CAPÍTULO 11: OCHAKO URARAKA

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 Uraraka había llegado a la bomba, escondida de Iida, quien estaba sobreactuando su papel. La situación era tensa, y aunque estaba a punto de reírse de la exageración del chico, algo la detuvo. Su corazón latía con fuerza.

—Bakugou fue neutralizado con éxito, encárgate de Iida, toca la bomba y ganaremos —habló Izuku a través del comunicador, su voz resonando en su mente.

—Sí, pero... oye, no puedes venir a ayudarme. Es difícil pelear contra Iida —respondió Uraraka, sintiendo el nudo en su estómago.

—No... No puedo... Tú necesitas desarrollar tu combate cuerpo a cuerpo, y si entro al combate, no te sentirías en desventaja —contestó Izuku, firme y decidido.

—P-pero, seguramente me derrote. ¡Tiene hiper velocidad! —se quejó la chica, asustada ante la idea de enfrentar a Iida.

—Y tú eres la chica con el mejor quirk que he visto. Tienes la capacidad de vencer a cualquiera que no se pueda transportar en el aire. Eres la oponente perfecta para Iida. Si usas tu entorno, tu inteligencia y tu quirk... ganarás seguro. No olvides, confío en ti. Si perdemos, no importa. Lo que importa es que mejores. Tú puedes dar más de lo que piensas —las palabras de Izuku llegaron hasta ella como un rayo de esperanza.

Uraraka, conmovida y sonrojada, sintió una nueva determinación. La confianza que él depositaba en ella la motivó. Miró a su alrededor, observando el entorno, y su mente comenzó a trabajar.

—Tienes razón, Deku. Puedo hacerlo —murmuró para sí misma, sintiendo que la presión se convertía en energía. Se acomodó el cabello detrás de la oreja, preparándose para el desafío que se avecinaba.

Con un nuevo brillo en sus ojos, Uraraka se centró, lista para enfrentarse a Iida y demostrar que podía superar sus límites. La risa se desvaneció, reemplazada por una resolución inquebrantable.

   Lo primero que vio Uraraka fue nada. El espacio a su alrededor era oscuro y vacío, lo que le provocó una sensación de desánimo. Sin embargo, recordó las palabras de ánimo de Izuku y decidió revisar los pocos objetos que llevaba consigo. Lo único que encontró fue una cuerda que All Might les había dado a todos.

Deprimida, dejó escapar un suspiro, pero no se rindió. Se esforzó por recordar lo que había aprendido, echando otro vistazo al entorno. Fue entonces cuando notó que, aunque la habitación no tenía muchos objetos, sí había pilares robustos esparcidos por toda la sala.

—¡Deku-kun! —exclamó con una chispa de emoción en su voz—. Dentro de la habitación hay pilares. Puedo usar la soga para atarlos a los pilares mientras me sigue, y cuando se tropiece... ¡BUM! Lo toco con mis dedos y ¡ganamos!

Izuku, que la escuchaba con atención, frunció el ceño, pero luego sonrió, sorprendido por su ingenio.

—Mmm... Me suena básico, pero supongo que es la única opción. Bien pensado, Uraraka.

Ella sintió cómo la confianza empezaba a regresar a su interior, iluminando su mente con nuevas posibilidades. Mientras Izuku continuaba hablando, ella se visualizaba realizando su plan, cada movimiento fluyendo con seguridad. La sala se volvió un campo de batalla en su imaginación, y el miedo se desvaneció, reemplazado por la determinación.

—Vamos a hacerlo —dijo con firmeza—. ¡Puedo hacerlo!— Con renovada confianza, Uraraka se preparó para ejecutar su estrategia, lista para enfrentarse a Iida con todo lo que tenía.

—Joven Midoriya, ¿por qué no ayudas a la joven Uraraka? —preguntó All Might desde su posición, con un tono de preocupación en su voz.

—Porque no la necesita, ella puede sola —respondió Izuku, cruzándose de brazos con una expresión decidida.

Dentro de la habitación, Uraraka se movía rápidamente, atando la cuerda a uno de los pilares. Se aseguró de que el otro extremo estuviera bien sujeto a su tobillo, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. Un leve apretón aseguraba que, si Iida llegaba a agarrar la cuerda, ella no caería descontrolada.

