𝐌𝐀𝐍𝐋𝐀𝐍𝐃 |༶| J.JK

જ➤ O2「❀」

5:00am

── 「❀」 ──

El frío viento de la mañana golpeó mi rostro cuando salí al balcón del apartamento. Me recargué en el barandal de hierro sintiéndolo frío al igual que el ambiente mañanero. Desde allí podía ver la ciudad en un buen ángulo, edificios altos y bajos que estructuraban ésta. Pero eso no era lo que me gustaba ver en las mañanas.

El cielo se teñía de un color anaranjado rojizo que se llevaba consigo el negro de la noche. El radiante sol comenzaba a salir del horizonte, por lo que no perdí tiempo y tomé la cámara que colgaba de mi cuello para encenderla y apuntar con el lente aquel hermoso amanecer que amaba fotografiar.

── ¿Ya te vas? ── la voz adormilada de mi mejor amigo me hizo voltear a verlo.

Tenía su cabello castaño revuelto y la pijama de estampado de dinosaurio que usaba desde que estábamos en la universidad. Sólo asentí y volví a lo que hacía sintiendo como se colocaba a mi lado, también recostandose en el barandal.

── ¿Te desperté? ── pregunté lo que tal vez era obvio.

── Tú puta alarma despertó a medio edificio, Jeon ── gruñó restregando su cara con cansancio. Solté una risa nasal ante su contestación; casi nunca lo oía hablar así, sólo cuando de verdad estaba enojado.

Porqué cuándo Park Jimin está enojado es mejor alejarse.

Y entendía su frustración, ahora no podría recuperar el sueño y debía ir a trabajar en la empresa en la que era aprendiz de su padre. El señor Park era un hombre severo, de baja estatura al igual que mi amigo, pero de semblante frío y ojos de lanza. Una vez había interactuando con él, y había entendido el porqué mi amigo prefería volver a Busán con su hermano menor.

── Lo siento ── dije para después bajar la cámara y mirarlo arrepentido.

── Como sea... Me haré una enorme taza de café ── avisó para después volver a entrar en el apartamento.

Yo sólo miré una vez más la ciudad, observando más autos y personas que antes. Suspiré inhalando el aire frío que esa mañana otorgaba para después volver a entrar al apartamento.

Era moderno; la cerámica blanca y los muebles beige de modelo cuadrados combinaban muy bien con el tono blanco de las paredes; una pequeña mesa de cristal en medio de una enorme alfombra de tono anaranjado y una elegante lámpara en medio de la sala. Acogedor y moderno.

La cocina, los dos baños y las dos habitaciones eran igual de diseño modernos que la sala, combinando todo completamente.

Lo único que hacía ver el lugar menos elegante y atractivo, era nuestro típico desastre. Mis botas tiradas en una esquina, mi saco en el suelo junto con el play que usamos hace días; comida chatarra sobre la mesa y un desastre de almohadas y sábanas en el mueble en dónde Jimin había visto su maratón de películas.

Una espectativa muy diferente al anterior.

Aún así, las pocas personas que quedábamos en el país y el mundo en general, teníamos la ventaja de tener una muy buena calidad de vida y comodidad.

Tomé la mochila negra sobre el sofá para luego colgarlo en mi hombro.

── Nos vemos en una semana ── me despedí de Jimin quién estaba en la cocina con una enorme taza de café en manos, como había dicho que haría.