જ➤ 26「❀」

10.2K 1.1K 434
                                    

── 「❀」 ──

El día de volver a Seúl ya había llegado.

El señor Jeon había dejado que yo me llevara varias cosas que le pertenecieron a la señora Jeon, y yo no podía sentirme más agradecida por eso. Ni siquiera tenía palabras para agradecerle todo lo que había hecho por mí, y aunque él asegurara que es lo poco que podía hacer, para mí significaba mucho.

Tanto el señor Jeon como Jungkook habían hablado un largo rato aparte, justo después de que todo el equipaje estuviera en el carro.

Claro que en todo ese tiempo que esperé sentada frente a la casa me pregunté que sería eso tan importante que hablaban, pero, sabía que ambos habían tenido mucho tiempo sin verse, y que eso no sólo había sido difícil para Jungkook, se notaba que su padre en verdad lo había extrañado en todo ese tiempo, al punto en que llegaba a entristecerme esa larga despedida que se habían dado cuando ya estábamos por partir.

── No estés triste, padre ── había oído susurrar a Jungkook aún abrazado a su padre.

── No estoy triste... Es lo contrario a eso ── aseguró el señor Jeon ── Sólo recuerda lo que hablamos.

Jungkook asintió, separándose de él.

── Todo irá bien, no te preocupes... Vendremos todos los fines de semana ── contestó mientras se separaba de él.

Mi turno de despedirme había llegado, y no dudé en darle un fuerte abrazo al señor Jeon, deseando que no se sintiera tan solo estando allí.

── Cuídate muy bien pequeña... Recuerda leer el libro que te dí, resolverá muchas dudas que quizás tengas y que yo no sería capaz de explicarte ── dijo para después soltar una risa algo ronca pero con ganas, haciendo su pecho resonar.

Sonreí y asentí, para después separarme de él.

── Muchas gracias por todo señor Jeon ── volví a decir.

── Ya te dije, no es nada... Sólo, cuídense entre ambos y vengan a visitar a este viejo de vez en cuando ── dijo, ahora más animado, con una sonrisa que logró tranquilizarme.

── Lo haremos, padre ── aseguró Jungkook y yo asentí.

Después de eso, y unas que otras palabras, Jungkook y yo habíamos iniciado nuestro viaje en auto hacía Seúl a tan apenas las siete de la mañana.

Era tan raro el pensar que hace tan sólo unos días habíamos llegado a Busan sin saber absolutamente nada de lo que ocurría, y que ahora, todo tuviera sentido, haciéndonos el camino más claro.

Y aunque aún nos tocaba procesar muchas cosas, teníamos la esperanza de que con el tiempo podríamos adaptarnos a la idea de que este mundo simplemente estaba mal, y de que tal vez, nosotros pudiéramos hacer algo para que eso no nos afectara.

Por que, la idea de tener que cambiar los ideales de un mundo tan oscuro como lo era ese, con tan sólo nuestras palabras, ideas, creencias y tan siquiera nuestras ganas, sería tal vez un fracaso y desperdicio, o sería un movimiento acertado y provechoso; no lo sabíamos, y tal vez no queríamos arriesgarnos, al menos no aún.

No hasta que supiéramos aprovechar las oportunidades que nos daban los dioses, la vida y hasta nosotros mismos.

── ¿Estás bien? ── preguntó Jungkook, tomando mi mano que reposaba sobre mi pierna.

𝐌𝐀𝐍𝐋𝐀𝐍𝐃  |༶|  J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora