Instant family - Bokuaka

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Capítulo 8:La escuela.

Bokuto había tenido una cena muy buena con su familia, no se quejaba, obvio, no le gusto nada el bullying familiar, pero lo había disfrutado mucho. Kōshi había llegado media hora después del acontecimiento con una sonrisa tonta en la cara y los ojos llenos de felicidad, se había despedido de todos e ido a dormir. Aún tenía el "es igualito a Kōtarō" de su madre en la cabeza. Iban en el auto, Yaichi y Akinori dormidos, mientras Keiji hablaba con Kaori de cualquier cosa.

—Oye Kaori, no dudo de tu inteligencia ni nada, pero ¿realmente solo te diste cuenta de lo de Kōshi por lo que pasó en la mesa? —preguntó Keiji a la menor.

—Nah, lo que pasa es que vamos a la misma escuela y se la pasan juntos como chicles, perdí un año por la cuestión de las casas hogares, así que estoy en el mismo salón que Daichi, y Kōshi se la pasa más en nuestro salón que en el suyo, aunque no me sorprende que no me reconozca, siempre está en su mundo y yo no soy una persona muy popular.

Kōtarō y Keiji se dedicaron una mirada, si sabían que iban al mismo instituto, pues a veces Kōtarō antes recogía a Kōshi, pero el menor decía que ya no era necesario, lo que no sabían era que cursaban el mismo curso, pues se habían acabado de enterar de la pérdida del año de la menor.

—Entiendo, hablando de la escuela, ¿qué tal va eso? Veo que no te gusta mucho hablar de eso frente a tus hermanos. —La menor hizo una mueca, sin embargo, los mayores le daban bastante confianza.

—No está tan mal, creo, a veces me molestan por participar en clase y así, pero la verdad no es algo con lo que no haya lidiado antes, así que nada de qué preocuparse.

—¿Segura? —preguntó Kōtarō con un eje de desconfianza.

—Si, si, muy segura, en serio.

Siguieron en el camino hablando con la menor, cuando llegaron a casa Kōtarō cargó al pequeño Akinori y lo llevó a su habitación, mientras que Keiji llevaba a Yaichi. El día por fin había acabado, podría acostarse a dormir por fin, el día siguiente tenía el día libre, podría levantarse temprano, ayudar a Keiji con el desayuno y los niños, llevarlos, volver y seguir durmiendo. El plan perfecto.

Keiji salió del cuarto de baño ya en pijama y se acostó al lado de Kōtarō, quien miraba al techo con una sonrisa.

—¿Por qué sonríes, en que estás pensando? —preguntó el menor, antes de soltar un; — o ¿en quién?

—Pensaba en que mañana no tengo que ir a trabajar y en cómo podríamos aprovechar eso —. Miro al menor alzando y bajando las cejas.

—Ja, ja, que chistoso eres, que tú —dijo poniendo un dedo en su pecho — no tengas que trabajar, no significa que yo tampoco.

—Buuu, aburrido.

—Si, si, lo que digas, a dormir ya campeón.

—¿A quién le hablas, a mí o a...? — dijo mirando hacia abajo.

—Te voy a mandar a dormir al sillón, te lo juro.

El mayor río antes de acercarse a Keiji y abrazarlo para poder dormir bien. Lo abrazó por la cintura y puso su cabeza en el pecho del menor, quien empezó a hacer pequeños mimos en su cabello mientras le decía cosas bonitas, Kōtarō amaba esta parte del día, en donde solo eran él y Keiji. Sin poder evitarlo había caído dormido en menos de nada.

Al día siguiente había seguido su plan al pie de la letra, se había levantado diez minutos antes que Keiji, para hacer el desayuno, los había despertado a todos -dejando a Yaichi de últimas, pues la menor no tardaba ni la mitad del tiempo en arreglarse que tardaba Kaori.- Keiji se negaba a levantarse cuando la mayor fue a acostarse "cinco minutos" con él, lo había abrazado y Keiji amaba las muestras de afecto, más si venía de la mayor que no era muy cariñosa.