જ➤ 23「❀」

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── 「❀」 ──


── ¿Estás bien?

── Lo estoy ── le sonreí con sinceridad, recibiendo una sonrisa igual de su parte.

Ya sabía lo que era realmente.

Una mujer.

Nada había estado mal conmigo después de todo. Aunque aún tenía muchas dudas, prefería ir descubriendo las respuestas poco a poco, experimentar más y seguir conociéndome a mi misma.

Miré a Jungkook alejarse hacía el patio de la casa, en dónde se encontraba su padre.

Ya casi era de noche en Busan, toda la tarde, después de haberle prometido al señor Jeon explicaciones sobre mí, nos habíamos puesto manos a la obra para limpiar la casa.

Resultó que con sólo abrir las cortinas de la sala y dejar entrar la claridad, nos dimos cuenta que todo estaba perfectamente ordenado en la sala; todo en su lugar, empolvado y con claras evidencias de que no habían sido movidas de su lugar en mucho tiempo.

La casa había vuelto a tomar vida, me había encargado de que todo rastro de polvo se fuera, todo rastro de oscuridad y soledad abandonaran la casa en la que había crecido Jungkook.

Podía volver a sentirse un hogar.

Estaba sentada en el frente de la casa, observando las solitarias calles comenzando a ser iluminadas por algunos postes de luz.

El recuerdo de todo lo que había descubierto esa tarde volvió a inundarme, y es que, no dejaba de pensar que...

Muy dentro de mí siempre supe quién era yo.

No concretamente sabía que era una mujer, género femenino extinto, pero siempre había tenido los indicios de conocerme a mi misma, una parte muy dentro mí siempre lo supo. Así como un instinto, uno en donde yo me conocía, dónde sabía que nombre ponerle al "vestido", dónde sabía cocinar, dónde sabía más de lo que jamás supe siendo una flor.

Un instinto muy fuerte que me susurraba al oído cada que lo necesitaba.

Recordé la prenda que había descubierto en el clóset de la señora Jeon, la que tenía la forma perfecta de mis pechos.

Y es que, no hacía falta ser adivina para entender que aquella prenda se ajustaba perfectamente a mi anatomía. Aún así, no conocía exacmente su nombre...

Brasier.

¿Brasier?

Miré mis pechos por sobre la camiseta negra que antes le perteneció a Jungkook. Se notaban mucho, tal vez por el frío de la tarde, y por alguna razón comencé a sentirme descubierta al no tener puesto un brasier. Crucé mis brazos sobre mis pechos, simulando tener frío.

Suspiré.

Aún tenía mucho por conocer, y esperaba hacerlo pronto.

Entonces recordé la cara de confusión de Jungkook cuando observó las cosas femeninas. Él no conocía nada sobre las mujeres, y no sólo él, todos los hombres en aquel mundo desconocían mi existencia o la de alguna mujer.

𝐌𝐀𝐍𝐋𝐀𝐍𝐃  |༶|  J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora