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Hyunjin aún masajeaba el costado de su cabeza, donde el zapato de su madre había impactado luego de que se lo lanzara desde la cocina con una fuerza increíble y una puntería perfecta.

Había regresado de la escuela con la peor boleta de calificaciones antes vista por la pobre señora Hwang; como última voluntad, el padre de Hyunjin había dejado el dinero suficiente antes de morir para que el pelinegro fuera a la mejor escuela y su esposa cumpliendo con las palabras de su esposo inscribió a Hyunjin a una muy costosa escuela que el menor no aprovechaba para nada...

Digamos que al principio fue comprensible, estaba deprimido, su padre acababa de morir y él no tenía cabeza para esas cosas, por eso cuando el primer parcial reprobó todo, su madre no le dijo nada malo, lo comprendido y le dio apoyo, alentándolo a que el siguiente le iría mejor.

Claro que cuando se siguió así medio año escolar no pudo seguir aguantándolo y por muchas amenazas que dijo, Hyunjin nunca se las creyó, así que siguió perdiendo el tiempo en la escuela con sus amigos Han Jisung y Lee Minho, aunque ellos si iban un poco mejor con sus calificaciones.

Hoy habían dado las notas y como siempre Hyunjin había reprobado todo, si aún no lo habían sacado de la escuela es porque la señora Hwang pagaba la cuota puntual, pero ahora, luego de ver de nuevo todas las notas reprobatorias se cansó.

—¡Es el colmo contigo Hwang! Ya no puedo más ¡Estoy harta!

—Relájate mamá...

—¡NO! Ya me colmaste la paciencia—se levantó solo para ir a la cocina por su teléfono y llamar a la escuela—En este instante te voy a retirar de la escuela y más te vale que consigas un trabajo porque no voy a tener a un bueno para nada en mi casa.

A Hyunjin no se le ocurrió más que la fantástica idea de chasquear la lengua y girar los ojos con fastidio.

Algo que su madre vio.

Y que pagó con un zapato directo en su cara.

Después de eso, el simplemente mejor se salió de la casa antes de recibir algún otro golpe.

Ahora estaba ahí, sentado en la calle fumando un cigarrillo y suspirando por todo lo que estaba pasando.

Nunca creyó que su madre de verdad llegara a ese extremo.

Sacó su teléfono y le marcó a Han, al parecer hoy no podría dormir en casa; el celular replicó 3 tonos y el menor por fin respondió.

—¿Qué pasa Jin?

—¿Puedo dormir hoy en tu casa?

—Seguro ¿Qué pasó?

—Peleé con mamá... al parecer por fin la saqué de quicio lo suficiente y me va a sacar de la escuela.

—¿¡QUÉ!?

—¿Tú también me vas a gritar? —preguntó ofendido.

—No...—suspiró—Ven a la casa...

—Gracias—y sin más colgó, levantándose y quitándose el polvo de la ropa para emprender camino hacia la casa de su amigo.

Jisung era algo así como un niño rico bien portado con su mamá y un desastre cuando estaba con ellos, de hecho, mantenía una relación a escondidas con Minho, y no es porque su familia fuera homofóbica o algo así, no, nada de eso, era porque querían casar a Jisung con otro chico, hijo de un socio de sus padres.

Algo bastante estúpido considerando la época en la que estábamos digo, los matrimonios arreglados eran cosa de la edad media o algo así... Jisung ni siquiera lo conocía, pero esa fue razón suficiente para buscarse novio y llevarle la contraria a sus padres, así fue como conoció a Minho y ambos se entendieron tan bien, que simplemente la química surgió en unos cuantos días y formalizaron.

NOVIO DE ALQUILERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora