જ➤ 11「❀」

8.1K 1K 455
                                    

── 「❀」 ──

A la mañana siguiente pasó algo raro para mí.

A penas me desperté y sentí un cosquilleo en mi vientre, así como si necesitara con urgencia descargar una opresión que sentía en esa zona.

Inmediatamente me dirigí al baño un tanto apresurada, pero al abrir la puerta del baño no pensé encontrarme con un Jungkook con una toalla enrollada en su cintura mientras cepillaba sus dientes.

Por su trabajado cuerpo aún resbalaban gotas de agua, su cabello azabache se encontraba húmedo y desordenado. Me miró sin expresión al tiempo en que enjuagaba su boca, y me dí cuenta de que me había quedado paralizada.

── Una foto te duraría más ── comentó, su voz un tanto más ronca de lo normal, tal vez por ser temprano.

Me sonrojé al entender su indirecta y di un par de reverencias en modo de disculpa. Prácticamente corrí de vuelta a mi habitación, encerrándome y olvidándome por completo de la molestia en mi vientre.

Sentía mis mejillas arder.

Aquel humano era demasiado atractivo y mi acelerado corazón lo afirmaba.

Sólo pude esperar dos minutos más, pues, las enormes ganas de volver al baño regresaron junto con ese extraño cosquilleo en mi vientre. Esta vez toqué la puerta, asegurándome de que Jungkook ya no estuviera allí, y al no recibir respuesta abrí y entre al ver que estaba desocupado.

Fue cuando bajé mis pantalones (que no eran míos) y me senté en el retrete, que descubrí para que servía aquella parte de mi cuerpo que había pensado que era inútil.

Un líquido caliente salió de aquella zona íntima, relajándome por completo al sentir esa carga irse completamente.

Gran alivio, pensé que iba a explotar.

Tomé una ducha y cepillé mis dientes, todo el procedimiento de aseo que había aprendido a hacer en las mañanas después de despertar, para después bajar a la sala y encontrar a Jungkook en su celular bebiendo un vaso de leche.

Miré la hora en la pared y este indicaba las 7:44am.

── Buen día ── saludé, intentando llamar su atención, pero sólo hizo un sonido con su garganta sin despegar la vista de su teléfono.

Suspiré, quién podía entenderlo.

Miré la sala, seguía siendo el auténtico desastre desde el primer día. Zapatos, ropa, objetos, todo regado en los muebles y en el piso.

Además, ya me estaba dando hambre.

Pero ver a Jungkook tan relajado con su teléfono me hizo pensar que a él no le importaba el desastre que lo rodeaba, ni tampoco el hecho de no haber desayunado.

Mordí mi labio inferior pensando qué hacer. Me había aceptado en su hogar, tal vez a duras penas pero me aceptó, me había prestado de su ropa, me había dado un techo y me había atendido cuando estaba enferma.

Agradecía tantas cosas, pues, al fin y al cabo sabía que lo había hecho de buen corazón.

También quería ser útil.

Sonreí al saber lo que haría, y faltando a una de sus reglas comencé a tomar todo lo que estaba en el piso. Sabía qué hacer, pues, aunque este mundo aún fuera nuevo para mí, gracias a la tele y a un instinto que sentía en mi interior comencé a hacer lo que los humanos llamaban "limpieza".

𝐌𝐀𝐍𝐋𝐀𝐍𝐃  |༶|  J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora