Dicen que cuando se alza la niebla en el bosque es porque alguien o algo le pidió a los espíritus que lo habitan que lo ayuden a esconderse.
Un manto suave que te acaricia con pesadez si pasas alrededor de él, apenas una visible cortina que no te deja observar más adelante de la extensión de tu brazo frente a ti.
Dicen que cuando la niebla se levanta en el bosque, es porque los demonios salen a jugar y a ellos les gusta el escondite.
Les gusta especialmente cuando los niños juegan con ellos, tanto, que los atrapan en su realidad, en aquella niebla que se vuelve más espesa, para que no los vean a la cara y jueguen con ellos mucho tiempo más...
Un movimiento brusco de lado a lado, el sonido de la tierra del camino pasando hacia el suave pavimento y la pesadilla en sus sienes, como el pulso de su corazón en las arterias.
Minghao abrió los ojos y lo primero que vio fueron los árboles moviéndose mientras los dejaban atrás con la camioneta por la carretera que subía la montaña. Sus hojas oscuras no dejaban pasar luz del sol porque arriba sólo estaba el pálido cielo nublado que muy seguramente traía lluvia consigo.
Estaba recargado con la cabeza en la ventana del auto, en el asiento del copiloto, con los ojos entreabiertos. El cansancio se había quedado atrás por ese mal sueño.
—¿Todo bien, Hao? ¿Tuviste una pesadilla de nuevo?
Escuchó a su izquierda la voz suave de su hermano mayor, Junhui.
Miró en su dirección, sonriendo ligeramente al perfil del mayor, que lo veía de reojo, pues tenía su vista muy fija en el camino de adelante, recorriendo hacia arriba, rodeado del bosque templado.
—No lo sé, fue algo muy extraño, me acordé de una de las leyendas que nos contaba la abuela de estos bosques y que viene del pueblo desde hace mucho tiempo.
Junhui le dio un vistazo rápido y luego asintió.
—¿Te refieres a las historias de los espíritus que habitan el bosque?
La radio sonaba suavemente, pues tenía el volumen bajo ya que Junhui no había querido perturbar el sueño de Minghao.
El viaje era largo desde la ciudad en donde vivían hasta la villa que muchas veces habían visitado de niños; hasta la casa de su abuela, que estaba arriba en el bosque de las montañas, por el santuario Shinto que su abuelo en vida había cuidado como su sacerdote.
—Espíritus... De los demonios, Jun —dijo Minghao, perdiendo su mirada en el follaje de las copas de los árboles.
Junhui vaciló una mueca, pero sonrió de todas maneras.
—Entonces te refieres al Festival de Yabbay y todos esos juegos que nos ponían, ¿no es así? Nos hacían ir al bosque y jugar con los "demonios" para no hacerlos enojar y que atacaran al pueblo en venganza por ello —dijo con sus memorias un poco difusas.
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El Festival de los Demonios (WonHui/GyuHao)
Fanfiction❝ dicen que cuando la niebla se levanta en el bosque, es porque los demonios salen a jugar al escondite... en aquella niebla que se vuelve más espesa, para que no los vean a la cara y jueguen con ellos mucho tiempo más...❞ junhui y minghao vuelven a...