El Festival de los Demonios (WonHui/GyuHao)

𝟏𝟒. 混同 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐮𝐬𝐢𝐨𝐧

Sus labios fueron atrapados por otro par y al principio no entendió lo que pasó. Abrió mucho sus ojos cuando Kuroni se separó de él, con una sonrisa complacida, pero Junhui estaba petrificado.

El demonio lo había besado. Su primer beso.

¿Por qué? Esa había sido su respuesta a su pregunta y aún así Jun no la entendía. Estaba completamente confundido porque no sabía qué sentir. Nada predominaba, o tal vez sólo la vergüenza y la confusión.

Se llevó una mano a la boca y desvió la vista de Wonwoo, el cual seguía sonriendo como si no hubiera hecho lo que había hecho.

—¿Qué pasa? ¿No te lo esperabas? —habló con su voz profunda.

Junhui seguía estupefacto. Tenía ahora la mirada puesta en el suelo, en la hierba de un color verde oscuro, como si esta pudiera decirle que había pasado. Su corazón latía con rapidez y agitación, comenzó a sentir las mejillas llenándose de sangre y enrojeciendo hasta las orejas.

No porque Wonwoo fuera demonio iba a sentir disgusto inmediato por una acción así, porque Junhui era tímido y ahora estaba avergonzado. Kuroni lo había besado de sorpresa y había sido su primer beso en toda su vida.

Realmente no sabía cómo reaccionar.

—Yo... —Quiso decir algo, pero no tenía las palabras adecuadas para responder. No tenía la más mínima idea de qué hacer.

Entonces Wonwoo le acarició la mejilla y se petrificó más, llevándose las manos juntas al pecho, viendo con ojos muy grandes el rostro sonriente del hombre-demonio.

—Solamente fue una prueba, gatito, para que veas que eres mío y puedo hacer lo que quiera contigo cuando quiera.

Junhui se mortificó, sintiendo la nueva oleada de vergüenza y preocupación de lo que esas palabras conllevaban. Realmente Wonwoo podía hacer lo que quisiera con él y no pondría oposición, ahora menos que había prometido hacer todo lo que le pidiera con tal de ver a su hermano menor.

Sin embargo Wonwoo soltó un suspiro y bajó la mano regresándola a su lado, viendo en los ojos grandes de Jun con su mirada oscura y afilada, pero extrañamente cálida.

—Pero tranquilo, no lo volveré a hacer, parece que te comí la lengua en su lugar.

Kuroni miró hacia el paisaje y Junhui sólo percibió su perfil, desde tan cerca el demonio parecía muy humano. Cada rasgo suyo y cada pequeño detalle marcado en su piel. Era sorprendente como un espíritu podía lucir tanto como un hombre común y corriente.

Pensó si alguna vez Wonwoo había bajado a la villa en esa forma, camuflado entre las personas, el temible oni que gobernaba el bosque y la montaña y podía entrar a la villa con su espesa niebla, sin que un alma pudiera escapar de ella.

Era aterrador y fascinante al mismo tiempo y Jun no pudo evitar sentir la conmoción de ambas emociones en su interior.

No podía decir nada, no se sentía en la capacidad frente a ese espíritu tan magnífico y temible.

—Junhui, ¿crees que soy malo? —preguntó Wonwoo cuando el silencio reinó entre ellos, que no estaban muy separados de sí porque el joven hombre seguía sin moverse y el demonio se había acercado a él cuando lo besó.

No se esperaba esa pregunta, era como si Wonwoo hubiera leído su mente, de aquella dicotomía que había sentido por él, pero que dominaba el miedo que le tenía por sentirse tan vulnerable ante el demonio.

Wonwoo había regresado la mirada hacia él, profunda y aguda, directa. Había un misticismo detrás de esos ojos.

Jun partió los labios para responder, pero Wonwoo movió la cabeza hacia atrás, como si algo repentino hubiera llamado su atención. El joven hombre se sobresaltó por el movimiento y más cuando Kuroni gruñó. Parecía ver entre los árboles, más allá, algo que Junhui no pudo percibir, claramente.