CAPÍTULO 25: ESCALAR EL EVEREST III

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—Gearshift —dijo el último de todos, su voz resonando como un eco en la mente de Izuku.

—¿Gearshift? —preguntó Izuku, sintiéndose un poco confundido y sobrecogido por la nueva información.

—Sí, podrás aumentar la velocidad de todo lo que tocas, incluyendo tu propio cuerpo —explicó el portador, y, en ese instante, Izuku sintió una corriente de energía fluir a través de él, como si todo su ser estuviera a punto de estallar.

De repente, Izuku se desvaneció, dejando a All Might confundido y a Ochako en shock.

—Gearshift... —susurró Izuku, recordando la poderosa habilidad que ahora poseía, mientras su mente comenzaba a calmarse. Su héroe, All Might, aún mantenía su agarre en el mata león, pero la tensión en el ambiente cambió drásticamente.

Las clásicas líneas rojas comenzaron a brillar en el cuerpo de Izuku, marcando su transformación. Con una fuerza inmensa, se liberó de la sujeción de su héroe, su cuerpo repleto de energía que pulsaba a su alrededor.

—Esto... esto es... —murmuró, mirando asombrado cómo su cuerpo parecía vibrar con un poder recién descubierto.

—¡Deku! —gritó Ochako, llamando la atención del peliverde, sus ojos brillando con esperanza y preocupación al mismo tiempo.

—Uravity... —respondió Izuku, su voz llena de determinación. Una nueva confianza se apoderó de él, listo para enfrentar lo que se avecinaba.

   Izuku abandonó el combate, su mente enfocándose en su amiga. Se apresuró hacia donde estaba Ochako, quien se había preparado para la movida. Se detuvo en seco, mirando fijamente hacia adelante mientras generaba más y más humo, cubriendo el campo de batalla en una densa neblina.

El sonido del símbolo de la paz resonaba en el aire, su presencia inconfundible acercándose rápidamente. A medida que All Might se acercaba, un poderoso soplido cargado con el One For All fue suficiente para disipar la niebla que los envolvía, revelando la intensa escena de la batalla.

—¡AHORA! —gritó Izuku, cargando su energía mientras se preparaba para asestar un golpe devastador a su maestro. All Might, sorprendido por la súbita declaración, endureció su abdomen, preparándose para resistir el impacto.

El golpe conectó de lleno, el sonido del choque resonando como un trueno, y All Might escupió sangre por la fuerza del impacto. La distracción del humo y el brutal golpe le habían dado a Uravity la oportunidad que necesitaba. Rápidamente, se acercó lo suficiente para tocar a All Might, usando su Quirk y viéndolo flotar en el aire.

Sin poder moverse, All Might reflexionó sobre cómo evitar que sus alumnos pasaran la prueba, pero era demasiado tarde. La chica con el Quirk de Zero Gravity había cruzado la línea de escape. Todo su enfoque se centró en Izuku, quien aún se encontraba a unos metros de distancia. En ese momento, una brillante idea le atravesó la mente. Preparó sus músculos y, con el don activado, lanzó un golpe hacia el cielo, canalizando su poder para impulsarse al suelo.

Con un impulso poderoso, se lanzó hacia Izuku, pero a medida que lo hacía, observó con una sonrisa cómo All Might comenzaba a perder altura, estrellándose finalmente contra el suelo, cerca de un edificio que había usado como soporte para su propio impulso.

Levemente adolorido, Izuku levantó la mirada, viendo cómo ya había pasado la prueba sin demasiados problemas. Una sensación de orgullo lo invadió, sabiendo que habían logrado lo imposible.

—Yo le recomiendo que se aleje de allí —comentó Izuku, señalando urgentemente hacia el cielo, su voz cargada de una mezcla de preocupación y determinación.

All Might, levantando la vista, sintió una punzada de alarma recorriendo su cuerpo. Sin perder tiempo, se lanzó a salir del área de peligro con una velocidad sorprendente, sus instintos de héroe activados. En el instante en que se alejaba, un estruendo ensordecedor resonó a su espalda, seguido de una lluvia de escombros que cayó pesadamente justo en el lugar donde había estado momentos antes.

—¡Wooow! —exclamó All Might, asombrado, mientras miraba los restos caer y el polvo levantarse en nubes.

—Era el plan A... —murmuró Izuku, un poco avergonzado por la improvisación necesaria—. Pero tuvimos que improvisar un plan B porque no pensé que actuarías de esa forma.

El joven héroe sintió una mezcla de alivio y orgullo al ver que su estrategia había funcionado, aunque el descontrol lo había llevado a situaciones inesperadas. All Might, aún recuperándose del susto, sonrió con admiración hacia su alumno, reconociendo su ingenio y valentía en el campo de batalla.

Izuku respiró hondo, sintiendo la adrenalina aún corriendo por sus venas. Miró a su alrededor, evaluando la situación. La ciudad estaba desolada, con edificios destruidos y escombros esparcidos, pero había un leve destello de triunfo en el aire.

—¿Estás bien, All Might? —preguntó, acercándose a su ídolo, que estaba de pie, sacudiéndose el polvo de la chaqueta. La preocupación en la voz de Izuku era palpable, pero también había una chispa de emoción.

All Might, aún aturdido, se frotó el pecho donde había recibido el impacto. Sonrió, aunque con una mueca de dolor. —Nunca he estado mejor, joven Midoriya. Tu golpe fue... ¡increíble! Pero debes recordar que, como héroe, siempre hay riesgos. ¡No puedes perder de vista tu seguridad! —dijo, enfatizando cada palabra con un tono paternal.

Izuku asintió, aunque en su interior sabía que no podía permitir que el miedo lo detuviera. —Lo sé, pero debía proteger a Uravity. Sin ella, no habríamos podido completar el plan. —Se volvió hacia donde Uraraka había aterrizado, aún con una sonrisa de triunfo en su rostro, aunque algo jadeante.

—¡Uraraka! —gritó, corriendo hacia ella, mientras la energía del triunfo lo impulsaba. Uraraka lo miró con ojos brillantes de emoción, levantando el pulgar en señal de que todo estaba bien.

—¡Lo hiciste, Deku! ¡Lo hiciste! —exclamó, corriendo hacia él y chocando sus manos en una celebración espontánea. La conexión entre ellos era palpable, un entendimiento silencioso de que habían superado un desafío juntos.

All Might, observando la interacción entre los dos jóvenes héroes, sintió una mezcla de orgullo y nostalgia. Recordó sus propios días de juventud, luchando al lado de sus compañeros. Con una sonrisa, decidió que era momento de reforzar las lecciones que tanto necesitaban.

—Bien, chicos, aunque han tenido éxito, este es solo el comienzo. Deben prepararse para lo que vendrá. No solo se trata de fuerza; la estrategia y la colaboración son clave. Cada desafío les enseñará algo nuevo —dijo, con una mirada seria.

Izuku y Uraraka se miraron, sus rostros serios ante las palabras de All Might, pero el brillo en sus ojos mostraba su determinación.

—Estamos listos, All Might. Aprenderemos de cada experiencia —dijo Izuku con convicción, mientras el viento soplaba suavemente a su alrededor, llenando el ambiente de una nueva energía.

—Entonces, ¡a trabajar! —respondió All Might, con una sonrisa en el rostro—. Ahora, ¿quién se ofrece para ayudarme a limpiar este desastre?

La risa y el bullicio comenzaron a llenar el aire, mientras los tres se preparaban para lo que les esperaba. Juntos, estaban listos para enfrentar cualquier desafío, creciendo y aprendiendo a cada paso.

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Gracias por leer

Está vez no los dejé con la tensión ni con un misterio (• ▽ •)

ACTUALIZADO EL 09/10/24

REESCRIBIENDO LA HISTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora