LA HABITACIÓN

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Corrí detrás de él para no quedarme sola allí y me dijo:

- Mis compañeros ya han llegado

- Les vas a decir lo que ha pasado, ¿verdad?

-Pues claro que sí. Al fin y al cabo es para un trabajo- dijo él mientras se dirigía hacia la puerta de salida.- Además, ni que fuera un secreto de Estado lo que estamos haciendo aquí.

Salimos del edificio y allí nos encontramos a cuatro personas, tres chicos y una chica. Un chico con gafas que se parecía un poco a Derek, un chico con pelo castaño y ojos castaños, una chica rubia y de ojos verdes, y un chico de pelo castaño y ojos azules. Los dos últimos eran bastante guapos debo admitir. De repente, Derek dijo:

-Chicos, esta es Addison es mi mejor amiga. Es la compañera de piso de la que os he hablado, aunque creo que ya os conocéis de antes.

-Creo que sí, pero bueno, yo me presentaré igualmente. Hola Addison, me llamo Michael. No seas tímida y dinos si tienes algún problema - dijo un chico de ojos castaños.

-Hola soy Harry y mi mejor amiga es la rubia amargada de ahí- dijo el chico de ojos azules señalando a la chica que estaba a su lado.

-Ey, amargada tu puta madre. -dijo la chica rubia.

-No seas bruta delante de una dama como Addison- dijo el chico que se parecía a Derek.

-Emm-dije sonrojada.- Vaya, tampoco hacía falta alargarme tanto. Además, no pasa nada, yo también digo malas palabras de vez en cuando.

-Cierra el pico Louis- dijo Derek con un tono antipático, lo cual me extrañó. Nunca lo había visto comportarse así con nadie.

-Uy alguien está celoso- dijeron Harry, Michael y la chica rubia al unísono.

-Os estáis equivocando, no somos pareja.- expliqué atropelladamente.

-Vaya, así que estás soltera, eh.- dijo Harry haciendo énfasis en la palabra "soltera".

-Sí, de momento sí lo estoy.- admití sonriente. La verdad es que la situación me hacía gracia.

-Viene bien saberlo.- dijo la rubia mientras me miraba desvergonzadamente de arriba abajo.

-Por cierto, no quiero ser mal educada ni nada, pero quiero preguntaros una cosa.

-Claro, dinos- dijo Michael.

-¿Cómo te llamas?-le pregunté a la chica rubia

-Me llamo Alex y no me tengas miedo que no muerdo-dijo ella mientras me daba la mano.

-Ey, ¿Habéis visto eso de ahí?- dijo Louis señalando a una ventana. Nada más decir eso, todos miramos hacia la ventana que estaba señalando ¡Había una mujer con un camisón blanco en la habitación!

-Pero, Derek, ¿no habías dicho que el edificio estaba abandonado, inútil?- dijo Alex muy cabreada.

-Y lo está, en teoría- dije yo intentando calmarla - Iré a comprobar si hay alguien y todos estaremos felices. ¿Alguien que me vaya a acompañar?

-Yo iré contigo. -dijo Louis mientras me agarraba de la cintura.

-Ni de coña cabrón iré yo con ella-dijo Derek, agarrándome del otro lado de mi cintura, alejándolo de mí.

-Ey no discutáis, iremos Harry, Michael y yo con ella-dijo Alex agarrándome de la mano- Vamos-dicho esto, entramos en el edificio y subimos al segundo piso corriendo para asegurarnos de que a la mujer no le daba tiempo de huir.

Entramos en esa habitación y pude ver que había un par de sofás, unos armarios y una cama llena de sangre. Me acerqué a una puerta que había al fondo de la habitación, algo en aquella habitación me llamaba.

De repente, se empezaron a mover los sofás muy bruscamente hacia nosotros. Parecía que alguien estuviera empujándolos, pero solo estábamos Harry, Alex, Michael y yo en esa habitación. O eso creía yo. De repente Derek entró en la habitación y dijo:

-Sabía que este sitio tenía algo diferente, tenemos que irnos- dijo mientras daba golpes al marco de la puerta para llamar nuestra atención y empezaba a correr.

-¿Cómo que lo sabías?-dijo Harry indignado.

-¡DEREK TE VOY A MATAR!-dijo Alex. Todos estaban saliendo de la habitación. - ¡¿Lo sabías y aun así nos trajiste aquí?!

-No lo sabía, solo lo intuía, ¿Vale? Ni que fuera un genio.- admitió Derek.

-¡Pero esperadme!- dije yo corriendo detrás de ellos.

Salimos de la habitación y bajamos las escaleras hasta la entrada mientras los muebles nos perseguían escaleras abajo.

Los sofás seguían moviéndose, pero esta vez se movían en círculos. Como si estuvieran buscando algo o como si estuvieran asustados.

En ese momento no lo entendía, pero ahora entiendo el porqué, vosotros también lo entenderéis al final de esta historia.

-¿Estás bien?- me preguntó Derek viendo que iba MUY por detrás.

-Podías haberme esperado, ¿no? Patas largas, te tengo que recordar que tú corres como un velociraptor y yo parezco una tortuga con artrosis - dije yo enfadada, me habían dejado ahí tirada sin dudarlo ni una sola vez.

-Lo siento- dijo intentando no reír- Lo siento enana, a la próxima te esperaré.- al terminar la frase no pudo aguantar más la risa y se rieron las personas con las que había estado en aquella habitación. Se les escuchó por todo el edificio. Cosa que no nos ayudó mucho.

Cuando mis acompañantes dejaron de reírse se escucharon muchísimas risas. Risas de niños y también gritos de dolor. No es eso lo único que pasó, todos los muebles que había en el edificio empezaron a moverse hacia nosotros.

Empezamos a correr y un poco más tarde Derek y Michael nos siguieron, todo era muy raro y no soportaba estar ahí. Además de que unos muebles intentaban atacarnos, ¡Unos muebles! ¡Qué locura! Cuando conseguimos salir de allí nos subimos corriendo al coche junto a Louis, y Derek empezó a conducir. 25 minutos después llegamos a la casa y empezamos a discutir sobre lo que pasó. Al final dije:

-Si queremos volver a ese hospital tenemos que prepararnos. Por si pasa algo peor.

-¿He oído bien? ¿Has dicho tenemos? - preguntó Derek sorprendido.

-Si has oído bien- dije yo- ¿Tenéis alguna idea de qué podríamos necesitar?

-¿De verdad quieres seguir con todo esto?- dijo Derek agarrándome por los hombros. Intenté respirar hondo para que no se diera cuenta de que mi pulso acababa de dispararse, pero creo que no sirvió de mucho.- Yo solo quería enseñarte ese sitio, no hace falta que me ayudes más. 

-Sí, no veo por qué no.- dije intentando convencerle, pero al ver su cara supe que no sirvió de mucho.- Tengo curiosidad por ver cómo acaba, además no dejaré que vayáis allí solos. Más por ti que por ellos.

-De acuerdo, ¿Alguien tiene alguna idea?-preguntó Derek dispuesto a planearlo todo.

-Podríamos comprar una ouija para hablar con los fantasmas- dijo Michael.

-¿Por qué no se te ha ocurrido antes de ir Derek?- dije muy seria.

-Hija, tranquilízate, que parece que te han poseído con esa cara que has puesto. -dijo quitándole hierro al asunto.- Además no pensé que sería una situación tan grave.

-¿Casi me da un infarto, qué cara te esperabas? Bueno, no importa. ¿Tendremos que pensar un plan, no crees?- me expliqué.

-Llamaré a nuestro profesor, pero Addison no te pongas nerviosa que te conozco.- dijo Derek cogiendo el teléfono.

-Está bien- dije yo decidida a ayudarles.

La TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora