No me importa la sangre (2ª parte)

CAPÍTULO 17

Contenido sexual

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Tan solo unas horas después ya habíamos acomodado a todos los aurores que se necesitaban, no eran demasiados, pero los suficientes para proteger los terrenos más próximos al castillo y también a alumnos y profesores. Además de que también había dejado varios aurores en los terrenos de Hogsmade en el caso de que los mortífagos quisieran acercarse por allí.

Hermione y yo nos estábamos acomodando en nuestra nueva habitación. Se parecía mucho a la nuestra cuando estudiábamos aquí hace muchos años, aunque esta era un poco más grande.

̶ ¿Recuerdas lo de tener tiempo para nosotras y no centrarnos tanto en el trabajo? ̶ le pregunté con gracia a Hermione apoyándome en mi escritorio.

̶ Ha sido hace unas horas, así que lo recuerdo bien ̶ respondió Hermione caminando hacia mí.

̶ Pues ahora vamos a poder combinar el tiempo juntas con nuestro trabajo ̶ comenté riendo ̶ ya sabes, ahora estaremos juntas mientras trabajamos. Se parece a...

̶ Cuando estudiábamos aquí ̶ completó Hermione mi frase apoyándose en mí y pasando los brazos por mi cuello ̶ recuerdo cuando alguna no sabía algo y tenía a la otra en el escritorio de al lado para preguntarle.

̶ Exacto ̶ coincidí rodeando su cintura ̶ también resultaba útil para... relajarnos en época de exámenes. ¿Sabes a lo que me refiero, no amor?

Hermione asintió mordiéndose el labio y me besó apasionadamente pegando su cuerpo al mío de forma que no hubiera ni un centímetro entre nosotras. Bajé las manos hasta apretar su trasero ganando un gemido de la castaña. Hermione se separó y empezó a dejar besos por mi mandíbula y continuó por el cuello haciéndome suspirar.

̶ Chicas tenemos qu... ̶ entraron Harry y Ron sin llamar, pero se cortaron en cuanto nos vieron y nos separamos ̶ ¡lo sentimos!

La castaña estaba roja de vergüenza y se escondía en mi cuello mientras yo alzaba las cejas. Volví a tener un deja vu de cuando estábamos en la escuela ¿Por qué siempre tiene que interrumpir alguien en este maldito colegio? ¿Acaso es una maldición que nos echaron sin que nos diéramos cuenta o qué coño pasa?

̶ ¿Qué ocurre? ̶ pregunté seria mirándolos intimidantemente ̶ y más vale por vuestro bien que sea importante u os voy a perseguir hasta arrojaros al lago negro.

̶ La prof-profesora Macgonagall quiere que estemos presentes en el Gran Comedor para dar el anuncio ̶ comentó el pelirrojo un poco nervioso ante mi mirada.

Asentí bufando y cogí la mano de mi esposa para salir de nuestra habitación y caminando los cuatro por los pasillos que tanto conocíamos hacia el Gran Comedor.  Al ser por la mañana, todos estaban dormidos. En realidad no supe cuándo habían pasado las horas desde que llegamos que ya era por la mañana.

Hermione, Harry, Ron y yo nos pusimos de pie al lado de la profesora bajo la atenta mirada de todos los alumnos. En especial la de nuestros hijos, que nos veían confundidos desde sus mesas y muchos les preguntaban qué estaba pasando por si ellos sabían algo.

̶ Probablemente os estéis preguntando qué hacen aquí tantos aurores, además de la ministra de magia y la jefa del Departamento de Seguridad Mágica ̶ habló la profesora ̶ bien, pues ayer hubo una fuga masiva en Azkaban y hubo un gran número de presos que pudieron escapar.

Se escucharon muchos murmullos en todo el comedor por parte de todos los alumnos. Nuestros hijos nos miraban preocupados, buscando la verdad en nosotras. Miré a Hermione, que también me miraba y después asentimos con la cabeza brevemente, mirando sobre todo a Rose, que era la que más preocupada se veía. A su lado, su amiga Olivia trataba de tranquilizarla acariciándole la cabeza porque, al igual que a mí, eso la relajaba.