Instant family - Bokuaka

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Capítulo 2: ¡Hay muchos niños aquí Akaashi!

Bokuto jamás pensó que el proceso sería tan largo, razonó consigo mismo que se demoraría por mucho dos semanas, pero jamás imaginó que serían tres meses, él quería que fuera rápido, trato de ser el mejor en las clases que tenían con el resto de padres y el chico pequeño como "maestro de crianza" ¿Cómo se llamaba? Lo había olvidado, por décima vez, quizás por eso el enano no quería darles la autorización de ver niños para que pudieran llevarlos a casa.

Al menos la calma de Keiji lo reconfortaba, lo que él no sabía era que Akaashi estaba igual que él o peor, pero sabía que si se desesperaba Kotaro lo haría con él y era lo último que necesitaban ahora mismo.

Pero ese día por fin se acabaría la espera, conocerán niños y se llevarían a casa alguno en una semana, Kotaro se había arreglado lo mejor posible al igual que Keiji. Tenían mucha emoción, más que todo el menor de los dos, Akaashi sentía que en cualquier momento la razón abandonaría su cuerpo y gritaría, no podía gritar, no aun. El lugar era un parque, los niños corrían por todo el lugar, Bokuto se sintió en el paraíso y Keiji no se quedaba atrás.

Cuando llegaron a la entrada el chico pequeño -del cual Bokuto no recordaba su nombre- los recibió dándoles buena suerte.

—Cariño ¿Cómo se llama ese chico? —preguntó en un susurro mientras se alejaban hacia donde estaban los niños.

—Shirabu, te lo ha dicho unas once veces. —Respondió.

¡Shirabu! Ahora lo recordaba, él y el chico del pelo rojo les habían dado la bienvenida el primer día, pero si Bokuto era honesto el otro chico le había caído muchísimo mejor que Shirabu, el pequeño -solo de estatura porque realmente tenía la misma edad que Keiji- siempre tenía cara de querer matar a alguien. Mientras que el otro -que si mal no recordaba se llamaba Tendou- tenía una actitud más activa.

—Wow ¡Hay muchos niños aquí, Akaashi! Quizás encontremos a alguno rápido.

No encontraron nada.

Los niños corrían por todo el lugar ignorando completamente su existencia. Incluso el único niño que se les había acercado solamente fue para preguntarle a Bokuto que si su cabello estaba tinturado, Kotaro estuvo a punto de ponerse a llorar, le respondió al pequeño que era totalmente natural de la forma más indignada posible, al final el niño le gritó que era un mentiroso y se fue corriendo, ¿lo único bueno de la situación? Que Akaashi no lo soporto y terminó soltando una carcajada, Kotaro pensó que no fue del todo malo que un mocoso como quince años menor que él le haya gritado mentiroso a la cara.

Resignados y con las ilusiones hechas trizas se sentaron en unas escaleras, alejados de todo y de todos, Bokuto tenía que controlarse porque si no se pondría a llorar y eso haría que Keiji se preocupara, no quería que Akaashi se preocupara, pero uno no controla esas cosas en menos de nada sintió sus mejillas húmedas, sentía que era su culpa, quizás los niños se alejaban de ellos por su estúpido peinado o algo parecido. Sintió como unos brazos lo envolvían.

—No llores bebé o me pondré a llorar contigo y ninguno de los dos quiere eso ¿no es así?

Por supuesto que Kotaro no quería que Akaashi llorara, se limpió las lágrimas y lo miro a los ojos.

—Lo lamento, esto es mi cul...—Keiji ni siquiera lo dejó terminar.

—Por supuesto que no, no es nuestra culpa que ellos no quieran unos papás tan cool como nosotros—. Dijo el menor regalándole una sonrisa.

A medida del tiempo Akaashi había dejado un poco las formalidades y de vez en cuando hacía bromas como la anterior, de esas que no le daban risa a nadie, pero que a Kotaro le encantaban solo por el hecho de que venían de parte de la persona que más quería en el mundo.

Los dos sintieron una tercera persona cerca, supusieron que sería Shirabu diciéndoles algo como que ya tenían que marcharse con o sin un niño, Bokuto no quería irse sin un niño, pero para sorpresa de ambos, a su alrededor había tres niños, los tres los miraban expectantes, como si se estuvieran en una novela y ellos fueran los protagonistas.

Había una pequeña de unos siete años de edad al lado de Keiji su cabello era rubio y tenía unos ojos color ámbar hermosos, por un momento a Akaashi le recordó a los ojos de Bokuto, mientras que al lado de este había un pequeño de unos doce años cabello rubio claro, medio largo y con ojos del mismo color y frente a ellos estaba la última esta tenía máximo unos dieciséis años de edad tenía el pelo de color canela, atado con una coleta, y sus ojos son de color azul grisáceo, tenía unas pequeñas pecas regadas por todo el rostro.

—Bastante interesante, un hombre de aproximadamente veintiséis años llorando.— Soltó la mayor.— Soy Kaori y ellos son mis hermanos Akinori—. señalo al chico quien miraba a Bokuto con un toque de admiración—. Y Yaichi.— La menor se sonrojó cuando las miradas cayeron en ella.

Quizás su día podría mejorar visiblemente. La presentación de los menores los ayudó, estuvieron todo el día junto a ellos. Bokuto estuvo tan feliz, diría que solo por haber conseguido niños, pero también -en gran parte- era el hecho de ver a su esposo tan feliz.

Cuando Shirabu les pregunto si realmente estaban dispuestos a llevarse tres niños, Bokuto vaciló por un momento, a veces pensaba en lo difícil que era respirar no quería imaginarse lo difícil que sería estar pendiente de que otras tres personas lo hicieran correctamente, pero cuando vio los ojos de Keiji llenos de ilusión, acepto.

Akaashi sonrió en grande y camino a casa, estuvo hablando como nunca, de todas las cosas que podrían hacer junto a ellos. De que les daría de cenar el primer día que llegara y de la mucha emoción que le daba el hecho de tener niños en casa, Kotaro jamás estuvo tan seguro de sus decisiones como en ese momento, definitivamente ver a Akaashi tan emocionado por algo así hacía que su corazón hiciera el típico doki doki que sentía siempre que Keiji estaba cerca, multiplicado por mil.