Capítulo 14

4 0 0
                                    

Astrid

16:30. Me estaba preparando para salir de mi casa e ir a la de Jane. Según me había dicho, esta tarde tendríamos la casa sólo para nosotras, así que fui con más tranquilidad para contarle lo que le iba a contar sobre Vega. Vega, la misma chica con la que había quedado mañana mismo.

—Yaya, me voy a casa de Jane, creo que volveré para cenar. —Le dije a mi abuela antes de salir.

—Vale cielo, dale un beso a Jane de mi parte y pasároslo bien.

Me acerqué a ella, le di un abrazo de despedida y salí por la puerta. Aunque el camino de casa de Jane a la mía era relativamente corto, aproveché el paseo en total soledad para oír algo de música y reflexionar. Iba andando sin prisa, simplemente disfrutando de los rayos de sol pegándome directamente en la cara y de las canciones de Novo Amor, las cuales me aportaban una paz indescriptible en momentos de nervios. En ese momento estaba sonando la de 'Anchor', y sentí que era la canción idónea para el ambiente que había; aquello me causó una repentina sensación muy agradable y, por consecuencia, aceleré el paso casi inconscientemente.

Llegué a casa de Jane, toqué el timbre y esperé a que me abriese.

—Pasa. —Me dijo Jane al otro lado de la entrada—. Se acaba de ir Asier y mis padres se han ido hace rato.

—¿Asier? ¿Sigue viéndose con la camarera rubia?

—Sí, con Nora. De hecho, les va bastante bien por lo que tengo entendido. —Me dijo—. ¿Te apetece merendar algo?

—Todavía no, luego miraré algo si me apetece... Jane, te tengo que contar una cosa, si no se la cuento a alguien voy a explotar. —Confesé.

—Vale, cuéntame tú primero y luego te cuento yo lo que te tenía que contar. —Me dijo con ilusión.

—Vale, a ver... —No sabía por dónde empezar a contarle, porque realmente ni yo sabía si tenía algo que contar—. Mañana he quedado.

—Eh... vale, ¿eso es lo que te tiene tan nerviosa?

—No, digo, sí, bueno no sé. —Intenté concentrarme para seguir—. El "problema" no es que mañana haya quedado, sino con quién he quedado... —Le dije, sabía de sobra que me estaba explicando fatal.

—Vamos a ver Astrid, ¿con quién has quedado? —Me preguntó Jane con preocupación.

—A ver, tranquila, no es para preocuparse ni nada. El caso es que he quedado con una persona y... no tengo muy claro cómo son mis sentimientos hacia esa... persona. —Confesé de la mejor manera que pude. Noté como si hubiese vomitado la frase que acaba de soltar, y notaba un alivio increíble.

—Vamos, que te gusta. —Me dijo Jane.

—No. Bueno, no sé. Jane, no es tan fácil.

—¿Por qué no? Te gusta un chico y vas a quedar mañana con él. Astrid, no pasa nada si abres tus sentimientos; el único problema es que yo me acabe de enterar ahora y no justo cuando os conocisteis, porque supongo que para haber quedado mañana os tenéis que conocer de antes.

—Jane, te equivocas en dos cosas.

—¿No os conocíais de antes?

—Ni mucho menos, ayer fue la primera vez en mi vida que hablé con... ella. —Le dije de un impulso.

—¿Ella? —Me dijo después de unos larguísimos segundos en completo silencio.

—Sí Jane, ella. Es una chica y se llama Vega. —Confesé por fin del todo.

—Pero...

—Jane, ni yo lo sé.

—Pero vamos a ver, ¿os conocisteis ayer? ¿vais a quedar mañana?

Volvernos a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora