Capítulo 3 "Un día asquerosamente humano"

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{Elsa}

¡Era el peor día de mi vida!

Hoy empezaban las clases en el instituto.

Me levanté de la cama de un salto y fui al baño. Me miré al espejo y solté un grito que rompió la ventana de la cocina (efecto extraño). Mis amigos llegaron corriendo.

-¿Que pasa Elsa?- preguntó Merida asustada

-¿Has visto un humano?- me preguntó Hipo sarcásticamente

-Aquí no entran humanos, idiota- le contestó Rapunzel enfadada

-¡Mirad mis ojos!- me giré y ellos se sobresaltaron.

-Ya empiezan a salir tus poderes- dijo Anna

Una vez al año desde cierta edad los ojos se vuelven rojos indicando que la hora del nivel máximo se acerca.

-¿Como los ocultaré?- pregunté un poco asustada

-Toma- respondió Hipo dándome unas gafas de sol que me cubrían casi toda la cara

-Creo que va a ser mejor que digas que son lentillas de colores- dijo Merida

-Creo que sí

-Ahora vistamos y vayámonos al instituto humano- gritó mi hermana alegre

Sonreí al verla. Yo odio a los humanos pero a ella siempre le ha llamado la atención la forma en la que viven y avanzan sin poderes.

Cada uno nos fuimos a nuestra habitación y al cabo de 15 minutos las chicas nos encontramos en el salón.

Yo llevaba unos Jeans blancos, una blusa negra y unos botines también oscuros. Pensé en ponerme un fular para tapar mi marca del cuello, pero diré que es un tatuaje.

Se me había olvidado deciros que los vampiros nacemos con una marca en el cuello diferentes unas de las otras.

Mérida llevaba unos shorts rojos, una camiseta azul y blanca y unos converses blancos.

Rapunzel llevaba un vestido por encima de la rodilla morado con pequeños dibujos rosas clarito y unas francesitas doradas.

Anna llevaba unos Jeans rosas, una sudadera verde de los Simpsons y unas Vans celestes.

-Y luego dicen que las mujeres tardamos más que los hombres- dijo Rapunzel indicando la puerta de la habitación de Hipo con la cabeza.

Hipo salió de su habitación con un aire chulesco. Llevaba unos pantalones vaqueros rotos con una camisa roja de cuadros negros y unas Vans marrones.

Le agarramos rápidamente y nos fuimos a la nevera.

Freí un filete de ternera para Anna, otro para Hipo y otro para Merida. Para Rapunzel y para mí hice dos filetes de pollo, obviamente, poco hechos.

Comimos y nos fuimos corriendo al instituto. Por el camino se nos cruzaron 4 motos negras que casi nos atropellan.

-¡Mirad por donde vais!- chillé enfadada pero mi respuesta solo fue un acelerón del motor por parte del motorista que iba delante de todos.

Llegamos en menos de 5 minutos al instituto. Era un edificio moderno, blanco y de unas 4 plantas.

Los asquerosos adolescentes correteaban de un lado a otro como un rebaño de ovejas asustadas. ¡Elsa! ¡Deja de pensar en comida!

Entramos y nos identificamos en secretaría. Hipo, Mérida y yo vamos a la clase 1'B y Anna y Rapunzel van a 4'C. En ese momento nos separamos.

-No me gusta dejarlas solas- dije yo

-Tranquila. Seguro que estarán bien.- me tranquilizó Mérida

Nos tocaba clase de tutoría. Los humanos ponen unos nombres muy extraños a sus clases. Entramos en el aula de 1'B y nos sentamos al fondo para no llamar demasiado la atención.

Mérida y yo estábamos juntas e Hipo estaba delante nuestro.

De repente se escucharon los gritos de unas chicas. Eran gritos de admiración y alegría, los que más daño me hacen.

Tapé mis oídos con la esperanza de que ese ensordecedor ruido desapareciera, pero cada vez era más fuerte.

La cabeza me iba a estallar porque ese sonido se acercaba cada vez más y más.

-¡¡Bastaaaa!!- grité con todas mis fuerzas mientras me levantaba de mi asiento.

El corro de chicas que producían ese insoportable ruido estaba liderado por un peliblanco que me miraba anonadado.

Me senté con las mejillas encarnadas y con la mirada cabizbaja. Noté como Hipo y Mérida soltaban pequeñas risitas y yo les fulminé con la mirada.

¡Espera! ¿¡Pelo blanco?! ¡El cazador que nos persiguió tenía el pelo blanco!

Miré al chico de arriba a abajo e intenté mirar en su interior con mi poder. Pero por culpa de mi dolor de cabeza no conseguí ver nada. Decidí no fiarme de él y listo.

En el aula entró un hombre barrigudo y con una larga barba blanca. La gente se sentó en sus asientos y el peliblanco se quedó buscando un sitio libre.

<<Aquí no por favor. Aquí no por favor. Aquí no por favor. Aquí no por favor. Aquí no por favor. Aquí no por favor. Aquí no por favor. Aquí no por favor. Aquí no>>pensaba

Pero sirvió de muy poco porque el chico se sentó con Hipo delante de nosotras.

-Es guapo- me susurró Mérida dándome un suave codazo en el brazo

-No estamos aquí para eso- susurré fría y seria

-Bien clase. Para conocernos mejor quiero que os levantéis y digáis vuestro nombre al resto de compañeros. Empezaremos por aquí.

-Me llamo Debby.

-Yo soy Marc

-Mi nombre es Ally

-Soy Ross

-Me llamo Hipo

-Soy Jack- dijo el chico y todas las chicas suspiraron. Yo me limité a rodar mis ojos.

-Mi nombre es Mérida.

-Yo soy Elsa.

La gente siguió diciendo sus nombres pero yo me puse a mirar por la ventana.

Pensaba en si estaría haciendo lo correcto al integrarnos en un mundo desconocido y muy peligroso.

De repente noté que alguien me miraba.

-Hola- me dijo el chico peliblanco llamado Jack

-Hola- respondí yo seria

-Te espero en el pasillo después de esta clase- me dijo y se dio la vuelta.

A mí no me dio tiempo a responder, pero iba a ser un no y lo va seguir siendo.

El profesor siguió hablando de cosas como lo que íbamos a hacer a lo largo del curso.

¡Dijo que vamos a ir a la tumba de Dracula! Ese vampiro ni siquiera existió nunca. Son muy ignorantes.

¡Odio a los humanos y sus estúpidos institutos!

Continuará...

Cazador de colmillosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora