REESCRIBIENDO LA HISTORIA

CAPÍTULO 24: ESCALAR EL EVEREST II

  Una polvorienta y deshabitada ciudad se hacía presente ante la mirada de los jóvenes héroes en entrenamiento. La desolación del lugar contrastaba con la emoción palpable en el aire; ya habían pasado todos los exámenes heroicos, excepto la pareja más adorable de todas. El primer combate fue entre Bakugou y Aoyama contra el enigmático 13. Gracias a la astucia y el talento natural para el combate de Katsuki, lograron superar al héroe sin mucho esfuerzo. Sus explosiones resonaban en las ruinas, llenando el ambiente de un poder arrollador.

El segundo combate resultó ser una contundente derrota para el equipo de Mina y Kaminari. Se enfrentaron a un astuto Nezu, cuya inteligencia y estrategia demostraron ser demasiado para la dupla, que se encontró superada en cada movimiento.

El tercer combate vio a Todoroki y Momo enfrentarse a Aizawa. La tensión fue intensa, y aunque ambos dieron lo mejor de sí, los recomendados se llevaron la victoria, dejando a todos impresionados por su destreza y trabajo en equipo.

Finalmente, llegó la hora del último enfrentamiento. La atmósfera se volvió aún más electrizante. Izuku y Uraraka, la pareja en cuestión, se preparaban para su turno. Izuku respiró hondo, sintiendo la presión sobre sus hombros mientras su mente se llenaba de estrategias. Por su parte, Uraraka sonrió con determinación, decidida a darlo todo en esta prueba final.

—Muy bien, Uraraka, solo tendrás una oportunidad; no la desperdicies —dijo Izuku, captando la atención de su amiga, interés amoroso y, en su mente, futura esposa. Sus ojos brillaban con determinación mientras le hablaba.

—¡Sí! —respondió ella con una increíble determinación, cerrando los puños con fuerza y apretando los labios, mostrando su firme resolución. Su postura erguida y confiada le daba a Izuku una chispa de esperanza.

—All Might no tardará en aparecer —continuó Izuku, sus ojos analizando el horizonte desolado—. Es muy frontal en las batallas, no suele pensar en un plan, solo confía en su fuerza.

Uraraka asintió, sorprendida un poco por la claridad de su análisis.

[Enserio, por más fuerte que seas, si alguien aprovecha el hecho de que eres un tipo sin sesos que solo va de piña en piña, me parece que no se, pudieron haberlo derrotado, no se, esa es mí impresión]

—¡ARREPIÉNTANSE, TONTOS HÉROES! —gritaba All Might mientras caía del cielo, su voz resonando con una mezcla de teatralidad y poder—. ¡RÍNDANSE Y TAL VEZ LES TENGA PIEDAD! —aterrizó con un estruendo en el suelo, levantando una nube de polvo a su alrededor.

Uraraka, observando la escena desde un rincón, pensó para sí misma: (¿Qué mal actúa de villano...?) Su expresión reflejaba una mezcla de incredulidad y diversión. El contraste entre la seriedad del combate y la actuación exagerada de All Might le parecía casi cómico.

En cambio, Izuku miraba a su héroe con admiración, sus ojos brillando de asombro. (¡Qué bien actúa!) pensó, llevando las manos a su boca abierta, incapaz de contener su entusiasmo. A pesar de que estaban en medio de una batalla, su aprecio por All Might nunca se desvanecía.

—Me mantendré al margen —dijo Uraraka, con determinación en la mirada mientras se deslizaba rápidamente hacia un callejón cercano, buscando una buena posición para ayudar a Izuku sin ser vista. Su mente ya estaba trabajando en un plan.

   All Might, al notar el desvío de Uravity, decidió cambiar de rumbo. En lugar de enfrentarse a Deku, giró a su izquierda, preparado para atacar a la chica. Con un salto poderoso, se lanzó hacia ella, pero justo cuando estaba a punto de golpearla, sintió una fuerte presión en su pierna. Mirando hacia abajo, se dio cuenta de que algo negro y largo lo envolvía firmemente. Era como una sombra que lo atrapaba, impidiéndole moverse con la rapidez que solía tener. Su sorpresa fue palpable al darse cuenta de que había subestimado a sus oponentes.