CAPÍTULO 19: NO SOY PERFECTO

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Izuku seguía en shock, repitiendo las palabras de Ochako en su mente.

—¿Yo... soy perfecto? —murmuró, aún sin poder creerlo.

—Oye, Izubro, ¿estás bien? —la voz de Kirishima lo sacó de sus pensamientos.

—¡Uraraka! —exclamó Izuku, de repente recordando que la chica había salido corriendo. Sin perder un segundo más, se levantó de golpe y salió disparado, decidido a encontrarla.

Activó su Quirk, potenciando sus piernas, y corrió a gran velocidad por los pasillos de la academia, buscando por todos lados. El corazón le latía rápido, no solo por el esfuerzo físico, sino por la confusión y el torbellino de emociones que sentía.

(¿Por qué dijo eso?)— pensaba mientras recorría el lugar. —(¿Qué querría decir? Yo... perfecto... soy todo lo contrario a eso)

Las palabras de Ochako lo habían golpeado de una manera que no esperaba. Siempre había pensado que tenía tantas cosas que mejorar, tantas debilidades que superar... Y ahora, la persona que más admiraba y respetaba lo había llamado "perfecto." Eso lo desconcertaba más de lo que quería admitir. 

Izuku, con el corazón latiendo aceleradamente, subió las escaleras hacia la habitación de Uraraka. Cada peldaño parecía más pesado que el anterior, como si el peso de su propio nerviosismo le dificultara el avanzar. La idea de encontrarla sola lo llenaba de inquietud, pero al mismo tiempo, una chispa de su altruismo estalló en él. Mientras subía, recordó el momento en que ella había gritado que él era "perfecto", y su rostro se sonrojó de inmediato. No podía dejar que esa expresión de vergüenza la mantuviera atrapada en su habitación. Cuando finalmente llegó a la puerta, tomó una respiración profunda para calmarse un poco.

Toc, toc 

—Uraraka... ¿estás ahí? —preguntó, pero no obtuvo respuesta. —Oye... no tienes que sentirte avergonzada... —dijo, intentando sonar tranquilo, aunque en su interior estaba preocupado. Al no escuchar nada, pero notar un leve ruido dentro, continuó—. Voy a quedarme al lado de la puerta, hasta que tú decidas salir. O si quieres que me vaya, solo debes decirlo, pero por favor, responde. —Se sentó a espaldas de la puerta, sintiendo el frío del suelo.

Esperó por una respuesta, pero todo estaba en silencio.

—Sabes... tú también eres genial, para mí, la más genial de la clase —comenzó a decir, sintiendo cómo el rubor le subía por las mejillas. —Eres inteligente... fuerte... amigable... —hizo una pausa, tragando un poco de nervios—. Y linda... —susurró lo último, esperando que esas palabras lograran hacerla sentir mejor.

—No soy nada de eso... Solo quieres hacerme sentir mejor —respondió Uraraka, con un tono de duda que hizo que el corazón de Izuku se encogiera.

—Y-yo... no soy bueno socializando... De hecho, tú... eres la primera persona que me trata como a un igual... —dijo, sintiéndose cada vez más nervioso mientras sus manos jugaban con su uniforme. —Eres la chica más fuerte que conocí... —sus palabras fluyeron, llenas de sinceridad.

Un silencio pesado se hizo presente entre ellos. Izuku sintió que cada segundo que pasaba aumentaba su ansiedad.

—Yo no estoy mintiendo... Y-yo solo... estoy... diciendo lo que opino de ti. Además... yo no soy perfecto, ¿sabes? —agregó, sintiendo que su rubor se intensificaba.

La habitación permaneció en un silencio incómodo.

—... —Uraraka no supo qué responder, sintiendo una mezcla de confusión y sorpresa.

—Tengo muchos errores. Yo... soy muy nervioso... y... sobreanalizo demasiado las cosas... Me lastimo con mi quirk... Soy un desastre... —susurró, con la voz temblorosa, sintiendo que sus palabras caían pesadamente en el aire.

REESCRIBIENDO LA HISTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora