𝐌𝐀𝐍𝐋𝐀𝐍𝐃 |༶| J.JK

જ➤ O9「❀」

── 「❀」 ──

Bajo las escaleras cuando ya había terminado de ducharme. No fue difícil adivinar que girando una llave haría que del tubo metálico saliera el agua de la regadera. Pude explorar más mi nuevo cuerpo, y no lo digo de alguna forma obscena o morbosa, si no más bien superficial, cada vez podía sentirme más segura de mi nuevo cuerpo y sentía que eso era bueno.

Aún así, sentía que había muchas cosas que debía aprender de mí misma.

Llegué a la cocina observando a Jin cocinar. Él me observó y me sonrió volviendo a lo suyo, me recargué en el mesón observando con atención lo que hacía, sus movimientos y la forma en la que utilizaba los utensilios.

── ¿Quieres ayudarme? ── su pregunta me tomó por sorpresa debido a lo concentrada que estaba en sus movimientos, y no tardé mucho en asentir repetidas veces.

Quería aprender.

Jin comenzó a darme instrucciones básicas, como lavar la papa y luego como pelarlas. Era muy fácil. Con sus explicaciones tan detalladas pude saber cómo se utilizaba la cocina y los utensilios.

Sin poder evitar pensar que los humanos eran muy ingeniosos.

Pronto el desayuno estuvo listo y el delicioso aroma de la comida inundó la casa.

── Vaya que aprendes rápido ── exclamó Jin sorprendido mientras se secaba las manos ── Ya debo irme al consultorio, Jungkook está en el patio bañando a Sparkook, insistele en que venga a comer... Últimamente no ha querido comer bien.

Asentí ante sus indicaciones.

¿Porque será que Jungkook no ha querido comer bien?

── Uh~ se me hace tarde, debo irme, adiós y, ya sabes ── dijo tomando un maletín que estaba sobre la mesa y volteando a verme.

Yo asentí y lo vi salir de la casa un tanto apurado.

Ahora debía decirle a Jungkook que viniera a comer.

Miré la cocina, ahora sabiendo la función de cada cosa me sentía más a gusto y sabiendo que aquellos dos humanos cuidaron de mi por días me daba más confianza, de algún modo debía agradecerles.

Me dirigí al patio, abriendo la puerta corrediza de cristal.

El fresco aire de la mañana pegó contra mi rostro y no evité cerrar los ojos cuando el viendo removió mi cabello hacía atrás. El sol cada vez salía más y brillaba cual llama de fuego.

Pude observar a Jungkook a un lado del patio jugando con un Sparkook lleno de espuma.

Sonreí.

Parecía divertirse mucho, pues, el perro sin importarle estar empapado y lleno de espuma se acercaba a Jungkook con la intención de olfatearlo o jugar con él y Jungkook claramente intentaba evitar el contacto con el perro para evitar mojarse, lo que era un caso fallido debido a lo mojado que se hallaba su camiseta.

Él parecía tan concentrado enjabonando al perro que no me vio acercarme.

¿Que debía decir?

Tomé aire y me llené de valor.

── J-Jungkook... Jin se ha ido y... El d-desayuno está listo...

Debido a que casi me daba la espalda no me vio de inmediato. Lo vi tensarse al escucharme, deteniendo por completo sus movimientos, así como si mis palabras lo hubiesen paralizado.

Me sentí un poco incómoda.

¿Dije algo mal?

Entonces volteó a verme con expresión de asombro y sorpresa, levantándose del piso y dejando claro la increíble diferencia de altura, haciendo que tuviera que alzar la cabeza.