Amara
Hoy era mi primer día.
No era nada especial, no me sentía nerviosa ni tenía miedo de enfrentarme a todo lo que se venía.
Nate me había reprendido furioso luego de las pruebas y eso sin contar que el muy chismoso le fue con el cuento a mi madre, dijo que no podíamos exponernos así y que ya había llamado demasiado la atención para ser apenas las pruebas, me llevé dos horas de puros regaños.
Lo sabía, pero no me importaba, me di cuenta que me expuse un poco en cuanto nos mandaron a seguir pero supongo que al idiota del jefe se le pasará cuando le demuestre que soy de "confianza".
Ajusto bien mi coleta cuando la puerta de mi cuarto se abre dándole paso a Nate.
- Nos iremos en unos minutos- no digo nada y continúo en lo mío, ignorandolo- ¿Sigues enojada?
Intento pasar por su lado para salir pero me sostiene del brazo logrando que clave mis ojos en él, alzo el mentón bajo su escrutinio.
- Te ves linda en uniforme.
Ruedo los ojos.
- No te enfades, tu mamá me contrató para que le informe de todo y sabes que cometiste una equivocación al hacer eso.
Sigo sin hablar y parece exasperarse, suelta mi brazo y enseguida siento como sus manos acorralan las mías pegando mi pecho a la pared, jadeo por la impresión cuando su erección se pega en mi trasero.
Desabrocha mi pantalón y lo baja con brusquedad.
- ¡¿Qué carajos haces?!- chillo.
Me suelta y larga una carcajada.
- Hacer que hables, eso es lo que hago.
Me doy la vuelta mirándolo mal.
- Eres un idiota.
Subo mis pantalones y los abrocho bajo su atenta mirada, quiero romperle la cara.
- Ya princesa, no haría nada sin tu consentimiento, será mejor que nos vayamos.
Bufo y choco mi hombro con el suyo al pasar por su lado.
- ¡¿Vas a venir o qué?!- le grito cuando veo que no me sigue.
Sonríe satisfecho y se monta al coche.
Al llegar ambos bajamos en la enorme mansión que aparece frente a nosotros, nos identificamos y enseguida nos hacen pasar, me ubico al lado de Sonia que me mira sobradamente.
Todo los que quedaron están en una fila y dos soldados superiores están frente a nosotros, una chica de cuerpo esbelto con el cabello rubio y los ojos marrones, por otro lado el chico tiene el cabello castaño y los ojos mieles, se ve muy.......musculoso y atractivo, la playera se le pega como una segunda piel poniéndome a babear.
Tengo apenas veinte, no me juzguen....
Todos nos paramos firmes cuando comienzan a hablar.
- Novatos, no crean que por haber pasado la prueba ya son parte de nosotros, están en periodo de prueba todavía...- habla con voz gruesa.
- No permitiremos que una bola de inútiles estén en nuestras filas, así que si no pueden con ello larguense- se pasea hasta nosotras mirándonos con burla- No queremos idiotas y debiluchas enamoradizas, las relaciones en el trabajo están prohibidas.
Con Sonia nos miramos entre nosotras siendo cómplices por primera vez y juro que hago todo de mí por no romperle la cara a la idiota esa, ni siquiera nos conoce y ya hace insinuaciones, se ve que se cree la abeja reina.
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Amor prohibido
Teen FictionAmara Salvatore era lo prohibido. Amara era aquello que atrae, un peligro latente que causaba curiosidad y que ansiaba descubrir. Alexandre Dubois era lo prohibido. Alexandre era aquello a lo que no podía acercarme, era en quien no podía pensar ni i...