• Sesshomaru Senpai •

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈 (𝟐/𝟐)

─ Buen día, Sesshomaru Senpai. ─ la suave voz de Sara habló al hacer una reverencia.

Ella había llegado un minuto antes, apresurándose a sentarse al lado del Senpai una vez este solo respondió su saludo con un asentimiento.

No es como que la presencia de la chica fuera molesta, al contrario, ella guardaba silencio la mayoría de las veces. Y Sesshomaru apreciaba eso. Aunque siempre prefería ser completamente solitario.

A veces, Sara sacaba su instrumento que, era una flauta tradicional y tocaba algunas melodías para él.

Y, ¿se supone que debería estar agradecido? El gesto era bonito, por así decirlo, pero Sesshomaru sentía que quizás esa flauta y su música intentaban transmitir sentimientos que él, Sesshomaru, jamas podrá corresponder.

Eso lo hacía sentir incomodo.
Pero, como de costumbre, no podría decírselo. Solo dejaría hacer a Sara lo que ella quisiese, no era su responsabilidad.

Su lectura fue de nuevo interrumpida por el sonido de unos zapatos, que se oían como si hubieran aterrizado frente a él.
Una pequeña ventisca sopló su flequillo y ahí él recién se decidió por mirar quien más osaba irrumpir su descanso.

La inconfundible Kagura.

Bueno, esta situación era nueva. Nunca antes dos de sus seguidoras lo habían atrapado al mismo tiempo.

Siempre creyó que aquella leyenda del "Club de Fans de Taisho Sesshomaru " las miembros habían acordado turnarse para perseguirlo.

Quizás era momento de olvidarse de esa leyenda, o concluir que una de las dos no era parte de dicho club y solo se trataba de una coincidencia.

Kagura no necesitó permiso de nadie para tomar asiento en aquella banca en la que cabían perfectamente los tres. Como Sara se sentó al lado del muchacho, Kagura tuvo que sentarse justo al lado de Sara, dejando a la menor el medio.

Por supuesto que los había saludado ambos antes, pero de Sesshomaru solo recibió una mirada y de parte de Sara un tenso Hola.

No era secreto para ella ni nadie de la preparatoria sobre las chicas que tenían a Sesshomaru como crush, incluso ella misma era una de ellas. Así que, comprendía que quizás la pequeña Sara quería a Sesshomaru para ella sola.

En primer lugar, que egoísta.
En segundo lugar, ¿no es un poco ridículo mirar mal a otra chica por un hombre?

Quizás no se habían dado la adecuada oportunidad, Kagura pensó en ello. Quizás podían llegar a ser amigas. La chica de ojos color rubí no estaba interesada en ser la enemiga de nadie. Las chicas deben estar unidas.

Solo debía usar su encanto y habilidades para aliviar el ambiente.

─ ¡Así qué! La pequeña Sara nos acompaña hoy. ─ la mayor sonrió. No sabia como comenzar una conversación con una chica refinada como la princesita Sara, pero lo intentaría. Quizás, solo era callada como Sesshomaru.

Sara la miró extrañada. Conocía a Kagura de lejos, y sabia que podía ser bastante extrovertida. Por no decir atrevida y rebelde. No sabía como responder.

Realmente, veía a Kagura como una intrusa. La castaña vio bien que ella estaba con el senpai primero. ¡Y de todas formas! La descarada no los dejó en paz.

No, no podría pedirle que se vaya, sería descortés.

─ ¿Y ese olor? ─ la oji-rubí olisqueó un poco, sin vergüenza alguna. ─ ¡Ah! Se trata de tu perfume, es muy rico. ─ elogió.

─ Hum, gracias.

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