ENAMORADA DEL MUJERIEGO

⚪ PARTE 26 ⚪

Oriana:

Pasaron tres meses, de tanta panza que tenía ya ni los pies me veía.

Había vuelto por un mes a mi casa, luego de rogarle a Mat ya que no me quería dejar ir, venía a pasar las tardes conmigo y a veces se quedaba a dormir así que mucho separados no estuvimos.

Ahora estoy en su casa que ya sería como la mía porque vivo acá... si la mayoría de mis cosas están acá, ya que me las traje de a poco.

Me pasó acá, saliendo a caminar, ya no puedo trabajar ya que estoy en la fase final del embarazo, un mes y ya íbamos a conocer a nuestra princesa.

Las noches eran caóticas porque no tenía posición para dormir ya que la señorita parecía que se enojara y me pateaba, se calmaba cuando Mat se acercaba a mi panza, le hablaba y daba besos en ella.

Mat estaba muy pegado a mi, era lo más hermoso, ver lo consentidor que se había vuelto conmigo.

Seguíamos teniendo sexo pero no tan seguido como antes, él me comprendía demasiado y yo le agradecía.

Las cosas de nuestra princesa ya estaban casi todas, bolsos armados en caso de alguna emergencia de último momento y su camita ya armada en la habitación con peluches y sin montón de cosas.

Hoy era un día especial en que no tenía absolutamente ganas de nada, ni de levantarme.

Mat: Buen día dormilona, buen día princesita de papá.

Siempre eran buenos días para mí y para su hija al despertarnos, y las buenas noches al dormir... se había transformado en un ritual.

Yo: Hola amor.
Nos dimos un beso corto...
Mat: Como estás?.
Yo: Hoy sin ganas de nada más que estar en la cama.
Mat: Pero hay que salir de la cama mi vida.
Yo: Si, lo sé.

Salimos de la cama, me di un baño, me volví a bañar sola ya que entre la panza, Matías y yo no cabíamos en el baño, ya hasta nos costaba abrazarnos debido al enorme bulto que tengo por panza.

Desayunamos, sinceramente comí poco porque tenía el estómago cerrado.

Salimos a caminar tomados de la mano y charlar de cosas triviales, besos, caricias... en eso consistían nuestras tardes.

Nose en que momento paso tan rápido el día que ya era de tarde, casi nochecita.

Volvimos a la casa, cenamos y nos fuimos a la habilitación a dormir, en cierto momento que estábamos acostados siento una presión en la panza y me exalte.
Mat: Qué pasó mi vida?.
Yo: Nose, sentí como una presión en la parte baja de la panza, pero no te preocupes.

Seguimos recostados y esas presiones seguían, trataba de hacer los ejercicios de respiración que me había enseñado la doctora y masajeaba mi panza que se encontraba dura.

Pasado un rato siento que moje la cama, pensé que me había orinado pero luego que mis neuronas volvieron a funcionar caí en cuentas que rompi bolsa.
Mat: Amor decime que te orinaste?.
Yo: Amor la bebé ya viene.

Caos, eso fue lo que fue.

Salimos volando de la habitación, mis suegros estaban más nerviosos que yo, subimos al auto y salimos derecho al hospital, le llamé a mi doctora para avisarle que íbamos en camino.

Llegamos y me llevaron a una habitación a esperar a mi doctora, comenzé en el camino hacia aquí con contracciones y cada vez se hacían más seguidas, lloraba del dolor porque quería que acabará de una vez, no solo quería tener en mis brazos a mi hija, sino que esto duele como la mierda.

Llegó mi doctora, me reviso y estoy en 6 de dilatación así que tengo que esperar un poco más.

Pasaron horas, nose cuántas y seguíamos igual, nada cambiaba, yo ya estaba histérica, tenía dolor, mal humor, lloraba, reía por momentos, estaba al borde.