• Corazón •

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐈 (𝟐/𝟐)

─ ¡Sesshomaru! ¿Que pasó? Vi a Sara correr fuera del parque. Y ... ¡Eh! ¡Tu cara! ¡Tienes una mano marcada!

Kagura había llegado a su encuentro con Sesshomaru, a las 3 punto. Tenia muchas preguntas que quería que fueran respondidas.

─ ¿Algo salió mal? Yo...

─ Kagura. ─ habló él. ─ Si, de hecho, eres culpable. ─ dijo sin remordimientos.

─ ¿Culpable de qué? Le dije a Sara que venga, era mejor si lo hablaban entre ustedes, ¿sabes? Tenias que decirle lo que sientes.

El de ojos de miel negó con la cabeza.

─ Yo no vine por ella. Vine por ti.
Kagura, en ningún momento te mencioné otra cosa que no fuera el citarte aquí el día de hoy. ¿Por qué lo hiciste?

─ Pues...

─ Eso ya no importa. Si, ella me encontró aquí pensando que yo guardo algún tipo de sentimiento especial por ella. Y la verdad que no es así.

─ ¿Como que no?

─ No es así, Kagura, te has confundido a lo grande. No sabes por todo lo que me has hecho pasar, fui golpeado por una dama por tu culpa.

Sinceramente, no estoy enojado contigo.

─ Y esa misma dama se fue con el orgullo herido.

─ Espera ¿dices que Sara te golpeó? ¡Como se le ocurre! ¿Que le dijiste exactamente?

─ Nada que no fuera la verdad. Ella no me gusta. ¿Escuchaste bien? Eso fue lo que le dije.

─ Si, te escuche. Pero no comprendo. ¿Si ella no te gusta, por que no me lo aclaraste antes? ─ al hacer esta pregunta, el corazón angustiado de Kagura pudo tranquilizarse ─ No encuentro justificación a tu misterioso comportamiento ¿Por que querías que viniera y simplemente no me lo dijiste por mensaje? ¿¡Para quien son esas flores!? No creas que no las vi.

Oh, la chica estaba demasiado confundida y enojada por ello. Había cometido un gran error con Sara. Fue una gran entrometida. Y por su culpa habían golpeado a su compañero. Eran tantas incógnitas. Y tanto por resolver.

Las preguntas de su mente se vieron interrumpidas cuando Sesshomaru junto sus manos con las suyas y le entregó aquel ramo de flores.

Oh no.
¿No es lo que está pensando?
¿Verdad?

─ Son para ti.

─ No es cierto. ─ rápidamente negó.

─ Traje estas flores para ti. Kagura. La chica que me gusta eres tú.

─ ¿¡Qué!? ¡Dilo de nuevo!

La chica que me gusta eres tú. ─ repitió con voz clara y firme.

Esta vez Kagura no sabe como bromear al respecto. Esto es un asunto muy serio para ella. Esta vez no hay espacio para confusión alguna. La chica castaña nunca tuvo la vara suficientemente alta como para imaginar una cosa así.
Naturalmente solo creería que él la vería como una amiga y nada más. ¡Y nada más!
Pero ahora... esto no puede ser una broma. Sesshomaru es lo suficientemente serio como para bromear. ¿O lo hace por cobrarselas?

─ Sesshomaru. ─ su voz tembló así como sus manos. ─ Si me dices esto para vengarte por que Sara te rechazó o algo así déjame decirte que no es gracioso que juegues con mis ...

Quedó callada al momento que Sesshomaru la envolvió en un abrazo. Él suavemente colocó la cabeza de su compañera en su gran y firme pecho.

─ Deja entonces que mi corazón te lo diga. Escucha como late por ti.

Oh si, esa era un lema cursi que había leído en internet, no creyó que la necesitaría pero quizás esa acción haría reaccionar por fin a su querida Kagura. Al parecer ella no creía en sus palabras ni en las flores, así que lo único que tenía para darle era su corazón.

No sabía como reaccionaría ella, así que la abrazó con poco de fuerza, sintiendo la calidez de su cuerpo.

Era posible que fuese la primera y única vez. Atesoraría ese momento por el resto de su vida.

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