Sobrevivieron la noche.
Después del incidente del evento de sonambulismo de Minghao, Junhui no volvió a dormir, pero al menos su hermano menor pudo descansar un poco más (bajo la vigilancia del mayor).
Y cómo Minghao lo dijo, el sol no salió.
En cambio, la mañana llegó con su color pálido en un cielo lleno de nubes grises y el fresco del clima después de la tormenta.
Incluso en la mañana la llovizna siguió presente, pero ambos hermanos no salieron del templo. Sólo se asomaron a través de la ventana del comedor mientras bebían un té como único desayuno.
El bosque se extendía más allá y había poca neblina. La villa parecía tan alejada, se sentían casi desolados, pero el sentimiento no era tan grave si al menos tenían la visión de la población y la certeza de que, aunque no era tan fácil y rápido llegar a ella, estaba ahí.
Había más seres humanos allá y al menos ya era de día. La noche jugaba muchos trucos con la mente de uno y era más fácil temer. Era simplemente natural desconfiar de la oscuridad.
Aunque ambos hermanos seguían incomunicados. Solos en la montaña. Sólo Seungcheol y su abuela sabían que estaban ahí. Esta última estaba muy enferma y el jefe de la villa había dicho que regresaría en la mañana para darles noticias de Yue, aunque no había dado especificación de hora y los hermanos no tenían idea de cuándo vendría (si es que lo hacía).
No tenían la obligación de estar ahí, de creer en los cuentos de Yabbay. Su lado racional les decía que podían bajar e ir a su auto, manejar lejos y no estar cerca del templo, porque nada sucedería. No tendría que haber demonios que fueran y atacaran a la villa.
Empero después de lo que sucedió en la noche, de lo que cada uno vio... Ya no era tan fácil permanecer escéptico y creer que sólo eran leyendas de un pueblo supersticioso.
Tal vez se estaban imaginando cosas, pero era mejor ser pacientes por el momento. A fin de cuentas, ya habían decidido cuál sería su siguiente paso.
El de la idea fue Minghao. Fueron a la biblioteca, caminando muy cerca. Se quedaron en sus pijamas, se llevaron los tés en las manos y Junhui guió a su hermano menor hacia donde recordaba dónde estaban los libros que se guardaban en el templo.
De joven solía pasar mucho tiempo ahí, más que Minghao, que al ser menor y sólo un niño, prefería ir a jugar en el exterior que estar entre los libros leyendo.
Tuvieron que salir al jardín trasero exterior para cruzarlo e ir hacia el edificio un poco más amplio dónde estaba la biblioteca.
Los hermanos cruzaron el pequeño puente sobre un estanque donde había peces Koi nadando. Uno negro, uno plateado, una combinación curiosa.
El cielo gris que tal vez volvería a traer una tormenta más tarde, ahora sólo dejaba caer una llovizna apenas perceptible, y al caminar debajo de los árboles, casi no mojaron sus pijamas blancas e impolutas.
Junhui llegó a la puerta de la biblioteca, que como todo el edificio, tenía una arquitectura muy tradicional.
Subió los dos escalones y deslizó la puerta, viendo al interior que estaba oscuro, al techo que era una especie de cópula y a los estantes que parecían formar un reducido laberinto.
Entró con Minghao siguiéndolo detrás. Junhui buscó el interruptor de la luz y el menor miró con asombro ese espacio lleno de libros viejos, pero bien conservados. Tampoco recordaba ese lugar.
—El abuelo solía decir que en el templo de Yabbay se guardan documentos de los tiempos de su fundación. Prácticamente la historia de la villa está impresa en los libros que habitan estos estantes —dijo Junhui, acercándose a su hermano, ya con la luz encendida.
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El Festival de los Demonios (WonHui/GyuHao)
Fanfiction❝ dicen que cuando la niebla se levanta en el bosque, es porque los demonios salen a jugar al escondite... en aquella niebla que se vuelve más espesa, para que no los vean a la cara y jueguen con ellos mucho tiempo más...❞ junhui y minghao vuelven a...