004

1.7K 186 75
                                    


Capítulo 4: ¿Nos faltó leer las letras pequeñas?

Bokuto quería abortar misión ¿en qué momento había aceptado cuidar de tres niños? Si es que se les podía llamar niños.

Cuando los ex cuidadores de los menores les desearon suerte, jamás, ni siquiera en otra vida se pudo haber imaginado a lo que se referían. Tenía que aceptar que los primeros días habían sido maravillosos, los pequeños se comportaban de una manera excepcional, no tenía quejas y estaba más que feliz, pero de un momento a otro todo se había salido de control.

Yaichi sé salía de zona cada vez que algo malo pasaba, un claro ejemplo fue cuando sin querer se le había caído un plato al suelo y aunque Keiji le había asegurado que no había mayor problema, la menor había entrado en un tipo de crisis y soltaba cosas como que se los pagaría cuando fuera mayor, si no moría antes por su estupidez, Bokuto jamás imaginó que existiera alguien más dramático que él, Yaichi lo sorprendió.

Akinori... Ohhh el pequeño era malvado, desde que el menor se había enterado por su miedo hacia las arañas no dejaba de molestarlo con ello, ahora Bokuto tenía que pedirle a Akaashi que revisara el baño antes de que él entrara para que se asegurara de que no había una dentro, porque sí, había pasado y la "bromita" casi lo manda al hospital, la araña era falsa, pero no quitaba el hecho de que ¡era una araña!

Por otro lado, Kaori salía con sus amigos hasta horas extremadamente tardes y cuando Bokuto trato de corregirla por ello -porque mataría a Keiji de un susto si seguía- ella había respondido de una forma grosera, probablemente si Bokuto no se hubiera repetido en su cabeza que era una persona mayor que ella, se hubiera unido a ser grosero.

En conclusión, los pequeños habían mostrado como eran en realidad y eso mataría de estrés a Akaashi. Y de paso a, Bokuto.

Las habilidades de Bokuto eran incontables, pero sin duda su mejor habilidad era sacar el estrés del cuerpo de Akaashi, para Kōtarō era fácil, decía cualquier cosa y Keiji reiría de ello, luego, luego hablarían de las cosas que tenían de ese modo a Akaashi y tratarían de solucionarlo, era fácil por el hecho de que Bokuto jamás estaba estresado por nada, él trataba de solucionar todo rápido y con una sonrisa sin dejar que el problema o lo que pudiera generar estrés, fluyera.

En este caso, Bokuto no pudo solucionarlo como él hubiera querido y estaba demasiado preocupado por su esposo. No era un secreto para el que a Keiji le gustaba tener las cosas bajo control y que de un momento para otro no lo tuviera lo tenía más que estresado.

No habían podido hablar porque ya no había tiempo para ellos, Kōtarō llegaba tarde de trabajar y cuando lo hacía Kaori no estaba en casa y Keiji estaba teniendo algún colapso. En varias ocasiones le hubiera gustado ponerse a llorar, pero ni siquiera para ello había tiempo.

Ahora mismo, en ese instante, quería llorar y luego de hacerlo irse a dormir con Keiji en brazos. Eran exactamente las cuatro y quince de la mañana y Kaori no aparecía, estaban en la sala, apenas la menor llegará lo sabrían, Keiji se había levantado para traerles café, el menor ya había llorado un poco, no podían reportarla como desaparecida porque no habían pasado ni veinticuatro horas de que no aparecía. Akaashi había sugerido llamar a Shirabu, pero descartaron la idea al pensar en que podrían quitarle a los niños.

Bokuto empezó a creer que no era una mala idea realmente, quizás no estaban realmente preparados para tener hijos, pero justo antes de que lo comentará la puerta se abrió y por el largo suspiro de alivio que escuchó a su lado supuso quien era.

—Lo lamento, no debieron esperar.

Bokuto contó hasta diez porque según Keiji eso haría que se calmara, no se calmó incluso solo hizo que se enojara más, no con Akaashi, no con Kaori, sino con el mismo, por no saber poner límites con los menores, estaban bajo su casa y pareciera que lo que él opinara no importara, eso pararía justo ahora, porque ya no soportaba las grandes ojeras que había bajo los ojos de Keiji, vio como Kaori iba hacia su habitación y se sintió aún más enojado, ni siquiera les dijo dónde estaba o porque se había tardado en llegar.

—¿A dónde crees que vas? Vuelve aquí, no hemos terminado de hablar, incluso, para tu desgracia la conversación no ha comenzado. —Kōtarō se sintió bien al decir eso, había escuchado a Tetsurō una vez decírselo a su hijo menor so y ahora que lo había aplicado con la misma voz autoritaria, se sentía en el cielo.

—Estoy algo cansada, podremos hablar mañana. — ¿Y ahora? Recuerda que Keiji lo sacó de la sala luego de ello, ¿qué debía decir ahora?

—Nosotros igual y de todas formas estamos aquí. — Él no había dicho eso, miro a Akaashi, estaba enojado, muy enojado y se notaba demasiado, Kōtarō tuvo miedo por un segundo, se le quitó cuando se acordó que no era con él y sintió compasión por la menor.

—Bueno, pues yo no pedí que lo hicieran. — soltó la menor sin volver completamente a la sala.

—No, no lo hiciste, pero tuvimos que, porque resulta que la señorita no pudo avisar donde estaba, nos tenías muy preocupados. — El tono de Akaashi podría cortar a alguien ¿entienden?, porque era muy cortante, de acuerdo no era momento de hacerle de comediante.

—Bueno, lo lamento, no pensé que fuera importante, no volverá a suceder.

—No, no volverá a suceder porque estarás castigada para la próxima —Soltó Bokuto sin moverse de la silla y sin mirarla, pero pudo ver la cara sorprendida de Keiji por el rabillo del ojo, incluso por dentro él también se había sorprendido, había sonado tan cool.

—No puedes hacer eso.

—¿Quién dice que no? De poder, puedo. De que lo haré, también. —Kaori los miro mal, susurro algo que no alcanzo a escuchar y se fue enojada— ¡Y no trates de salir por la ventana, tiene rejas! — El cielo, así se sentía, en el mismísimo cielo.

No quería llegar a esos extremos, él quería ser un papá cool, no uno que fuera regañón y fastidioso, pero tampoco podía dejar que pasaran por encima de su autoridad, no era taaaaaaaaan idiota, había límites y debía aprender a marcarlos y no dejar que pasara a más, luego sería más difícil.

—Oye cariño ¿qué tal si jugamos a algo?

—¿Ahora? — preguntó Akaashi, Bokuto asintió. —Pues bien.

—Bien, entonces ¿verdad o reto?

—Verdad.

— ¿Cuántas horas de sueño has tenido esta semana?

—Reto.

—Vete a dormir.

—¿Puedo volver a cambiar a la verdad?

—Cama. Ahora.

Y así acababa su día, él mandando a su esposo a dormir luego de un largo día que había terminado como él siendo un papá mandón, ¿lo peor? No se arrepiente, para nada.

۩۞۩ 

Lo admito, la ultima parte la saque de una imagen de Instagram KSKALDKSJ estaba en ingles, me toco a punta de traductor saber que decía...

Pidoperdón por no haber subido capitulo en una semana, el capitulo no me convencía (aun no lo hace, pero nimodo), gracias por el apoyo, se les agradece todo lo que hacen *llora*.

En otras noticias, vean mis apuntes de química y bilogía. 😍 

Bokuaka canon pá

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bokuaka canon pá. 😛😛 JDLKASJFA 

ChAo, cHaO.

Instant family - BokuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora