Capítulo 3: El plan

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Amara

Marco el número de mi hermano mientras estoy encerrada en mi cuarto. Papá y mamá están dormidos, es tarde así que aprovecho para marcarle de una vez y pedirle lo que necesito.

Tres tonos y no contesta.

Ruedo los ojos, seguro debe estar durmiendo.

Intento una vez más y por fin contesta.

- Princesa, espero que lo que tengas que decir valga para despertarme a estas horas- habla con voz adormilada.

- Necesito un favorcito.

Escucho un suspiro de su parte y un quejido, ya lo veo estirándose a sus anchas en su cama.

- Involucra algo que me traerá problemas ¿o me equivoco?

Muerdo mi lengua y sonrío un poco, me conoce demasiado porque cuando pido ayuda suele ser casos que se salen de mis manos y este no era la excepción.

- Ya lo sabes, no sé por qué preguntas hermanito.

Bufa.

- Ya dime.

Trago saliva.

- Tienes que ayudarme a infiltrarme en un lugar, lo antes posible...

Estoy segura que ya tiene el ceño fruncido.

- ¿Qué?

- Si, necesito entrar a la mafia alemana de Alexandre Dubois, debemos averiguar si ellos tuvieron algo que ver y si no nos adentramos jamás lo sabremos.

- Tú sí te has vuelto loca ¡¿Cómo se te ocurre querer hacer algo así?! Por si no sabias, papá tiene equipo para estas situaciones, no necesita que te inmiscuyas ahí.

Ruedo los ojos, sabía era una posibilidad muy grande de que nadie entendiera el porqué quiero hacer esto.

- ¿Quieres que averigüe si fue él o no? Además por alguna razón papá no lo ha hecho todavía....tengo la sensación de que hay algo que no sabemos ¿No te parece extraño que solamente los haya investigado...?

- Podemos buscar otra forma o podría infiltrarme yo, no quiero que corras riesgos Mar, es peligroso, no es un juego de niños y además si hay algo que no sabemos es por algo, papá no hace las cosas porque sí .

- Ángelo, sé que te preocupas pero haré esto con o sin ti, les diré que debo viajar por algo de la universidad y listo, no creo que tome mucho tiempo en averiguar algo, con mis habilidades puedo ser un soldado superior.

- Amara- su voz se torna más seria de lo normal- Ese tipo no es un juego, es un maldito asesino ¿Qué carajos harás si te descubre? ¿Sabes lo que podría hacerte si está implicado en esto?

- No conoce mi rostro, he cambiado mucho y te prometo que tendré cuidado.

- No quiero que hagas esto, si te atreves a desobedecer le diré a papá.

El enojo se me sube a la cabeza.

- Lo haces y ten por seguro que perderás a una hermana- amenazo sin medir las palabras.

- No me amenaces, no soy un crío, prefiero perderte a arriesgarme a que algo te suceda, no es un juego de niños, esto no puedes decidirlo a la ligera.

Aprieto mis labios.

- Ya veo que fue un error pensar que contaría contigo, no te gastes en llamarme por que no te responderé.

Cuelgo y lanzo el teléfono en la cama.

- ¡Maldito idiota!- gruño en un susurro.

Quiero golpearlo por ser así, sé que quiere cuidarme pero puedo hacerlo, no soy una niña y eso es algo que no quieren entender.

Amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora