𝐌𝐀𝐍𝐋𝐀𝐍𝐃 |༶| J.JK

જ➤ 25「❀」

── 「❀」 ──

Mi padre nos ve aparecer en el comedor, aún siendo temprano en la mañana. Nos sonríe en grande y tengo que volver a decir que jamás lo había visto así de feliz; como si aquel hombre de sonrisa rota y mirada apagada se fuera ido para siempre; y eso no podía gustarme más.

Yo inmediatamente tomo asiento en la mesa tomando mi celular para revisar las redes, distinguiendo el delicioso aroma del desayuno que preparaba mi padre, y es que debía reconocer que él si era bueno en la cocina.

Veo de reojo a Min Ki acercarse al mesón de la cocina para observar lo que mi padre hacía, fijándose en sus acciones con gran interés.

Mi padre le mira y le sonríe.

── Pensé que ayer había sido un sueño... ── le dice él, en una sonrisa nostálgica.

── Es muy real, señor Jeon ── Min Ki le sonríe ── ¿Puedo ayudarle en algo?

A mi padre se le notaba muchísimo lo tanto que apreciaba a Min Ki, ¿Y quién no lo haría? Era tan linda e inocente que, fácilmente podía ganarse el corazón de las personas; eso yo podía confirmarlo.

── Toma asiento con Jungkook linda, yo me haré cargo del desayuno ── le dijo mi padre con amabilidad y ella asintió.

Pronto Min Ki se sentó en la mesa frente a mi, y yo guardé mi celular al comprobar que en Busan la señal era de lo peor; al menos en este lugar.

Miré a Min Ki, quién tomó una revista de deportes perteneciente a mi padre entre sus manos, observado sus páginas con curiosidad. Y es que no pude evitar verla con detalle, esos lindos ojos que iban de un lado al otro en la revista, su cabello negro con esas pequeñas ondulaciones en las puntas...

Sus labios de ese natural rosa.

Al sentir mi mirada ella ladeó la cabeza, mirándome con algo de timidez.

── ¿Qué pasa? ── preguntó con una pequeña sonrisa.

── Eres linda ── comenté con simpleza y ella pareció sorprenderse de mi comentario, sus mejillas enrojeciendo un poco.

── Q-Que cosas dices... ── llevó un mechón de su cabello tras su oreja, notablemente nerviosa ante mis palabras.

Sonreí.

── Eres muy linda Min Ki, eso dije.

Sus mejillas se tornaron más rojizas aún, pero no pasamos a decir nada más, pues mi padre colocó el desayuno en la mesa, tomando asiento junto a nosotros para desayunar.

── ¿Y qué harán hoy? ── había preguntado él cuando comenzamos a comer, y si que estaba delicioso.

Min Ki me miró.

── Le mostraré la ciudad a Min Ki ── dije haciendo que ella me mirará entre sorprendida y emocionada, haciéndome sonreír a mí.

Y es que ya lo había pensado antes. Al saber que no conocía casi nada de este mundo, quería llevarla a conocerlo, mostrarle poco a poco lo que jamás había visto fuera de la televisión.