𝐌𝐀𝐍𝐋𝐀𝐍𝐃 |༶| J.JK

જ➤ 31「❀」

── 「❀」 ──

Luces blancas cegadoras. Voces celestiales que cantaban al unísono en un coro.

Y luego solo oscuridad.

Abrí los ojos de par en par, y luego los cerré de inmediato al sentir la claridad hacerme daño en los ojos.

Restregué mis ojos para despabilarme, haciendo una mueca de incomodidad al sentir un calor sofocante abrazando mis piernas. Parpadeé, y esta vez si enfoqué mi vista en la pared azul a mi vista, en dónde había un bonito estante de madera con lo que parecían libros coloridos de historietas.

Fruncí el ceño confundida.

Me incorporé en la cama para poder detallar mi entorno.

Era una habitación mediana, una mesa con un computador se hallaba frente a la cama, a mi lado una pequeña mesa de madera oscura con una hermosa lámpara sobre ella. En la otra pared había un plasma tv con un cybe instalado (uno similar al que hay en el apartamento en Seúl) ¡Vaya!

¿En dónde estoy?

No fue, hasta que detallé el armario de madera oscura que estaba al otro lado de la habitación, que caí en cuenta de en dónde estaba.

¡La habitación de Jungkook en Busán! ¡Oh, dios! ¡Estaba tan cambiada y renovada!

Antes las paredes no eran azules, y no había un plasma con un Cybe de última generación instalado. Muchos detalles habían cambiado, como la enorme y bellísima alfombra gris peluda y con aspecto de ser muy sueve en medio de la habitación, o los sofás blancos que se hallaban junto a la ventana con elegantes cortinas grises también.

¡Estaba fantástico!

Oh, ¿Cuándo habíamos llegado? Y ¿Qué hora era? ¿Dónde estaba Jungkook?

Quería saber todas aquellas respuestas, por eso, comencé a levantarme de la cama hasta quedar sentada en la orilla.

Oh, dios, sentía mis piernas entumecidas y asfixiadas en aquellos jeans. Fruncí los labios, incómoda, queriendo deshacerme de ellos de una vez por todas.

Y mientras trabajaba en el duro proceso de quitarme los jeans, recordé el día anterior: Jimin y Jungkook peleándose a cada rato por todo, mi conversación con Jungkook sobre usar más seguido estos horribles pantalones para pasar desapercibida, y sobre que no dejara que nada malo me pase ante los extraños secuestros. Suspiro inconscientemente reprimiendo una sonrisa tímida... Y luego de eso, nada más, me quedé dormida.

Y es que había estado muy cansada pues últimamente los sueños se han hecho más confusos y constantes. Sueños que me dan una extraña sensación de familiaridad. Tan extraño, que no los recuerdo cuando despierto.

Estoy tan ensimismada en eso, que no me percato de ese momento justo en donde la puerta de la habitación es abierta por un Jungkook en solo unos shorts, con el torso desnudo y con una toalla blanca al rededor de su cuello. Su cabello azabache está húmedo, y gotas de agua corren por su musculoso torso de marcados abdominales.

Abro los ojos de par en par, y siento mis mejillas arder al punto de ebullición.

Desvío la mirada hacia mis muslos desnudos, y es que el jean se había quedado atascado en mis rodillas, no querían seguir bajando por más fuerza que utilizara. Era inútil. Aun así, la camiseta blanca que llevaba puesta me cubría hasta la mitad de los muslos.