Desde hace una semana, la seguridad en Hogwarts era máxima. Todos nosotros estábamos muy pendientes de lo que pudiera pasar con los mortífagos. Habíamos tenido un par de batallas más contra ellos en los alrededores del castillo.
Ahora no me separaba de Hermione desde que en una de las batallas me dijeron que tuviera cuidado no fuera a quedarme sin esposa. Estaba muy preocupada por ella, entre que Hermione era hija de muggles y encima la ministra de magia, los mortífagos habían fijado la diana en ella y yo no podía permitir que le hicieran daño, tendrían que pasar por encima de mi cadáver para llegar hasta Hermione.
Ahora también controlaba mucho más a mis hijos y con quiénes iban. No es que desconfiara de los demás, solo que... eran mis hijos y no quería que les pasara nada. Les prohibí totalmente que salieran del castillo a menos que fuera para ir a los jardines y con vigilancia por si acaso.
Por motivos de seguridad, la clase de criaturas mágicas se había suspendido porque se hacía en el bosque prohibido y ahora no era una zona segura. Todos los alumnos se habían quejado como locos a Macgonagall y a nosotros, pero no había otra solución.
Estaba paseando con Hermione por el castillo para que nos diera el aire y así salir un poco de nuestra habitación. La castaña estaba estresada con tanto trabajo y yo estaba estresada por protegerla a ella y a los niños.
̶ Después de que esto acabe nos iremos de vacaciones ̶ hablé rompiendo el silencio ̶ nos vamos los niños, tú y yo a Sídney.
̶ Para eso hay que volar en avión ̶ me recordó Hermione riendo.
̶ Da igual, solo quiero salir de este país por unas semanas, aunque tenga que montar en ese cacharro metálico otra vez ̶ respondí encogiéndome de hombros.
̶ Aria ̶ me llamó Hermione seria y la miré ̶ ¿esos no son Sirius, Scorpius y Albus?
Hermione apuntó hacia el frente y había tres Slytherins que iban hacia el bosque prohibido mirando hacia todos lados para que nadie los viera, lástima que nos les funcionó. Miré a la castaña y salí corriendo hacia ellos llamándolos. Me escucharon y pararon en seco.
̶ ¿A dónde ibais exactamente? ̶ pregunté cruzándome de brazos.
̶ Mamá... nosotros... ya sabes... a dar una vuelta ̶ respondió Sirius y arqueé una ceja ̶ está bien, íbamos a ir al lago negro a nadar.
̶ ¿Sabes que no podéis ir allí verdad? Es muy peligroso ̶ les recordé.
Sentí una mano en mi hombro y al girarme, Hermione estaba a mi lado. Estaba seria y se le notaba el enfado, pero ni de lejos estaba tan enfadada como yo lo estaba. Mi mujer me miró pidiéndome con los ojos que me calmara un poco.
̶ Vamos a estar bien de verdad tía ̶ aseguró Scorpius ̶ somos buenos en encantamientos y...
̶ No estamos hablando de otros chicos de vuestra edad ̶ lo corté seria ̶ estamos hablando de mortífagos mucho más experimentados y que no van a dudar en mataros si pueden, y más sabiendo de quiénes sois familia.
̶ Mamá, creo que estás exagerando ̶ habló Sirius molesto ̶ ya somos mayores como para poder defendernos nosotros.
̶ ¿En serio sois mayores? ̶ pregunté sarcástica ̶ por la madre que parió a Merlín, Sirius, ¡tenéis 13 años! A nosotros se nos hace difícil derrotarlos en un duelo y somos aurores entrenados y con mucha experiencia en combate. ¡¿Cómo narices vais a enfrentarlos vosotros sin que os maten?!
̶ Aria, amor cálmate ̶ murmuró Hermione suavemente cogiendo mi mano y volvió a mirar a los tres chicos ̶ de todas formas Sirius, tu madre tiene razón, no podéis enfrentaros con mortífagos, sería muy peligroso para vosotros, aún sois muy pequeños.
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No me importa la sangre (2ª parte)
FanfictionDespués de la batalla de Hogwarts, Aria y Hermione empiezan una vida juntas y tratarán de cumplir todos los sueños que alguna vez crearon juntas. Sin embargo, después de varios años de tranquilidad en el mundo mágico, otra vez los problemas llegan y...