Un peruano caminaba lentamente por el gran corredor del orfanato local sudamericano
-Disculpe joven ¿Necesita ayuda? - preguntó la recepcionista luego de minutos de ver a aquel niño tontear en medio de su recepción
- Emmm, no... bueno - apoyó sus brazos sobre el escritorio - ¿Le importa si le pregunto algo?
- En lo absoluto ¿Cuál es su duda? - correspondió amable la señorita
- ¿Usted de casualidad no ha visto a un chico más o menos de mi edad, medio albino así con mechones celestes y escudo de Sol?
- No que yo recuerde...
- Y narizón, con la ñata de zanahoria
- ¡Ah! ¿Se refiere a Argentina?
- ¡Sí! ¡Exacto! ¿Sabe dónde lo puedo encontrar?
- Depende ¿Qué relación tienen ustedes dos? Ya sabe, protocolos
- Oh, bueno, nosotros somos... ehh... ¿Conocidos? Sí, creo que eso, somos conocidos señorita
- Ya veo - le entregó un formulario - ponga su nombre aquí, apellidos aquí, DNI aquí y su firma aquí - señaló
- ¿No cree que es muy exagerado solo para una visita? - se extrañó
- Verá, lo que pasa es que el patrocinador es muy estricto con esto de la seguridad, y pues, ya sabe, protocolos
- Eh, está bien - cogió un lapicero de escritorio y rellenó la hoja - listo
- Gracias, Argentina está ahora en el segundo piso, siga derecho por el pasillo tercera puerta a la izquierda
- ¡Muchas gracias!
- A usted
Como le indicó la señorita, Perú llegó al segundo piso sin antes toparse con uno que otro huérfano por allí
Ya en su destino, prosiguió buscando la dichosa posición del argentino
-Uy curuju ahora cual de todas es - se preguntó a si mismo perdido entre las puertas de tan dichoso piso, tanto así que no se dio cuenta del hombre que pasaba por allí
Este iba a un paso acelerado, vestía un traje negro y su gorra tapaba parte de su rostro moreteado
Sin remordimiento alguno en el acelerar de sus pisadas pasó al lado del confundido bicolor, a quien le propinó un ligero empujón con su adolorido hombro
- ¡Oe! - gritó en un intento de llamar la atención del extraño de pelo corto - ¡Más respeto pe causa!
No obstante, cual fantasma de casa embrujada, el contrario sin levantar la mirada, o detenerse siquiera, siguió su apresurado recorrido por el estrecho pasillo, ignorando por completo al joven blanquirojo
<< ¿Y el cojudo este quién se cree? >> se preguntó un poco fastidiado de la acción del adulto
Más para pensarlo no tuvo tiempo en demasía, ya que se abrió una puerta a sus espaldas
Y con la respectiva suerte de Repsol que caracteriza a nuestro protagonista, ya pueden ir deduciendo, quién estaba detrás de dicha puerta
El blanquirojo dio un respingo al escuchar el chirrido de la madera, volteándose por reflejo al instante
¿Lo que encontró? Un muy sorprendido a albiceleste
- ¿Qué chota haces aquí?
El peruanito con los nervios a flor de piel, rápidamente guio su mano atrás de su lechosa nuca - Ehhh ¡Ho-hola! Es que, bueno y-yo...
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Alma para conquistarte // Usper
Fanfiction¿Cuál es el deporte que más corazones mueve en la cancha? Independientemente del gusto, es innegable afirmar que no hay un solo momento donde un cúmulo de extraños se congreguen en unión para una causa más pura, donde sus corazones latan como uno c...