14 Regalos

Capitulo II: Segundo regalo.

02 de febrero, 02 regalo.

Se sentó en su cama mientras sostenía su escoba, se había roto en medio del juego de quidditch de hoy, era la nimbus 2.000 se suponía que no se rompería tan fácilmente. Además el ya quería la nueva nimbus 3.000, las 2.000 ya estaba vieja.

Cinco años en uso es mucho tiempo, necesitaba una nueva, además era de noche y necesitaba ir a la enfermería para que lo revisaran para ver si tenía una herida grave, después de todo cayó de un altura muy grande y peligrosa.

Dejó la escoba rota encima de la cama, y salió de la habitación hacia la enfermería tranquilamente. Bajo por las escaleras y miró a sus amigos sentados en un sofá.

—¿Donde vas?— pregunto Blaise.

—A la enfermería, ya vuelvo— hablo saliendo de la sala común.

Pasó por los pasillos, sintió que alguien paso a su lado por un momento pero no había nadie, tal vez estaba imaginando cosas por el golpe. Después de todo, ¿Quien quisiera entrar a la sala común de las serpientes?

Cuando llegó a la enfermería Pomfrey lo atendio rápidamente revisándolo, no era nada grave, raspones y moretones con alguna herida por la caída, todo normal.

—Toma estás pastillas muggles por un momento y se te quitará el dolor de cabeza, si es posible ve directamente a dormir. Sería lo mejor— hablo la señora mayor con una sonrisa.

—Gracias, Señora Pomfrey— agradeció y se retiró de la enfermería.

Mientras caminaba volvió a sentir aquel que alguien pasaba a su lado, fantasma no era ya que se sentía como persona viva. Aunque era algo escalofriante de pensar, era Hogwarts. Ahora que lo pensaba, ¿Hoy habría un regalo de J? Tal vez si, pues la carta decía bien 14 días, 14 regalos.

Aunque tenía curiosidad por saber la identidad de el admirador secreto o mejor dicho J. Bueno su nombre empezaba con J y era muy romántico, si habían muchas pistas, hay también me conocía muy bien.

¿Quien era?

De tantos pensamientos llegó a su habitación sin darse la mayor cuenta, creo que ignoro a los chicos cuando paso por la sala común. Bueno que podía hacer ahora.

Miró hacia su cama y hay estaba, el segundo regalo, estaba envuelto en papel de regalo verde, se sentó en al cama y empezó a abrirlo.

Merlín...¡Era una nimbus 3.000!

Le empezaba a gustar esto de los regalos, justo lo que necesitaba. Agarro la pequeña nota que tenía pegada.

Disfrutala, lo lamento por la otra.

J.

Que lindo.... Estúpido, si muy estúpido.

—Gracias J...— el rubio sonrió.

Mientras en algún lado de Hogwarts un león sonreía como idiota.