Capítulo 23 "Secretos"

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{Elsa}

La misión ha salido casi perfecta: solo me faltó verle bien la cara al cazador.

Solo logré ver su pelo blanco y al hacerlo mi mente solo pensó en una cosa: Jack.

La Elsa de antes empezaría a decirse que eso es imposible, que Jack no es un asesino despiadado, pero la nueva Elsa solo se deja llevar por las pruebas y por su instinto.

- Ya está listo - me dice Hipo saliendo del garaje.

Instantáneamente me levanto del sofá y entro en el garaje.

La sala está oscura, así que enciendo las luces, encontrándome con Samuel en una silla atado fuertemente con cuerdas.

- Buenas tardes, señor Legend. Mi nombre es Elsa Arendelle, reina de los vampiros.

- ¿Elsa?- pregunta él, como si mi nombre le resultase familiar

- Sí. Y bien, ¿sabes por qué estás aquí?

- Supongo que querrás saber sobre tus padres y tu pasado.

- Chico listo - respondo cogiendo una hoja de papel del bolsillo de mi pantalón.

- Seguramente cuando acabe de contarte todo me matarás. ¿No es así?

- Probable. -digo agarrando una silla y sentándome en frente de Samuel.- Empecemos por mis padres. ¿Qué pasó con ellos?

- Tu padre y yo éramos grandes amigos. Pero un día me mandaron atraparle, ya que era el hijo de Arendelle, el rey de los vampiros. Un grupo de novatos y yo fuimos a por tu padre. Tu madre os ayudó a huir y luego huyó, no sé nada más de ella. Tu padre fue trasladado al laboratorio, donde le hicieron pruebas, pruebas terribles que acabaron consumiendo su vida.

Una lágrima rebelde recorre mi mejilla, pero la quito rápidamente.

- ¿Y por qué no recuerdo nada de mi pasado?

- Al parecer tu madre os dio una pócima para haceros olvidar. Por lo que dijo tu padre solo la sangre de tu madre puede hacer que recordéis todo. Es una pócima de sangre, de las más difíciles de anular.

- ¿Y mi abuelo?

- Ronald Arendelle ha sido visto en Tokio. Lo más seguro es que venga a por ti, Elsa.

Esa noticia me hace sentirme bien. Con mi abuelo cerca todo será perfecto.

- Bien Sam, te estás portando bien. - Digo levantándome de la silla.- Ahora cambiemos de tema. ¿Cuál es el nombre del cazador peliblanco?

Entonces, en la cara del hombre se forma una sonrisa, una sonrisa enorme y extraña.

- ¿Sabes? Creo que te sorprenderás cuando lo averigües.

- Bien, si quiere jugar, jugaremos. ¿Su nombre es Roger?

- Ah no. No jugaré a ningún juego en el que ponga la vida de mis agentes en peligro.

Levanto mi mano y le suelto una fuerte bofetada, que ensangrienta su labio.

- ¿Este juego te gusta más?

- Adelante, majestad. Mátame a palos si es lo que quieres.

Me alejo de él un momento.

¿Matarle? Esa era la idea, pero puede que me sea útil.

Es probable que no me haya dicho todo lo que sabe.

Y es probable que me acabe diciendo el nombre del cazador.

- De acuerdo. Serás mi nueva mascota.

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Cazador de colmillosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora