0 - El Funeral

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Velatorio privado, Seúl, Corea del Sur. 

Domingo, treinta y uno de julio del 2022

—Hablamos por llamada el día anterior, no puedo creer que este... muerto —se lamenta con los ojos secos y la cabeza gacha. Por mas que intentaba llorar, ninguna lágrima caía incluso si pensaba en las cosas mas tristes que se le ocurrían. Tal vez su agente tenía razón, era un pésimo actor, no podía ni fingir sentir algo de dolor en el funeral de su mejor amigo ¡de 20 años! Eso es más de la mitad de su vida. Aunque puede que se deba a que lo único que siente es felicidad porque ya no tendrá que esconderse o ser el segundo.

De esos 20 años de amistad, la mitad del tiempo lo odió por muchas razones, principalmente por ser novio de los chicos que le gustaban. Si, Doyoung los conocía primero y usualmente por eso es que le ganaba al conquistarlos, pero eso no quita que fuera muy mala persona. Ni siquiera los quiso a todos y aún así estaba con ellos. Él era muy egoísta, siempre hacía cosas que causaban que él tuviera que hacer otras no tan bonitas, como estar con sus ex novios, a veces mientras seguían juntos y a veces apenas terminaban, pero Doyoung no le dejaba opción porque salía con todos los chicos lindos y él nunca se queda con el "antojo".

Juyeon, Moonbin, Sungjae, Hyungwon... estuvo con todos, incluso con Youngho, su relación más larga y la última porque, bueno, duda que en el más allá se pueda tener pareja, pero Doyoung es capaz de tener una y está seguro que le ganará otra vez solo porque se murió primero.

Maldita sea, ni siquiera muerto lo dejará en paz.

—Tampoco yo, es todo tan... tan irreal —dice Gongmyung, el hermano mayor de Doyoung, desde su asiento en la cabeza de la mesa. —Teníamos planeado un paseo familiar a Jeju en dos semanas, y este viernes una cena en su casa porque quería contarnos algo, pero ahora nunca lo sabremos. ¿Por qué viajaba a Ansan? Nuestra familia vive en Seúl y sus amigos también, no conoce- conocía —corrige con la voz ahogada— a nadie allí. 

—Y conducía una camioneta familiar que según la policía le pertenecía —añade Taeyong, igual de afectado—, pero nadie lo vio usarla antes y ¿para qué la necesitaría? La señora Kim dijo que encontraron maletas con juguetes y ropa de niño y adulto en el asiento trasero. Es todo tan extraño. Nada tiene sentido.

Ante lo dicho, levanta la cabeza y lo mira confundido. 

—¿Tal vez iba a donarlo? Doyoung hacía eso de manera frecuente, siempre le gustó ayudar a los demás. 

—Lo dudo, Mark —refuta Jungwoo, ubicado frente a él, de pie aunque la silla está vacía. Su mirada es pesada, como si lo juzgara, ha sido así por años y nunca se ha acostumbrado porque le tiene mucho miedo. Jungwoo no es cercano a la familia Kim desde que cumplió la mayoría de edad y se mudó a quién sabe dónde, sin embargo mantenía contacto frecuente con Doyoung y se veían cada que podían, lo que a veces lo incluía, en contra de su voluntad, porque su mejor amigo quería que se llevaran bien, pero jamás le agradó, solo fingía hacerlo y él también, para salvarse el pellejo. En cierta ocasión le dijo que si no fuera porque su primo lo apreciaba, lo habría golpeado hasta mandarlo al hospital. —De haber estado camino a hacerlo, entonces tú también estarías muerto —murmura de forma amenazante y siente sus manos empezar a temblar. ¿Ahora sí lo golpeara porque Doyoung no está aquí para evitarlo? —¿No iban ustedes dos a donar juntos?

—S-si —carraspea—, es cierto.

"No, no lo es", contradice su mente.

Hace tiempo que ya no lo acompañaba a donar, ni salía con él, porque cuando lo veía muy feliz se sentía como un hijo de puta, y Doyoung los últimos años parecía estarlo sin importar lo que pase, entonces no le quedaba de otra que reunirse de forma esporádica con él. Era muy agotador fingir que todo estaba bien ya que, si bien lo detestaba, también lo quería, es decir, era su mejor amigo.

—Entonces todo lo relacionado con su viaje, en especial el motivo, murió con él —concluye Taehyung, participando por primera vez en la conversación. Jungwoo sonríe, de esa forma que puede parecer calmada, pero a él le causa escalofríos. Lo ha visto hacerlo cuando una desgracia, que va a disfrutar presenciar, está a punto de suceder. —Espera, ¿tú sabes algo?

El aludido se encoge de hombros, como si no le importara el asunto.

—No me gusta mentir y mucho menos ser chismoso o desleal, hermanito —responde, negándose a decir cualquier cosa y lanzando una indirecta que lo hace sospechar que él podría tener conocimiento sobre su amorío. —¿Dónde está Youngho, Mark? No lo he visto en ningún lado —cambia el tema. 

—¿Por qué debería saberlo? Digo, no soy su mamá o algo así, ni siquiera nos hablamos tanto. Era el novio de Doyoung, no mío.

—Pensé que eran cercanos, precisamente porque fueron el novio y el mejor amigo, de casi toda la vida, de Doyoung; eran personas importantes para él y lo lógico sería que se comunicaran para ver su estado, ¿no? Youngho viaja por trabajo muy seguido. Creo que recientemente fue a Bahamas por dos semanas.

Lo sabe. Está seguro porque Youngho le dijo a su mejor amigo que se iba a California por cinco días, ya que ese era su plan original, pero como él tenía trabajo en Bahamas le dio el alcance allí, causando que el viaje se alargara.

Oh por Dios, murió sabiendo que se cogía a su novio. ¡Lo perseguirá como fantasma por el resto de su vida!

Un momento, ¿sabría que se cogió a todos sus ex y salientes también? ¡Lo matará, definitivamente lo hará!

En realidad no, está exagerando debido al pánico porque Doyoung era un pacifista, pero lo que ha hecho no tiene perdón y lo reconoce.

Tiene ganas de llorar de pensar que su mejor amigo sabía que era un traidor y aún así lo quería.

Doyoung no merecía a un amigo como él.

—Como sea, ojalá llegue pronto —continúa Jungwoo, alejándose lento con dirección a la puerta que conecta el comedor y la habitación donde velan a Doyoung—, se supone es el funeral de su pareja y la gente empezará a hablar... aunque eso terminará siendo lo menos relevante —susurra para sí mismo, pero es oído por Gongmyung, que frunce el ceño confundido.

Mark saca su celular y de la manera más discreta que puede se va, no sólo de la mesa sino del lugar, para poder llamar a Youngho y advertirle. En el pasillo se cruza con varias personas, tanto conocidos de Doyoung o de la familia Kim como extraños que van camino a otro de los velatorios del lugar, saluda a algunos de manera breve y apenas divisa el baño va hacia allí rápidamente a esconderse.

Intenta cinco veces, pero Youngho no contesta. ¿Dónde mierda está? Llorando en alguna parte obviamente no. Él ya debería estar aquí, le dijo era probable que llegara a las cuatro, tomando de referencia el tiempo del vuelo y el taxi desde Incheon a Seúl más lo que le tomaría ducharse, vestirse y que lo fueran a recoger a su departamento, pero ya eran las cinco y veinte de la tarde.

Bien, si Jungwoo los piensa exponer pues que lo agarre desprevenido, él quiso decirle. Ahora lo que debe pensar es en si lo mejor es quedarse o no, porque si todo esto termina siendo un juego para que se expongan solos y no piensa decir nada, lo peor sería irse, sin embargo si en verdad lo hará, los Kim, en realidad solo Jungwoo y la tía Yoona, lo matarán.

—¿Hay alguien adentro? Necesito usar el baño urgente —escucha decir a un anciano, por lo que se apresura en salir. Se disculpa con el hombre por su demora, aunque este no le presta mucha atención por la prisa.

Estando de nuevo en el pasillo, ahora con menos gente, se da la libertad de realizar una pequeña plegaria por su bienestar. No es alguien muy religioso, pero en este momento necesita la ayuda de quien sea.

Mientras se acerca al velatorio 4 nota que hay alboroto, por lo que apresura su paso y se encuentra con una escena muy confusa: hay un hombre, acompañado de dos niños, que discute con los señores Kim y Gongmyung, Youngho está detrás de ellos con una cara de no entender nada, probablemente porque acaba de llegar.

—¡Largo, estafador! ¿Piensas que voy a creerme tu historia? Solo te estás aprovechando de la muerte de mi hijo para obtener dinero. ¡¿Acaso no tienes vergüenza en utilizar a niños para tu mentira?!

—No es ninguna mentira, señora, porque no es que quiera algo de ustedes, solo deseo estar presente en el funeral de Doyoung, mi esposo y padre de mis hijos.

¿Qué mierda acaba de decir?

Los adorados secretos de Kim DoyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora