Lena por favor, hace meses no lo hacías.

Retrocediste y una corriente fría recorrió todo tu cuerpo, respirando de forma agitada por el miedo de lo que podría pasar.

No le tenías miedo a Lena, ella jamás podría hacerte daño. Pero, Hange era la que te preocupaba. Mucho más sabiendo el tipo de relación que tenían actualmente.

Tu novia era una constante interrogante.

—¿Hace meses no lo hacía? —dijo con ironía para luego reír —Todo sería mucho más fácil si no serías como siempre sos.

—¡Dios! no podés admitir que está mal lo que estás haciendo...—suspiraste, tratando de llevarlo con calma, realmente no querías discutir pero tu voz era irritante a sus oídos—¿Por qué no confías en mi?

Te señaste a vos misma con tus manos, recibiendo su ceño fruncido y quejido.

—Confío en vos, en quien no confío es en Hange ¡Es que es increíble!—chistó —Después de años de irse sin decir nada y meses de tratarte mal, viene de la nada y cree que puede arreglar todo con mensajes de mierda... y lo peor de todo ¡Es que caes en su juego!

—Juego... si a juego le llamas tratar de arreglar las cosas entonces sí —resaltaste aquella palabra sobre toda la oración.

—En ningún momento parece que quiera pedirte perdón... —reclamó y eso te hizo pensar más de la cuenta —más bien parece que lo hace porque quiere tenerte pendiente que nuevamente existe.

Aquellas palabras habían quedado rondado en tu mente, generando un profundo y extraño eco.

Quizás tiene razón.

—Decime —llamó tu atención para que subas la vista —, la noche que Jean hizo esa fiesta, ¿Te pidió perdón, no? —asentiste un tanto confusa, quizás las había escuchado o alguien le contó —¿En serio crees que lo sintió?

La respuesta saliendo de tu boca fue un no muy bajo, casi teniendo vergüenza de decirlo.

Y odiabas tanto que esa sea la respuesta, todo lo que necesitabas era esa simple palabra. Todo lo que necesitabas era hablar con ella de una manera honesta, pero ambas eran tan hostiles que cuando se disponían a hablar de aquel tema, su orgullo jugaba de forma muy activa.

Hange también necesitaba tu perdón.

—Entonces no hay nada que discutir...

Te negabas a aquella idea, querías que ella cambiara.

—Esto me pasa por salir con la "ex" de mi amiga, si es que puedo llamarlo así —dijo de repente. Había sido una palabra bastante cruel a tus oídos—, aveces desearía que superes a esa de una vez.

Dolía saber que algo dentro tuyo jamás pudo dejarla ir.

Y también dolía el hecho que haber agarrado lo primero que te dió amor luego que Hange se fuera, sabías que nada bueno iba a salir de aquel hecho. Pero, no pudiste evitar encariñarte y amar desperadamente y hasta por cierta obligación a quien tenías frente a vos.

CASSETTE | hange zoëDonde viven las historias. Descúbrelo ahora