—¡Estoy aquí! —exclamó, llamando la atención del "villano".

Iida, con su característica seriedad y determinación, se giró hacia ella y comenzó a avanzar rápidamente, decidido a atraparla. Pero Uraraka había estado esperando este momento. Cuando estuvo a unos metros de distancia, j jaló con fuerza del extremo de la cuerda. La trampa se activó.

Iida, con la mala fortuna de no haber anticipado el movimiento, tropezó y cayó de frente. Antes de que pudiera reaccionar, un puñetazo directo de Uraraka lo impactó, dejándolo desorientado. Fue un golpe rápido y preciso, fruto de su entrenamiento.

Con su rival momentáneamente incapacitado, Uraraka usó su quirk para elevar a Iida y hacerlo flotar hacia el techo, donde quedó suspendido, incapaz de moverse. Con una sonrisa de satisfacción en su rostro, se acercó a la bomba.

—¡Los héroes ganan! —gritó All Might, tocando la bomba con decisión.

—¡Sabía que lo lograrías! —transmitió Izuku por radio, su voz llena de entusiasmo y un ligero titubeo.

—Fue difícil... pero... lo hice —respondió Uraraka, aún recuperando el aliento, sintiendo el ajetreo del combate.

Izuku sintió su corazón latir más rápido al escuchar su voz. —No te subestimes, Uraraka. Usaste tu ingenio y te enfrentaste a Iida. ¡Eres increíble!

—Gracias, Deku-kun. Tu apoyo significó mucho para mí —contestó ella, sonrojándose al pensar en lo mucho que apreciaba sus palabras.

Un momento de silencio siguió, y la timidez de ambos se hacía palpable. Izuku se pasó una mano por el cabello, tratando de calmar sus nervios.

 El día había pasado, y Bakugou, todavía adolorido, fue atendido en la enfermería. Pasó un día entero allí, lo cual no le gustó nada al musulmán, que exigía a gritos que Izuku viniera a matarlo. Pero con el tiempo, su furia se apaciguó y terminó aceptando su situación.

Mientras tanto, Izuku caminaba por los pasillos de la escuela, sintiéndose un poco más aliviado tras el evento reciente. Estaba a punto de entrar al baño de hombres cuando una mano lo detuvo. Sorprendido, se giró rápidamente y se encontró con la chica que tanto había querido.

—¡Uraraka! —exclamó, sintiendo cómo su rostro se encendía de inmediato.

Ella sonrió tímidamente, con sus mejillas un poco sonrojadas. —Deku-kun, quería hablar contigo.

Izuku sintió que su corazón latía más rápido, un pequeño remolino de nervios y emoción en su interior. —¿De verdad? ¿Sobre qué?

—Sobre lo que pasó durante el combate... y lo que dijiste por radio —respondió Uraraka, jugando nerviosamente con los dedos. Sus ojos brillaban con sinceridad.

—Oh, eso... —Izuku balbuceó, sintiéndose un poco avergonzado. —No quería incomodarte. Solo dije lo que pensé...

—No, ¡no fue eso! —interrumpió ella, su voz subiendo un poco de tono. —Me hizo sentir realmente bien. Gracias por creer en mí.

Izuku sintió cómo su corazón se derritió ante esas palabras. —Tú lo hiciste todo, Uraraka. Fue increíble cómo usaste tu quirk y tu ingenio. Yo solo... estoy feliz de haber podido ayudarte. Solo deberías de practicar tu combate, aumentar tu fuerza y mente, eso te ayudará a ejecutar planes más complejos y efectivos —respondió Izuku, con algo de nervios.

—¡Woooow, sabes mucho! —exclamó ella, sonriendo—. ¿Podrías enseñarme?

El peliverde estaba totalmente en shock. Su amiga, tal vez el amor de su vida, a la cual vio morir, le estaba pidiendo entrenar. Había tomado una firme decisión: se iba a negar. Aún no estaba preparado para convivir del todo con la chica que le gustaba y que murió por culpa de él.

—Yo...

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Gracias por leer

Perdón por lo corto del cap, pero así los dejo con las ganas de leer más xD

ACTUALIZADO EL 03/10/24

REESCRIBIENDO LA HISTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora