Detrás de los focos |Fanfic Newtmas/Dylmas [TERMINADA]

Capítulo 6

Los personajes pertenecen a la trilogía de "El corredor del laberinto" de James Dashner, lo único que es mío es la trama.

¡Muchas gracias por todas las visitas y los votos! Me animan a seguir escribiendo. Comenten si les ha gustado, si quieren alguna escena en especial, etc. ¡Disfruten del capítulo!

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Por fin. Después de tanto tiempo, iba a grabar una película. Por fin había llegado el día en el que no sería yo, también otra persona más. ¿Lo mejor de todo? Que Newt también estaría allí, conmigo.

Estaba delante de la entrada de mi casa esperando al rubio, ya que me pasaría a buscar con el coche. Teresa no había dado señales de vida desde que se fue después de nuestra última conversación en mi salón, pero tampoco le daba mucha importancia.

-¿Te llevo a algún sitio? –oí la voz de Newt y me desperté de mi ensoñación. Aún estaba un poco dormido.

Sonreí y me senté en el asiento del copiloto. Newt llevaba unos tejanos negros y una camisa blanca. Simple, pero elegante. Aunque la verdad es que no importaba mucho, ya que cuando llegásemos al set nos harían cambiar la ropa por la de los personajes.

Durante el trayecto estuvimos hablando del guion, repitiendo nuestras frases favoritas y las escenas que más ganas teníamos de rodar.

Por fin llegamos. No tardamos mucho en encontrar una plaza libre para aparcar, a lo que Newt dijo que “eso es porque somos buenas personas, palabras de mi abuela”.

Cuando Minho nos vio entrar en el edificio sonrió con ironía.

-Bueno, veo que habéis conectado –no pude evitar notar algo en el estómago-. Bien, bien. Me parece bien. Id a cambiaros. Hoy grabaremos cuando entra Rosa para avisarles del caso y todo eso. Conocéis vuestros papeles. Venga, rápido. Todos los actores que se preparen, ya. No tenemos todo el día. Y os prometo que como no vayáis rápido estaréis todos fucados.

Miré al escenario un segundo y me di cuenta del esfuerzo que había detrás del decorado. Sin embargo, no me detuve a mirar. La reacción de Minho si no iba rápido no me hacía mucha gracia.

En cinco minutos como mucho ya estaba sentado en el sillón del escenario, donde siempre se sienta mi personaje cuando está en casa. Tenía un libro en las manos y Newt estaba a mi lado, mirando distraídamente el guion que poco después escondió en algún sitio.

Los técnicos terminaron de preparar la iluminación, comprobaron que los micrófonos funcionaban y oí el sonido de Minho gritando “ACCIÓN”.

Sabía que teníamos que estar un rato en silencio antes de empezar a hablar, así que intenté relajarme y normalizar el ritmo de mis pulsaciones.

-Me aburro –dije, recostándome en mi sillón. Noté como Newt me miraba un momento y después ponía los ojos en blanco.

-Eso es porque no tienes ni puñetera idea de cómo entretenerte –dijo levantándose y dirigiéndose a la ventana. Me gustaba que le hubiesen dejado conservar su acento británico.

Le miré con una ceja levantada.

-Llevamos dos semanas sin un caso, Thomas. Dos semanas. ¿Es que nadie puede morir de una vez?

Newt se giró y me dirigió una mirada reprochadora. La verdad es que casi me creí que era Newt, y no un papel, el que se movía.

-Eso es muy poco adecuado. ¿Sabes? Creo que podrías intentar ser un poco más humano y… –el discurso se vio interrumpido por el timbre de la casa artificial.

-Clienta –susurré de manera que se oyese.

Me levanté de manera apresurada y me dirigí a la puerta falsa. La abrí y allí apareció una chica de pelo negro y ondulado. Esa era Brenda, la chica que interpretaba a Rosa. La había conocido en la comida del primer día.

-¿Puedo pasar?

-Adelante –hice un gesto para que pasase y se sentara en uno de los sillones en frente de mí.

Newt la miró unos segundos antes de sentarse en su sillón. Yo hice lo mismo.

-Cuando quiera –dije con indiferencia. Se suponía que el personaje de Dylan era algo reservado e intentaba protegerse con un caparazón de apatía que solo rompía delante de Thomas.

-Mi hijo, Blake. Él… vio un cadáver –levanté una ceja y me giré hacia Newt, el cual se encogió de hombros-. Vio un cadáver en la calle y después de llamar a la policía, éste desapareció. Necesitamos ayuda.

Me giré otra vez hacia el rubio. Le tocaba hablar a él, pero no parecía tener intención de hablar.

-¡Corten! Newt, ¿te has olvidado de tu línea?

-Lo siento –se disculpó con rapidez-. Estaba un poco distraído.

-Recuerda. “No somos psicólogos, no podemos ayudar a su hijo con el trauma”.

-Lo sé –contestó con cansancio.

La siguiente vez que repetimos la escena nos salió bien, por lo que Minho nos dejó descansar unos minutos antes de continuar con la escena donde Blake está llorando en su habitación, asustado.

-Actúas muy bien –le dije a Newt. Él me sonrió. Noté que iba a darme un abrazo, pero se contuvo. Aunque me dolió, sabía que era lo mejor. Nada de rumores, nada de problemas.

-Pareces sorprendido –me contestó con una sonrisa ladeada. Le di un golpe amistoso en el hombro, como diciendo “no seas idiota”.

-Yo ya había visto otras pelis tuyas antes de que me dijesen que ibas a actuar aquí –me confesó-. Y he de admitir que siempre he sido admirador de tu trabajo.

-Gracias, pequeña fangirl –bromeé. Esta vez fue el turno de Newt de darme un golpe.

-¡La pausa se ha acabado, pingajos! –gritó Minho-. ¡Moved el culo y volved a vuestros puestos!

Con un suspiro, Newt y yo nos dirigimos al nuevo escenario.

Había echado de menos esto de grabar.