veinte

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¿Se lo vas a decir?

—Ymir, estás loca... Lena se va a poner mal.

Culpa.

Se va a poner peor si es que lo estás ocultando, (n). Ella te lo dijo, no le hace bien que estés cerca de Hange y no lo entendes.

—¿Estás de su lado ahora?

Hoy no era uno de tus días. Los problemas que llevaba dentro tuyo parecían acumularse en tu pecho y formar un montón de mierdas sin sentido.

Sos mi amiga, pero, esto no me gusta. No creo que te haga bien, de la nada está tratando de ser mejor persona y vuelve a cargarte  de problemas a vos y también  a Yelena.

Tu mirada estática e inerte preocupó a Lena, quien te trató de animar con algún comentario sin sentido, algo que te haga hablar. Jamás habías estado tan callada por tanto tiempo y jamás, habías estado tan distante ante tu novia.

Y la culpa se cargaba en tu pecho.

Es mejor que se lo digas... sino voy a terminar diciéndoselo yo.

El aire tenso en ese bar, era agobiante. Había mucho ruido, se sentía pesado y el olor a cigarrillo mezclado con el encierro te revolvía el estómago. Todavía faltaba mucho para ver a Jean tocar o que suceda algo interesante. Mikasa y Sasha se fueron al baño.

Donde va una va la otra.

No era nada nuevo, siempre era lo mismo. Eren y Armin no estaban, lo cual era mucho mejor, no había nadie más que ustedes tres.

—Mh, no.

Yelena se acercó a besar tus labios pero rápidamente lo rechazaste. Ella suspiró rendida a tu falta de compromiso en ese momento y se convenció que no podía hacer nada más.

—¿Qué pasa? —te preguntó mientras dibujaba trazos sobre tu espalda desnuda gracias al
detalle del vestido —¿Estás de mal humor?

La rubia miró a su única amiga y ambas hicieron un gesto de confusión y extrañeza. Ymir había intentado ayudar en repetidas ocasiones pero era imposible, hoy no estabas en tierra.

Tu mente más bien divagaba sin sentido en el pasado o en lo que pasaría al llegar al departamento, que pasaría cuando Lena se disponga a besarte una vez más, a tocarte o intentar subir el tono de las cosas. Que pasaría al sentirla y si ese instante de placer lograría
llenar el vacío que estabas sintiendo últimamente.

Creías que se había terminado eso y por primera vez, alguien había logrado hacer que te dejes de sentir así; vacía, sin rumbo o exhausta de la vida, pero no. No lo había logrado y el efecto rebote que generó fue devastador, su relación estaba tan tensa y desgastada que jurabas que una pelea bastaría para romperla.

—¿Por qué estamos juntas?

Fue una pregunta tan fuera de lugar que hasta lo sentiste así.

—¿Qué? —Lena preguntó y rió, creyendo que hablabas en chiste. La miraste pero ella desvió el contacto, girando la cabeza.

—No, de verdad..¿Por qué estamos juntas? —insistente y clavaste tus ojos en su perfil —es una mierda todo, no hay temas de conversación, trabajas, me siento cansada…

Ibas a seguir pero no hiciste.

—No hagas esto ahora, por favor —te interrumpió y suspiró agotada por tus palabras.

En un rápido movimiento se levantó y le dió una rápida mirada a Ymir que había escuchado toda la situación y sabía de sobra que era lo que pasaba entre las dos. La de pecas tenía la versión de cada una, por un lado, la afligida y mentalmente inestable tuya y el sentimiento de segunda opción de Lena, o mejor dicho, lo que usabas para superar y dejar de sentir el vacío en tu pecho.

CASSETTE | hange zoëDonde viven las historias. Descúbrelo ahora