Louis despertó con la sensación de estar volando.
Por más que le hubiera gustado despertar con Harry a su lado, el recuerdo de haberlo tenido en sus brazos hacía que una calidez recorriera todo su cuerpo.
Después de acompañar al rizado a su casa y acostarse, durmió como no lo había hecho en días.
Sin embargo, él estaba volando, pero el vértigo era inevitable mientras reestructuraba cada aspecto de la noche anterior.
Cayó de vuelta a la realidad. Manchas moradas con tintes verdes y amarillos, devolvieron el picor a su garganta y ojos; demasiados sentimientos mezclados en su pecho como para que las lágrimas fueran suficientes. El rencor prevalecía si intentaba describirse a sí mismo.
Se levantó de la cama e intentó mantener la cabeza sobre los hombros mientras se cambiaba.
Tomó el teléfono casi temblado y salió al balcón por si Liam escuchaba.
Con el teclado de números frente a él, jamás pensó tener que estar en esa situación de nuevo. Ni siquiera sabía si seguía siendo el mismo número que se forzó a aprender, pero lo intentó.
Uno, dos, tres pitidos y contestaron.
—Diga. — Louis frunció la nariz apenas escuchar la voz.
—¿Zayn?
—¿Louis? —se escuchaba genuinamente sorprendido. — ¿A qué debo tan agradable sorpresa? —dijo socarrón.
El ojiazul podía escuchar la sonrisa en su voz y volteó los ojos. —Cállate y escúchame. Sé que besaste a Harry y eso causo problemas. Me debes un favor y es momento de que lo cobre.
Zayn soltó una risa sarcástica. —¿Favor? ¿De qué mierda hablas?
—Eres una mierda de persona, pero sé que incluso tú puedes aceptar que me jodiste la vida.
—Créeme que mi vida es tan mierda como la tuya, cariño. —dijo con fastidio. —¿en qué le puedo servir a la princesa...?
✿
Bárbara se encontraba sentada en el escritorio de su cuarto.
Su mente estaba dividida entre el ensayo que se suponía tenía que estar escribiendo y las mil y una cosas que no podía controlar a su alrededor.
Algo dentro de ella le decía que sí, las podía controlar, simplemente no estaba haciendo lo suficiente, solo estaba dando el cien por ciento de ella cuando debía de dar el doscientos por ciento.
El sabor de la sangre en su lengua pasaba completamente desapercibido, la parte interna de su labio le suplicaba que parara de dañarlo con sus dientes; ella solo escuchaba ruido blanco y sentía como sus ojos picaban. Ya se había acostumbrado, pero no dejaba de ser molesto.
El sonido de alguien tocando la puerta la sacó de su cabeza.
—Barbie amor. ¿Puedo pasar? —la puerta nunca estaba cerrada, pero agradecía que su madre tocara de todos modos.
Le sonrío desde su lugar. —Claro ma, pasa.
La señora entró haciendo sonar sus tacones por el piso, modelando su traje ejecutivo que la hacía ver estoica y meticulosa. Sin embargo, su sonrisa debelaba lo que Bárbara ya sabía; tras su fachada, Claudia era la mujer más dulce del planeta tierra.
La abogada se sentó en la cama quedando frente a frente con su hija. —¿Quieres hablar de que tienes?
—No tengo nada mamá. No sé de qué hablas.
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Conocidos ⟪l.s.⟫
FanfictionLa posibilidad de que la mente de Harry haya creado ojos azules y cabellos castaños que le cuentan historias solo para pausar su presente, es demasiado alta para su propio gusto. El día en el que su sueño se materializa no cree ser capaz de declinar...